jueves, 30 de octubre de 2008

EL PERIODO DE ENFRIAMIENTO (Cool off period)

Autor: Maria Laura Quiñones Urquiza


Se denomina período de enfriamiento al lapso en que un psicópata o sociópata suspende su actividad ofensiva. Esto no implica necesariamente una renuncia definitiva a aquello que tanto tranquiliza y satisface sus instintos destructores después de su última descarga. Pero ¿qué podría llevar al psicópata a inhibir sus impulsos delictivos u homicidas durante un tiempo determinado?.



- Enamoramiento:

La personalidad narcisista y monolítica del psicópata puede verse resquebrajada por el enamoramiento, el intento de adaptación a una vida “normal” podría tener éxito. El depositar momentáneamente esa libido yóica en alguien que no sea uno mismo, es posible en el psicópata. Por supuesto y en este caso ese amor no es un amor sano, si no patológico. Es el vínculo denominado del psicópata y su complementario, donde este complemento adosado a la personalidad psicopática cumple la función de eso, un complemento, ni más ni menos, pero no viene a completar, a llenar una falta, pues el psicópata no necesita completar nada y mediante el maltrato culpará al otro por su imposibilidad de igualarlo, ya que nadie, salvo quizás otro psicópata, en su escala de valores, tiene su misma entidad. En la alianza psicopática de criminales, como por ejemplo la de Manuela y Daniel Ruda (Alemania), Carla Homolka y Paul Bernardo (Canadá), John Lee Lucas y Otis Toole (USA),o el caso de los pedófilos Marc Dutroux y su mujer (Bélgica), aparece una exacerbación del sadismo, esto solidificó el vínculo entre ambos, pudiendo entonces unir cóncavo y convexo. De presentarse una competencia entre la díada, será para comparar y admirar al que cuente con el mayor despliegue durante la descarga de la tormenta psicopática.

En el caso del complementario, probablemente el sadismo descargado hacia él sea disminuido o se lo sustituya por otro complementario simultáneamente, ya que en estas estructuras es necesario un objeto. Objeto porque una de las características del psicópata es la cosificación de las personas, despojándolas de toda virtud, cariño, importancia, si la hubo fue hasta que pudo ser sustituida por otra, siendo entonces desechada como un mueble inservible. Puede que el psicópata que se enamore, simule mediante una doble vida, un vinculo aparentemente sano, jugando al rol de ser un hombre o mujer enamorado y buscando la descarga sádica en un complementario, ello, a modo de preservar el vínculo que sirve de cortina de humo para no ser descubierto. Veamos si no al austríaco Josef Fritzl, quien mantuvo cautiva en un sótano a su hija durante 24 años y con quien mantuvo una relación incestuosa, de cuyo fruto nacieron 7 hijos.

Quizás sus deseos de Satisfacer su curiosidad de cómo sería vivir en pareja, lo lleven a experimentar la sencillez de una vida cotidiana. Pero no olvidemos que la estructura psicopática es justamente eso, una estructura, es decir un modo de ser en el mundo (MARIETAN), por lo tanto puede inhibirse pero muy difícilmente tolerar la paz durante mucho tiempo.



- Temor a ser descubierto:

Conciente de un error en su última actividad, haría que el psicópata desee congelar sus instintos de depredación. Aquí puede considerar necesario durante un tiempo el adaptarse a las leyes que rigen a la sociedad y actuar un personaje diferente, por supuesto a las normas las transgredirá cuando considere una oportunidad que lo amerite y poder pasar desapercibido mezclándose entre la gente. Su premeditación hará que mientras tanto planee, tantee el terreno y observe qué es lo que pasa a su alrededor, cual soldado en su trinchera aguardando el momento de volver a los viejos hábitos. Por otro lado existe la posibilidad de infiltrarse en las investigaciones, es decir cooperar voluntariamente haciéndose pasar por un ciudadano de buena fé, cumpliendo esto, el objetivo de seguir de cerca el avance de las investigaciones o desviarlas, así como también revivir el crimen. La posibilidad de una mudanza por parte del psicópata es también una de las posibilidades.



- Perfeccionamiento de Modus Operandi:

Las elucubraciones de nuevas estrategias y métodos para llevar a cabo delitos o crímenes podrían desembocar en una erotización del pensamiento. Vemos pues, como el placer obtenido con el acto, es desplazado y sustituído por la exacerbación de los procesos mentales agudizando el ingenio. Por lo tanto, la posibilidad de no capitalizar la experiencia, no es válida, en este aspecto, quizás su relación con otras personas sea siempre utilitaria, pero cuando se trata del perfeccionamiento para el desarrollo de conductas disvaliosas, su análisis de las situaciones, posibilidades y posterior ocultamiento, logran que cada vez se manejen con mayor sofisticación.



- Planeamiento de un nuevo crimen o delito:

El período de latencia favorecería su elección, contribuyendo a observar y estudiar al próximo objeto de su descarga o ambicionar instruirse en un nuevo tipo de delito a cometer en modo escalonado, ya sea que de robo pase a estafa, hurto o de violación a asesinato, etc.



- Enfermedad o muerte:

El padecer trastornos clínicos relevantes que impiden la motilidad o discernimiento necesario para continuar con su actividad, no descarta la posibilidad de ejecutar manipulaciones maquiavélicas dentro de su círculo familiar aprovechando la lástima que sus convivientes puedan tener hacia ellos. Se ha sabido de casos de abuelos en sillas de ruedas abusadores de sus nietos infantes. Asimismo, por ejemplo suegras perversas manipuladoras que se valen de la condescendencia ajena, victimizándose para así poder sembrar discordia entre su círculo familiar primario o en las familias constituidas por sus propios hijos, logrando muchas veces la disolución de sus matrimonios.



- Encarcelamiento:


Por lo general la comunidad carcelaria lejos de reformar, corrompe. A veces las cárceles se convierten en establecimientos educativos de hábitos nefastos en donde se rigen por la ley del más fuerte. Cabe destacar que muchas veces la reinserción del delincuente o criminal en la sociedad se ve estancada, pues los códigos carcelarios con los años, quedan adosados a los patrones comportamentales o delimitan su rol en los grupos. Estas pautas paulatinamente se van incorporando a la conducta, el individuo difícilmente pueda ser desarraigado de ellas y reeducado para lograr establecer vínculos sociales sanos. La ciencia de la criminología, podría contribuir con políticas de prevención dentro de las cárceles que apoyen estimulando la educación oficial, sublimación artística, disciplina deportiva, etc..

Carlos Eduardo Robledo Puch, uno de los mayores asesinos de la historia criminal argentina, preso desde 1972 y recluido en el pabellón de homosexuales, se insertó en la comunidad carcelaria de un modo peculiar. Manifiesta su deseo de no quedar en libertad a pesar de tener esa oportunidad legal; se ha convertido en un fervoroso predicador del evangelio, es decir logró sublimar sus pulsiones mortíferas, ello probablemente se deba a que ha presentado brotes psicóticos en los cuales asegura ser un enviado de Dios, pudiendo entonces presumir la posibilidad de no presentar una psicopatía como base primaria o una simulación de un cuadro psicótico.

MARK SAFARIK y la técnica del perfil criminal en su máxima expresión




Autoría y traducción: María Laura Quiñones Urquiza


Mark Safarik es una de las autoridades mundiales en la técnica del perfil criminal para la captura de agresores en serie y ha escrito varios libros sobre el tema. Trabajó durante 22 años en la unidad de ciencias del comportamiento del FBI (Oficina Federal de Investigaciones de los Estados Unidos de Norteamérica), asesoró entre otras películas a El Silencio de los inocentes y series como CSI Las Vegas y Bones. El criminólogo y ex perfilador del FBI Robert Ressler- creador del sistema VICAP en los Estados Unidos- fue quien acuñó por primera vez en la historia el término Serial Killer (asesino en serie), esta leyenda viviente se impresionó con las aptitudes y capacidad de Safarik, invitándolo a asociarse con él en Forensic Behavioral Services International (Servicios Forenses Internacionales del Comportamiento), consultora desde donde ofrecen sus servicios a todo el globo.


¿Cómo eligió esta profesión?

Yo era un detective de homicidios en la agencia policial de California, en 1982 me enviaron a una escuela para el estudio de homicidios por dos semanas, durante el curso, gente del FBI vino a darnos un pequeño seminario de dos días sobre análisis del comportamiento. Ambas ramas me resultaron novedosas y fascinantes, considerando que nunca había estudiado la escena de un crimen violento desde el aspecto del comportamiento. Como jefe en casos de homicidio, siempre abarqué la asignación de tareas y seguimiento en las investigaciones. Nunca había tenido la oportunidad de conocer la otra cara, ni me había dado el lujo de correrme y observar la dinámica del comportamiento que se presenta en estos crímenes.
Cuando volví a mi agencia, remití a la unidad de ciencias del comportamiento del FBI, dos de los casos que estaban a mi cargo, uno de ellos era un doble homicidio. Me impactó este otro modo de ver al crimen violento, y busqué toda la bibliografía existente referida a esta área. Eventualmente, resolví que quería continuar con esta línea investigativa de aplicación legal, y en el único lugar donde podía hacerlo era en el FBI. Así que me postulé como agente especial y después de un año de cumplir con el proceso de preselección, finalmente ingresé. Me tomó 11 años de trabajo contar con la experiencia suficiente para aspirar a ser promovido al cargo de perfilador del FBI. Mi postulación fue junto a otras 38 personas calificadas para cubrir 6 puestos, obtuve una de las vacantes y me mudé a Quantico, Virginia.
Durante 12 años me desempeñé como perfilador superior, conduje investigaciones importantes de ataques sexuales y homicidios de ancianas, publiqué varios artículos al respecto en medios especializados. En mayo de 2007, fui tentado por Robert Ressler a retirarme del FBI para asociarme a su consultora internacional en donde trabajo actualmente

¿Cuáles son los errores que debe evitar un perfilador?

Debido a que varios de los requerimientos de nuestros servicios tienen que ver con la interpretación de homicidios violentos o agresiones sexuales (muchos de los casos se relacionan con homicidios seriales, en masa o sexuales) usualmente tratamos con agencias de aplicación jurídica que ya han agotado recursos considerables, tiempo y perspicacia investigativa tratando de resolver el crimen. Cuando ellos llegan a este punto en que en su investigación, ya se han hecho un juicio respecto a la dirección de la misma, tienen desarrolladas ciertas sospechas, la precisión de su propia interpretación de los hechos y la corrección en los pasos que los condujeron a estas conclusiones. Debemos ser muy cuidadosos respecto a la información que tomamos de ellos, así como la veracidad del material o validez de los hechos en el caso. Aunque ambos sean ciertos, seríamos negligentes si no condujésemos paralelamente nuestro propio análisis de los hechos, reconstrucción completa del comportamiento desde nuestro punto de vista de la dinámica del crimen. El consentimiento de aceptar la información que nos brinda un investigador como auténtico y exacto es un error en el que se puede caer. Diversos aspectos de la información suelen estar contaminados, obviamente sin intención, debido a la falta de consistencia o entrenamiento apropiado, así como de experiencia entre investigadores. Este es el error más crítico.
Otra de las equivocaciones más comunes es fallar en preguntarse constantemente el por qué. Si yo creo que esto pasó por determinada razón, entonces ¿por qué pasó?; Si una actitud esperable no se halla ¿por qué es que no se halla?

¿Cuales cree usted que pueden ser las motivaciones de los asesinos imitadores? (Copycat Murderers)


Los auténticos asesinos imitadores, no son como aquellos que se ven en los programas de televisión, son casos extremadamente raros. La razón de ello es porque normalmente están asociados con los agresores en serie como asesinos o violadores. Estos agresores están asociados en un conjunto de particularidades en su Modus Operandi y rituales conductuales (como requerimientos puntuales).
Un asesino imitador no va a tener las mismas necesidades psicosexuales. Esto se debe a que el único recurso para informarse al respecto, es lo que les llega por los medios o lo que las agencias de investigación permiten difundir. No deberían darse a conocer detalles confidenciales de los casos, pues es precisamente lo que estos ofensores necesitan para copiar.
Últimamente, la única razón para imitar al asesino sería levantar sospechas en cuando a ti, y si este fuese el caso, entones, en todo caso ¿por qué la policía tendría que tener sospechas de ti?. Es muy excitante en la televisión, pero en la realidad casi nunca ocurre y cuando se da, los investigadores pueden reconocer desde el principio, si este criminal es diferente del que trata de imitar.


¿Cómo surgió la idea del Manual de Clasificación del Crimen?

El manual de Clasificación del crimen fue un exitoso esfuerzo para articular la investigación empírica y la amplia experiencia de perfiladores investigadores del FBI, agentes de la ley, personal penitenciario, supervisores de libertad condicional y profesionales de la salud mental.
El propósito de esta segunda edición del MCC es la de estandarizar terminología adaptándola al campo de la justicia criminal, facilitar la comunicación entre las esferas de la justicia criminal y la salud mental; Instruir al sistema de justicia criminal y al público respecto a los tipos de crímenes que son cometidos, a los atributos que las víctimas tienen en común, agresores y escenas criminales, así como desarrollar una base de datos para la búsqueda de investigación.
Fue una aproximación bastante grande para clasificar el crimen. En la segunda edición, con la cual contribuí clasificando por primera vez el homicidio sexual de ancianas, fue actualizada con nueva información

En la actualidad con ayuda del ADN y los avances de la criminalística. ¿existe algún caso no resuelto que desee ayudar a resolver?

Realmente me encantaría ayudar a resolver muchos casos. Aún me intrigan casi media docena de casos en los que trabajé cuando estaba en la Unidad de Análisis del Comportamiento en el FBI. Como socio de Robert Ressler, todavía seguimos trabajando en casos no resueltos de homicidios como parte de nuestra Consultora Forense de Análisis del comportamiento. Como miembro de la Asociación Vidocq, nos reunimos mensualmente para tratar algún nuevo caso de homicidio no resuelto en mi país.


¿Qué criminales no pueden llegar a rehabilitarse?

Creo que la investigación demostró que los delincuentes sexuales tienen un alto rango de reincidencia. Los criminales violentos diagnosticados como psicópatas, no se recuperan exitosamente, pero si saben cómo manipular a los sistemas penales y penitenciarios. Los agresores seriales han ampliamente corroborado que están más allá de dichos esfuerzos de rehabilitación. Por mi experiencia, existen muchas personas que han consumado hechos que califico, que describo, como encarnaciones demoníacas. Por la seguridad de la sociedad merecen ser encarcelados de por vida.

¿Existen limitaciones en la Técnica del Perfil Criminal?

La respuesta es sí por varias razones. Primero, mucha gente cree que la confección de un perfil criminal va a identificar a los responsables. Lo que realmente se logra es identificar el tipo de personalidad, comportamiento y características demográficas del agresor a fin de reducir la cantidad de sospechosos para el proceder policial. En segundo lugar, no todos los crímenes son aptos para el análisis de la investigación criminal. Los más indicados son aquellos donde se manifiestan altos grados de psicopatología, en otras palabras aquellos donde ha habido mucha interacción entre la víctima y el agresor y si la escena en cuestión es inusual, bizarra, esperable, excesivamente violenta o donde hay un grado significativo de ensañamiento o violencia post mortem. En tercer lugar la habilidad de conducir un análisis del comportamiento depende de la extensión y la calidad del material que se analiza. En un homicidio, esto incluye la información victimológica, fotos de la escena del crimen, los descubrimientos al comienzo de la investigación, protocolo y fotos de la autopsia, la evidencia recolectada y posteriormente revisada o analizada más sus resultados, testimonio de los testigos, diagramas, mapas, croquis, demografía del área criminal, fotos aéreas –si están a disposición- esto para mencionar lo más relevante.
Si la investigación inicial es pobre, es difícil comprender y optimizar los resultados. En esencia, el estudio de la conducta es una herramienta para ser usada en la circunstancia correcta y con las expectativas correspondientes para lo que puede otorgar.

miércoles, 22 de octubre de 2008

JUAN CARLOS ALEGRETTI, maestro de maestros


El Lic. Juan Carlos Alegretti es uno de los pilares de la enseñanza de las ciencias forenses argentinas, es también docente de la Universidad de la Policia Federal, su labor científica como criminalista y criminólogo, ha sido reflejada en varios libros y artículos, en algunos de ellos ha articulado el derecho con las ciencias forenses. Es una personalidad cuya palabra es respetada en el ámbito académico y forense a nivel continental.


¿Por qué eligió esta profesión?

Aquí tengo que dividir la pregunta en tres partes, porque tres son las profesiones que he ejercido hasta el momento, y a todas las he vivido y las sigo viviendo muy intensamente.

Con apenas 16 años -cumplidos diez días antes y con gran angustia por parte de madre-, ingresé en la Escuela de Cadetes de la Policía Federal Argentina, recibiéndome como oficial, pocos días después de cumplir los 18. La durísima realidad del submundo delincuencial y los graves perjuicios que traía, me hizo comprender que para poder cumplir con mi tarea de la mejor manera posible, debía seguir preparándome. Por ello, ingresé a la facultad de derecho de la Universidad de Buenos Aires, donde cursé una carrera totalmente afín, la licenciatura en Crimínalística, que me enseñó a investigar en forma científica los delitos, efectuando además, cursos de post grado para perfeccionarme también en Criminología para tratar de entender el por qué de la delincuencia. Dentro de la misma institución cumplí con ambas profesiones y comencé a colaborar en la transmisión de esos conocimientos, abrazando así una tercera pasión, la docencia. Ya retirado de la policía, aunque nunca se pueda dejar de serlo, trabajé como perito para la justicia en todos sus fueros y también para muchas empresas en forma privada. Con todos mis errores y aciertos, he transitado un largo camino. Hoy trabajo casi exclusivamente como docente universitario, disfrutando mi tarea como un verdadero privilegio. Ver triunfar a mis ex alumnos, me hace muy feliz.


Su obra Tratado de Papiloscopía, es una de las biblias para muchos de los que hemos estudiado ciencias forenses en Argentina. Cuáles son los errores que suelen estar presentes a la hora de recuperar vestigios en la escena del crimen?

El fantástico legado que nos dejara Juan Vucetich Kovacevich, se ha constituido en una herramienta fundamental en toda investigación científica. Todos los países del mundo utilizan su sistema o el creado por Eduard Henry. En forma permanente estamos dejando la impronta de nuestros dibujos papilares obrantes en el pulpejo de los dígitos, de las palmas de las manos y de las plantas de los pies, debido a sus altos y bajos relieves y a la humedad que nos aporta las glándulas sudoríparas. Ello actúa como un sello y hace que nos movamos por la vida dejando nuestras huellas papilares. Así, a pesar de los múltiples cuidados que pongan, los delincuentes también dejan los rastros de su participación. Encontrarlos, señalarlos, documentarlos, levantarlos, protegerlos, conservarlos y analizarlos debidamente, requiere de una metódica y sistemática tarea. La rapidez de los sucesos, los no debidos o adecuados conocimientos, cuidados y recaudos a tomar por parte de los operadores, la imposibilidad de contar con los recursos necesarios para el cumplimiento de esta delicada tarea, como así también la entendible pero errónea intervención de los damnificados sobre el lugar de los hechos, constituyen la principal causa del incorrecto uso de este recurso.

Afortunadamente salen en nuestra ayuda, las nuevas aplicaciones tecnológicas que nos brindan herramientas tan fantásticas como por ejemplo el AFIS (Automathic fingerpint identification system). Si bien su nombre es incorrecto (ya que no es un sistema de identificación sino de búsqueda, porque compara vectores prefijados por medio de un software superponiendo señalizaciones y no puntos característicos -o particulares conformaciones que realizan las crestas papilares en su recorrido- de origen congénito como establece el sistema) que nos permite encontrar a través de un solo dígito o parciales del mismo, al único ser sobre la Tierra que posee esas características desde antes de su nacimiento, durante toda su vida y aún después de la muerte, en forma inalterable salvo por amputación o cicatriz permanente.


¿Cómo ve a la criminología en la Argentina?

Honestamente, con gran desasosiego. El crimen como un acontecimiento atemporal y universal, ha encontrado en este mundo globalizado un aliado. Cuando el hombre opta por vivir en forma societaria, sin duda debe sacrificar algunas libertades. Ya no puede hacer lo que quiere, pero tampoco los demás pueden hacerlo en su perjuicio. Esto es una medida cautelar. Siempre habrá alguien que no quiera o no pueda cederlas, que utilizará al sistema cuando le beneficie, pero actuará en su contra cuando le resulte beneficioso. Todos los esfuerzos que la criminología hace tratando de entender porqué el hombre ocupa uno de los dos roles en el delito, sus análisis y sus propuestas para encarar una política criminal en base a acciones proactivas basadas fundamentalmente en la prevención, no son acertadamente puestas en ejecución por diversos motivos, principalmente, porque las decisiones generalmente no se encuentran en manos de los que más saben sobre el tema, sino de comodines temporarios que se manejan más políticamente que con acciones acertadas.

¿Cuál es el mayor índice delictivo en Argentina?

Hoy sin duda, lo tiene el relacionado con la minoridad. Es un tema que debe tratarse sin dilatación. Seguir pensando que un chico de casi dieciséis años hoy, no tiene capacidad para entender la criminalidad del acto que realiza, es al menos un absurdo. Bajar la edad según mi entender, es una necesidad, aunque tengo absolutamente en claro que no es la solución. Por otra parte, sin importar la edad o los motivos que llevan a alguien a cometer delitos (deficiencia de educación, de oportunidades, de protección, de salud, de explotación por parte de mayores, etc.) nunca debe ser la excusa para no actuar. El Estado debe estar siempre presente. Dejar en libertad o no adoptar ninguna medida sobre alguien que cometió un delito por la causal que fuere, no es lo correcto, hay que ayudarlo. Mantenerlo y dejarlo en las mismas condiciones que lo llevaron a esa situación, es volver a abandonarlo, aunque pueda parecer que se le están resguardando sus derechos.

¿Cuales cree usted deberían ser las políticas criminales para reducirlo?

Sin duda la respuesta tiene muchas terapéuticas a seguir. Las cosas no se solucionan de un momento para otro, ni tomando sólo alguna medida. Reducir los índices de pobreza; promover la educación y los valores del trabajo; reducir las ansias del consumismo; restaurar el respeto a la familia, a las instituciones, a los mayores, a los maestros, a las leyes y a las autoridades involucradas; educar por medio del ejemplo; entender que los derechos de cada uno terminan donde comienzan los de los demás; impartir justicia con equidad, donde se respete los derechos de los imputados, pero dándole la justa respuesta a los derechos de los damnificados; asegurar que cada poder cumpla adecuadamente su función, para brindar seguridad a través de la prevención. La represión o el encausamiento, debe ser un recurso a utilizar sólo cuando se haya quebrado lo anterior, pero asegurando que su ejecución sea efectiva. Esto sólo es una enunciación, los factores a tener en cuenta son muchísimos.

Como autor de numerosos libros, ¿sobre qué le gustaría escribir su próxima obra?

Realmente todos los libros ya publicados y los que tengo prontos o en pleno desarrollo, surgieron como una necesidad de brindar a los alumnos y/o a los profesionales interesados en diferentes temas técnicos, un cúmulo de herramientas para el mejor desempeño de sus tareas. Me han costado mucho esfuerzo y horas de descuido a mi familia, pero también satisfacciones personales. Sin embargo, tengo una asignatura pendiente conmigo mismo, la de escribir un libro de ficción. Hace varios años comencé a hacerlo, pero la falta de tiempo y tranquilidad para dedicarle, lo detuvo. Ojala algún día pueda darme ese gusto.

martes, 23 de septiembre de 2008

EL IMPULSO DELICTIVO U HOMICIDA EN LA EPILEPSIA

Autor: Maria Laura Quiñones Urquiza


¿Es posible robar, matar, violar, incendiar o fugarse durante una crisis epiléptica?, Es posible, pero no en todos los tipos de epilepsia.

Para Henry Ey, la epilepsia es susceptible de una definición FISIOLÓGICA: se trata de una descarga en masa de un grupo de neuronas cerebrales, o de su totalidad, momentáneamente afectadas de una sincronía excesiva. NEUROLÓGICAMENTE: consiste en las manifestaciones convulsivas de esta hipersincronía, o sus equivalentes, PSIQUIÁTRICAMENTE: por partes comprende los aspectos de desestructuración de la conciencia, en relación a las crisis y accidentes comiciales y por otra, las modificaciones de la personalidad que eventualmente están asociadas a esos trastornos.

Los también llamados accidentes comiciales, pueden ser de origen químico, tumoral, traumatológico, perinatal, por malformaciones congénitas o derivada de otras enfermedades como por ejemplo la meningitis.

Existen dos grandes divisiones que a su vez agrupan subtipos. Las formas más conocidas son las CRISIS ICTOCOMICIALES con sus Gran Mal y Pequeño Mal, acompañados de ausencias amnésicas, posibles desajustes en las funciones vegetativas, estados convulsivos generalizados o espasmos recortados.

Las CRISIS GRADUOCOMICIALES, es decir, parciales con o sin generalización, tienen su descarga neuronal en una zona determinada del cerebro, es decir en un foco epileptógeno, son difíciles de detectar a simple vista y se presentan con conflictos intrapsiquicos. De éstas, me voy a referir a las que traen consigo automatismos psicomotores y equivalentes (PENFIELD).

Estos impulsos delictivos u homicidas se traducirían en escenas criminales predominantemente desorganizadas, con victimas de oportunidad, dejando testigos y vestigios de gran valor criminalístico. Por ejemplo en el caso de violaciones llenas de ira, la firma se expresaría en verbalizaciones extrañas. Los homicidios irían desde lo simple y oportunista hasta el homicidio en masa o Spree Killing con muertes por estrangulación o golpes letales y rápidos o con armas de oportunidad.

Observemos un automatismo: imaginemos que vamos a sacar una fotocopia, sólo una hoja, se la entregamos al joven de la fotocopiadora: él, 1º levanta la tapa de la fotocopiadora, 2º coloca el papel, 3º cierra la tapa del aparato y 4º oprime el botón. De pronto, ya sin nada en la mano, repite innecesaria y sucesivamente los pasos 1, 2, 3 y 4 por varios minutos. Curiosamente para quien lo observa, tampoco responde a la pregunta: ¿qué esta Ud. haciendo?. A los pocos minutos, el epiléptico sale de su oscurecido estado de conciencia, entrega la hoja y se sorprende con las más de 30 de fotocopias en blanco que de pronto aparecieron en la bandeja de salida de la máquina, no se explica cómo es que aparecieron allí, si él apretó el botón solo una vez. Esos “otros momentos” quedaron ajenos a su memoria, debido a que el proceso normal de captación de los hechos, se vió alterado durante su trance, es por ello que no se fijaron, tampoco podrán ser evocados, ni recordados o reconocidos como propios, porque no están inscriptos, es decir, no forman parte de sus registros mnésicos.

Estas conductas complejas, automáticas y perseverantes, pueden convivir en un individuo durante horas e incluso días, apareciendo bruscamente, y desembocando en un estado sin claridad de conciencia, refiriéndome con esto, a los diferentes grados de esta estructura, desde su extremo mínimo: coma, pasando por los estados confusional, embotamiento, crepuscular, onírico, oniróide, llegando a los exacerbados como la hipervigilia e hiperfrenia.

Para la comprensión del presente tema, es importante dejar en claro de qué hablamos cuando lo hacemos refiriéndonos al oscurecimiento de conciencia, aquí un sujeto no posee lucidez para el juicio crítico (Juicio suspendido), ya que se encuentran disminuidas sus facultades cognitivas, conativas y afectivas, haciendo de él un ser inimputable frente la comisión de cualquier delito, en este caso, preso de una desestructuración de la conciencia, un quiebre que podría asemejarse a una demencia transitoria en sentido jurídico.

Una de las formas de los estados psicomotores, es el estado confusional psicomotor, que se presenta con alteraciones groseras de la personalidad tales como, obnubilación de la conciencia, desorientación témporo espacial (sin conciencia de espacio, tiempo y situación), es decir no saber dónde se encuentra uno en ese momento, ni en qué día calendario; desorientación auto y alopsiquica: no responder al propio nombre y al país o ciudad en que se encuentra; la incoherencia en el pensamiento se hace evidente cuando el individuo articula palabras vagas, imprecisas y que no cumplen con las leyes asociativas lógicas, por ende lo judicativo, es decir el conocimiento de la consecuencia de sus actos, es nulo momentáneamente.

Este estado también puede irrumpir en una forma agitada, donde el epiléptico se encuentra ansioso, hasta furioso y con alucinaciones impregnadas de reproducciones oníricas polimorfas, respondiendo claramente a impulsos delirantes basados en su ensueño, actuándolo. Estos signos pueden definirse claramente como episodios psicóticos agudos, es decir de corta duración. La amnesia luego de haber robado, violado, masacrado, incendiado, no obedece a un olvido simulado, si no más bien a la pobre captación de engramas o recuerdos como consecuencia de la instalación de su perturbación. El electroencefalograma positivo podrá ayudar al diagnóstico de este cuadro, siendo además de importancia médico-legal.

Los síntomas, en estos casos, se caracterizan por un proceso de despersonalización, que por su localización cerebral, afecta no solo al sensóreo, si no también a la afectividad y psicomotricidad. La presencia de Auras puede ser una señal de alarma frente a la precipitación de uno de estos accidentes, este fenómeno podría manifestarse con la percepción por parte del enfermo de olores penetrantes y nauseabundos, sensación de sabores repulsivos (crisis uncinadas), ruidos ensordecedores, visualización de luces cegadoras o de personas ausentes, dolores epicríticos sin definición (pródromos).

Si el foco alterado es en lo paramedial del lóbulo temporal (rinencéfalo) aparecen las equivalencias del Mal Psicomotor, caracterizadas por trastornos antisociales de conducta, complejos, ordenados, forzados y automático-ambulatorios de larga duración.

La forma de estados crepusculares epilépticos, suele presentarse en sujetos con otros antecedentes más graves de epilepsia, el grado de conciencia es más claro que el anterior, es por ello que puede responder lentamente en una conversación y repentinamente enfurecerse violentándose al hablar de temas de poca importancia. Aquí también se vivencian imágenes oniróides, que se intercalan con las de la vigilia generando un conflicto, puesto que no pueden diferenciarlas entre sí. Las sensaciones de dejà-vu o jamais-vu también se manifiestan y son signos que alertan a quienes están a su alrededor. La fluidéz viscosa de su pensamiento, los contenidos delirantes, a veces místico placenteros, experimentados con una hipersensibilidad exagerada, fugas (dromomanía), conductas insólitas, incoercibles e involuntarias, ya que la facultad volitiva se encuentra abolida, estos son actos en Cortocircuito (MARIETAN). A diferencia del estado anterior, acá el epiléptico se adapta parcialmente a la realidad.


Los estados maniaco depresivos epilépticos, también plantean semejanzas con los observados en las manías o depresiones mayores, donde se va desde la excitación, furor inmotivado hasta la melancolía irracional, siendo a veces dominando por delirios de persecución, llegando incluso al suicidio.

El diagnóstico precoz, el monitoreo médico y el cumplimiento de la terapia medicamentosa, son útiles para prevenir estas crisis.





Bibliografía:

TRATADO DE PSQUIATRÍA, H. Ey, P. Bernard, CH. Brisset – Reed. 1996
CONCEPTOS FNDAMENTALES DE PSICOPATOLOGIA I, Hector R. Fischer y Col. CEA 1996.
SEMIOLOGIA PSIQUIATRICA, Hugo Marietan. Ananké
NEUROPSYCHOLOGIE DE LA MEMOIRE HUMAINE, Raymond Bruyer, Martial Van Der Linden. Presses Universitaires de Grenoble Edisem Inc. 1991.

lunes, 1 de septiembre de 2008

VICENTE GARRIDO GENOVES, investigando la mente criminal


Sobran motivos, admiración y ganas para hablar del Dr. Vicente Garrido Genovés, el Maestro criminólogo español nacido en Valencia, además Doctorado en psicología en dicha Universidad. Postgraduado en la Universidad de Ottawa, Canadá. Profesor invitado de la Sociedad Británica de Psicología en la Universidad de Salford, logro profesional alcanzado solo por una elite de grandes científicos.

Miembro de asociaciones científicas, y del consejo editorial de varias revistas, entre ellas Psychology, Crime and the Law, y Journal of Correctional Education. Autor de muchas de las obras tesoro para estudiantes y profesionales criminólogos, psicólogos, médicos, comunicadores, psiquiatras, cuerpos y fuerzas de seguridad, abogados y jueces. Ejerció de Consultor de Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil en Latinoamérica, supervisando programas en Argentina, Chile, Costa Rica y Uruguay. El Ministerio de Justicia le concedió en 1999 la Cruz de San Raimundo de Peñafort, por “sus méritos en el desarrollo de una justicia más humana y eficaz”. Actualmente investiga las conductas de acoso y violencia contra la mujer, colaborando con varios centros de atención a víctimas de mujeres en España.


¿Por qué eligió esta carrera?

Me gustaba desde siempre el estudio del crimen, esa parte que nos da miedo, quizás porque soy vitalista y optimista. Es una contradicción sólo aparente: estudiar el mal requiere de una creencia firme en lo bueno del hombre.


¿Cómo influyen los medios, los padres, la escuela en la génesis del delito?

De un modo muy importante, ya que los gustos, actitudes y valores dependen de los referentes personales y simbólicos a los que tenemos acceso. Ahora bien, hay personas más proclives a dejarse influir por los mensajes y ejemplos negativos. Es el peso de nuestra biología. Hay un ejemplo fácil: elige tres tipos de tierras diversas y trata de plantar una misma semilla. La planta resultante de la semilla tendrá tres comportamientos" diferentes en cada uno de esos ecosistemas. Así pues, no es lo mismo que genéticamente seamos más sensibles ante la amenaza del castigo o menos sensibles, y ese tipo de variables de personalidad son relevantes a la hora de explicar si nos atreveremos a cruzar determinadas fronteras.


Desde las instituciones de gobierno ¿qué debería tomarse en cuenta para reducir la delincuencia juvenil?

El fracaso escolar y la paternidad irresponsable son las dos variables más relevantes. Los niños fracasados en la escuela no tienen futuro y son más propicios a influencias negativas. Por su parte, los padres que abusan o son negligentes en la educación y relación emocional con sus hijos les preparan mal para el mundo afectivo y laboral del futuro, que requiere confianza y competencia.


Aquellos criminales que cursan con algolagnia ¿son plausibles de rehabilitarse?

Ese factor por sí solo no es determinante sobre las posibilidades de rehabilitación, sobre todo si se trata de la pasiva (masoquismo). El sadismo ya tiene más problemas en la rehabilitación clínica, en particular si se aplica junto con actos sexuales forzados, porque suma al deseo sexual la necesidad de hacer daño, y ello revela una profunda falta de empatía por parte de quien lo ejerce.


Refiriéndonos al síndrome de Estocolmo que se presenta en la pareja penal captor-rehén y teniendo en cuenta los términos económicos con que se maneja el aparato psíquico ¿existe posibilidad que dicho síndrome sea una defensa subconciente para evitar el mal mayor de aquellos síntomas que traería consigo el estrés post traumático?

No lo creo. Creo que se trata de una respuesta natural de la psique humana ante la amenaza de morir. Uno se alinea junto al que tiene el poder, así sus opciones de ser visto como "afin" al que tiene el poder aumentan, al menos en la percepción del secuestrado. Esa estrategia puede tener sus fundamentos, ya que el secuestrador puede, en efecto, dañar más difícilmente a alguien que busca su complicidad ideológica y emocional.


Como sociedad ¿qué podríamos cambiar para contribuir a la reinserción de los ex convictos y evitar su reincidencia?

Dos cosas: ocupación y apoyo social. La gente tiene más incentivos para no cambiar si recibe rechazo y pocas oportunidades. Nos gusta que los demás nos valoren y nos consideren tipos agradables. Si sólo encuentro rechazo y dificultades no haré ningún esfuerzo en acercarme a los otros, y me excusaré en que "no tengo ninguna oportunidad" para no cambiar.



Para conocer cómo funciona la mente estratégica del asesino serial, con autorización del Dr. Garrido, hemos extractado unos párrafos de su obra “La mente criminal, Temas de Hoy”:

EL ASESINO EN SERIE, PERSEVERA EN VIVIR DE ACUERDO CON SU NATURALEZA ESENCIAL.

En todos esos casos, fue la insistencia del asesino en matar lo que les llevó a ser capturados. Cuando el criminal se detiene, y ha logrado matar repetidamente sin que le capturen, como el Asesino del Río Verde, hay que entender que han operado aquí dos factores. En primer lugar, el asesino ha alcanzado lo que podríamos denominar un punto de saturación; ya no se puede matar más: 48 mujeres en apenas dos años (1983-1984) supera todos los límites... Como un alcohólico, llega a un punto de consumo de energías vitales que le fuerza a tomar una decisión: o se detiene o sucumbe. Esto es, una vez ahíto en sus ansias de matar, Gary Ridgway entendió que debía de parar si no quería ser capturado. Quizás Bundy lo hubiera hecho también si hubiese tenido más tiempo. Sin embargo, el hecho de que –según confesó el propio Ridgway— ni siquiera él hubiera sido capaz de abstenerse por completo, puesto que al menos mató de nuevo una o dos veces en los años 90, revela lo difícil que es lograr el “retiro” definitivo de la adicción asesina.

Un segundo factor necesario es la disposición de una vida ordenada donde uno pueda perderse: en la medida en que la policía no le ha detectado, no le ha privado por consiguiente de ese ambiente estable donde él puede refugiarse y aparentar ser alguien convencional. En el episodio final de su carrera homicida, Bundy no tenía por más tiempo esa oportunidad. Durante varios años dispuso de ese ambiente de protección en el que camuflar sus asesinatos, pero una vez detenido aquello se acabó. Sin embargo –en lo que es una mala comprensión de la situación real— planeó su huida a Florida sólo como un cambio de escenario para sus crímenes, ignorando el hecho de que era un delincuente perseguido. Allí actuó como si nada hubiera ocurrido anteriormente: se instaló en un piso de estudiantes y se dedicó a explorar su terreno de caza. Era como si se estuviera iniciando en matar chicas estudiantes. Contrariamente, la verdad era que Bundy estaba psicológicamente mucho menos fuerte, como el adicto o alcohólico tras varios años de abuso: su frenesí le hizo menos cuidadoso, y no tenía ningún plan a medio plazo para vivir de forma integrada y ocultar sus propósitos auténticos.

Ese proceso de adicción es tan difícil de superar que incluso tener la suerte de iniciar una nueva vida, como si nada del terrible pasado hubiera existido, puede no ser suficiente. Gilberto Chamba es un ejemplo claro de ello. Por las razones explicadas en el capítulo 4, este asesino ecuatoriano tuvo la posibilidad en nuestro país de partir de cero. Con un pasaporte en regla y sin que nadie supiera que era el autor de ocho asesinatos en su país, Chamba logra disfrutar en Lleida de un buen empleo y acumular un historial laboral impecable. Tiene a su mujer e hijos con él, así como dos hermanas que le han ayudado a aclimatarse y a iniciar lo que es sin duda otra vida completamente diferente a la que experimentó en Ecuador. No obstante esto, la rueda del crimen empieza a rodar tan pronto Chamba se ha instalado y ha estudiado con detenimiento su nuevo ambiente. Es decir, tan pronto como se siente seguro, decide que ha de volver a matar.

Ahora bien, aunque el símil entre la adicción a las drogas y al asesinato es útil para reflejar esa necesidad interior que siente el sujeto, hay una diferencia importante entre el motivo de la compulsión que caracteriza el asesinato serial y aquél que impulsa el consumo de alcohol o las drogas (1) . El alcohólico o drogadicto puede llegar a esta condición por mera curiosidad, por deseo de escapar de una situación que no le gusta o por emular a alguien, entre otras razones (imitación de los padres, presión de los compañeros, etc.). Sin embargo, mi tesis es que el asesino en serie pretende con los asesinatos convertirse en otra persona, ser alguien diferente de quien es, y acabar así con un tipo de vida que se le antoja intolerable.

Así planteado, habría una coincidencia entre una de las posibles razones para el consumo de alcohol y drogas y el asesinato serial, ya que acabo de mencionar que la gente puede beber o drogarse para escapar de una realidad que no le gusta. No obstante, hay una diferencia importante que hace que ambas motivaciones no sean las mismas: mientras que en este supuesto el drogadicto busca refugiarse en el placer de la droga como forma de negar los problemas, el asesino quiere transformar su realidad, es decir, al huir del mundo que no le gusta está afirmando su propia individualidad. Mientras que el adicto a las drogas escapa de enfrentarse a sus responsabilidades y niega sus auténticas necesidades humanas mediante el consumo de la sustancia prohibida, el asesino en serie afirma su auténtica naturaleza mediante el crimen. La insatisfacción que siente en la vida ordinaria es un acicate para hallar su auténtico camino.

En otras palabras: él no se refugia en el crimen repetido porque no se encuentra capacitado para enfrentarse a los problemas de la vida ordinaria (como hace el adicto), sino que los problemas de adaptación o la insatisfacción interior que siente desde joven son una muestra de que hay algo más que ha de lograr subvirtiendo el orden moral universal, mediante el inicio de una trayectoria de asesinatos repetidos. La diferencia entre la compulsión para matar y para tomar drogas se ve más clara si prestamos atención al origen y desarrollo de la primera, que no guarda relación alguna con la iniciación a las drogas. Como sabemos, en el asesino en serie hay un periodo más o menos largo en el que su fantasía es esencial para explorar el camino futuro. Ese imaginar cómo se siente uno cuando persigue y rasga las vestiduras de una mujer, cuando la puede imaginar atada en un hoyo en el monte y a su completa merced, va creando en el sujeto un sentimiento extraño, como de disociación o extrañeza hacia su propia persona: él ve que hay un “yo” interior que se va revelando y que, inicialmente, le produce una profunda conmoción y quizás miedo por lo que va a suponer. No es extraño que algunos asesinos recurran al alcohol para atreverse a “liberar” ese monstruo interior. Es entonces cuando, en ocasiones, se producen los “ensayos” o pruebas en la vida real: se persigue a una chica, se intenta capturarla, hay un amago de ataque...

Así, Joaquín Ferrándiz primero comete una violación; cuando sale de la cárcel comprende que ha de matar para experimentar lo que necesita y, además, para evitar que haya testigos que lo vuelvan a llevar ante la justicia. Del mismo modo, Bundy en el capítulo 8 nos relató de qué modo empezó espiando a las mujeres mientras se desvestían, y cómo poco a poco –y ayudado por una fantasía muy poderosa y rica que iba alimentando con sus lecturas— va acercándose más con sus actos al tipo de crimen que le caracterizaría como uno de los mayores asesinos seriales del siglo XX.

De acuerdo con esta hipótesis, los motivos a los que antes he hecho referencia no son sino diferentes caminos por los que los asesinos en serie llegan a buscar su naturaleza esencial. Unos lo hacen porque desean vivir con lujo o con cosas que le apetecen tener. Otros quieren sentir un placer sexual descomunal, brutalmente intenso. Unos terceros quieren expresar su odio y resentimiento de un modo atroz. Finalmente, todavía otro grupo de asesinos quieren disponer del sentimiento placentero que les da el obtener el control absoluto de otra persona; la capacidad de ser los dueños definitivos de la vida de quien han capturado.

Todos esos motivos son formas de llegar a una misma meta: el control del ambiente, la transformación de la realidad, la creación de un nuevo yo mediante una violencia inusitada y secreta (2) . En este sentido, como antes he indicado, habría una motivación general para todos los asesinos en serie: lograr el control de una parcela de la realidad donde ellos definitivamente encuentran su mayor realización personal, lo que incluiría todo el proceso que va implícito en la preparación, ejecución y ocultación de cada asesinato.

(1) Tampoco quiero extender esa semejanza al grado de control que ambos tipos de sujetos pueden ejercer sobre el objeto de la compulsión. Como indica la evidencia, los asesinos pueden elegir el momento en que deciden matar, así como tomar todas las precauciones que consideren oportunas. Esto supone un control muy superior al que manifiestan los adictos a las drogas.

(2) En situaciones excepcionales como son las guerras, los psicópatas pueden convertirse en asesinos en serie y, por ello, lograr su plena realización, en un contexto socialmente aprobado. Es el caso del Doctor Mengele y sus experimentos malignos en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, tal y como explico en mi libro: Contra la violencia, las semillas del bien y del mal (Algar editorial, 2002)




La última obra del Dr. Vicente Garrido, busca que el lector sienta cómo se aplica la psicología forense en cada fase de la aplicación de la ley. Es un libro que muestra los éxitos y logros, pero también los fracasos y limitaciones en un ámbito donde la vida y la muerte, el dolor y la esperanza, se confunden en el pulso diario de la lucha por la existencia. Recomendable para todos los públicos

Fotografías: Tony Roig
para MENS REA ACTUS REUS

Dr. HUGO MARIETAN, la psiquiatría argentina para el mundo


El Dr. Hugo Marietan es un prestigioso psiquiatra, escritor, investigador y emblema de la psiquiatría argentina. Su labor profesional ha transcurrido en los neuropsiquiatricos más importantes de Buenos Aires: Tiburcio Borda y Braulio Moyano, además de la práctica privada. Es docente de la Universidad de Buenos Aires y dirige la Revista Alcmeon de la Fundación Argentina de Neuropsiquiatría. Su teoría sobre las psicopatías y la introducción del complementario como figura diferenciada de la víctima le han dado notoriedad mundial. Sus libros y artículos sobre psiquiatría son motivo de consulta para estudiantes, profesionales y público de todo el mundo.

¿Por qué eligió esta carrera?

La carrera de medicina fue un anhelo desde la infancia. Por extraño que parezca, tenía la firme convicción de ser médico desde la escuela primaria. Realizado ese sueño, elegí psiquiatría como especialidad por la incógnita que representaba la mente humana y su influencia sobre las enfermedades corporales. Siendo estudiante de quinto año de medicina, realicé las prácticas de psiquiatría en el Hospital Moyano, de alienadas mujeres, y desde allí quedé prendado de la psiquiatría. Y hoy, ya pasados tantos años, cada vez amo más esta especialidad.


¿Cuándo nota usted que la psicopatía no es una enfermedad si no un modo de ser en el mundo?

Desde que se comenzó a definir el tema de la psicopatía como algo diferente de otros fenómenos mentales, existieron dos tendencias: las que consideraban que era una enfermedad (como la neurosis y la psicosis), y los que consideraban que no lo era (como K. Schneider por ejemplo) y hablaban, entonces, de anormalidad (en sentido de infrecuente, estadístico). Yo le he aportado esto de "una manera de ser" porque considero que no es una enfermedad, sino una variación de tipo humano, que incluso tiene un rol en la especie. Entonces, desde esta perspectiva los psicópatas son un tipo de humano con una manera de ser en el mundo distinta al resto. Este concepto es muy importante para el terapeuta, ya que lleva implícito el reconocimiento de "lo distinto" en el psicópata y, verlo como una mente "diferente" y, ya veremos, inalcanzable para una mente común.

¿Qué hace diferente a un psicópata cotidiano de los otros psicópatas?

El psicópata marcadamente disfuncional socialmente como los homicidas, violadores, paidófilos, prirómanos, etc., tienen una impronta fácilmente detectable una vez descubiertos, que es la desmesura en la acción disocial. Y repugna, y es rápidamente señalado y marginado o eliminado del circuito social. El psicópata cotidiano es muy difícil de detectar, ya que maneja los códigos comunes muy bien, aun con maestría y muestra un faz social a veces más que aceptable, incluso carismático como ciertos líderes políticos; o bien son talentosos en emprendimientos empresarios, o científicos, religiosos. Esa faz oculta la otra, la psicopática, que no la muestra sino a los que él quiere mostrárselas, es decir a sus complementarios, o a sus víctimas tangenciales. De tal manera que, cuando se descubre su fase psicopática como fue el caso de Jorge Corsi o el Padre Jorge Grassi, provocan perplejidad y estupor en la gente que quedó fascinada por su faz clara que es la que muestra a la sociedad, y ahora, abruptamente, descubre el lado oscuro. Pero, fuera de estos casos resonantes, el psicópata cotidiano puede permanecer en las sombras por muchos años, incluso hasta su muerte, sin que se enteren de ellos el microcircuito, o sea el que está fuera de los complementarios y víctimas tangenciales.


Dada su experiencia en el tema de los psicópatas ¿cuáles pueden ser rehabilitados y cuales no?

No hay posibilidad de rehabilitación, pues nada esta alterado (en sentido patológico), dado que nos es una enfermedad. Al considerarse una manera de ser, no hay posibilidad de tratamiento. Pero, muchos de estos psicópatas encuentran una inserción social al hacer trabajos sucios o marginales o que repugnan a la mayoría. Ciertos rasgos como la insensibilidad hacia el otro, le permiten ser excelentes cirujanos, lo que no quiere decir que todos los excelentes cirujanos sean psicópatas ¿se entiende?, o bomberos, o evisceradores, o sepultureros, o policías o militares comandos, o espías, o torturadores, éstos desde luego con otro nombre: interrogadores especiales o cualquier otro eufemismo.


El CUESTIONARIO DE RASGOS PSICOPÁTICOS es una escala cualitativa para orientarnos sobre la existencia o nó de estos rasgos en las personas ¿Cómo surgen estos indicadores?

Los indicadores surgen a través de la experiencia, al ver que las complementarias repetían una y otra vez las mismas quejas, se fueron conformando los rasgos. Sobre todo el concepto pulido de "cosificación" que fue un hallazgo el dimensionarlo en toda su magnitud como elemento palpable y descriptivo y no como una mera abstracción.


¿Cuál es la diferencia entre una víctima y un complementario?

La victima es alguien que padece a otro a su pesar, es producto de un encuentro azaroso y no previsto. La víctima sufre el accionar del victimario y siempre tiene la esperanza de escapar y lucha por conseguir su libertad. Nunca le facilita las cosas al victimario para que la dañe, al contrario trata de zafar de toda posibilidad de daño por parte del victimario. En la menor oportunidad, la víctima trata de escapar, y tiene un pésimo recuerdo de ese trauma y jamás, voluntariamente, volvería a caer en algo semejante. Es una prisionera iracunda, deseosa de que la prisión se acabe y odia a su victimario.
La complementaria goza con la presencia del psicópata, lo busca, si el quiere alejarse, ella lo atrae, arma con él los barrotes de su propia prisión, no quiere ver nada negativo del psicópata y trabaja arduamente para no ver los aspectos negativos del psicópata; si él se va, lo extraña a pesar de que objetivamente ha sido muy dañada. Se compara a una esclava que idolatra a su amo.


¿Por qué es necesario un abordaje clínico del complementario y sus familiares?

El complementario, luego de la experiencia con el psicópata queda como "desangrado por un vampiro", alguien que semeja a un anémico; queda deprimido y doliente; con la autoestima es decir su concepto del propio valor, destruido; como alguien que desea estar con el psicópata pero que sus fuerzas ya no le dan más para mantenerle el ritmo de desgaste que impone el psicópata. O bien, viene porque el psicópata la abandonó, como se abandona a una herramienta a la que ya no le damos uso. Entonces hay que trabajar mucho, como terapeutas, como esta persona: al que devolverle el sentido de su vida, ya que la complementaria vive con el sentido de vida que le vende el psicópata. Hay que tratarla como a una estresada, como un estrés postraumático, como una depresión, como una desvalida en ocasiones.
Tanto a ella como a la familia hay que explicarles qué fue lo que le pasó, hay que hacer docencia, mucha, para que se comprenda este fenómeno que es nuevo a ojos de los familiares que no comprenden cómo ha caído tan bajo.
Mucha comprensión, de parte del terapeuta, que debe ejercitar al máximo su tolerancia y paciencia, trasmitir información y solicitar ayuda a los familiares que deben contener a lo que queda de aquella mujer vital y sana que conocieron antes de la experiencia psicopática.

miércoles, 30 de julio de 2008

SINDROME DE ESTOCOLMO, CONSIDERACIONES CRIMINOLOGICAS

Autor: Maria Laura Quiñones Urquiza


El síndrome (*) que nos ocupa no ha sido caracterizado con entidad diagnóstica propia en la última edición de 1995 del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM IV), pero sí se lo reconoce como fenómeno psicopatológico de plataforma traumática: “En el que se induce al agredido a un modelo mental, de naturaleza cognitiva y anclaje contextual”(MONTERO GÓMEZ).

Podría definir al síndrome de Estocolmo como un trastorno emocional que se caracteriza por la justificación moral y el sentimiento de gratitud de un sujeto hacia otro de quien forzosa o patológicamente dependen sus posibilidades reales o imaginarias de supervivencia.

CAPTOR - REHEN: COERSION, SEDUCCIÓN, MANIPULACIÓN


Este estímulo estresante externo coloca a la víctima en una posición pasivo agresiva frente a su victimario, desencadenando una reacción defensiva funcional nerviosa que hace actuar al innato y automático instinto de auto conservación: la señal de amenaza que recibe el cerebro se propaga por la ruta neuronal, recorriendo el sistema límbico hasta el complejo amigdalóide, regulador de las funciones instintivas y de defensa. La respuesta adaptativa sería la búsqueda de preservarse, en este caso frente a la anulación ilegítima de la libertad, al aislamiento; a la sorpresiva (¿por qué no traumática?) realidad de no poseer más el control de su propia vida, de enfrentarse a la posibilidad de la muerte, en otras palabras: quedar sometido por tiempo indeterminado al impredecible deseo de Otro (la mayúscula es mía).

Se establecería un enlace asimétrico pero empático y pseudofraternal, dando lugar en forma real o imaginaria a la posibilidad de seducir y manipular al perpetrador, buscando ser desestimado como potencial objeto de descarga de furia, torturas u homicidio.

En el caso del rehén, el ascender un escalón y conseguir tratar al delincuente de igual a igual, se logra con empatía; quizás el mecanismo defensivo de la negación le impida reconocer su condición de subordinado, conquistando su simpatía mediante el diálogo, la obediencia e integrándose finalmente como una pareja armónica.

Esta nueva dinámica entre la pareja penal, podría llevar a instaurar en el delincuente el desequilibrante sentimiento de pena en caso de tener que ejecutar a su ocasional rehén. Probablemente, el lazo desemboque en un inexplicable descuido subconsciente del delincuente, gracias al cual, el rehén escapa de su lugar de presidio.

Luego de ser liberados, la frialdad e imposibilidad de identificarse como víctimas, pone de manifiesto la disociación de aquellos que padecen síndrome de Estocolmo. Esta suerte de trance, traería consigo daños colaterales para la sociedad, entre ellos podríamos contar en algunos casos con simulados olvidos, no reconocimiento de fisonomía, vestimenta, voz, durante la rueda de reconocimiento policial o falsa descripción en el identikit, lo que obstruiría las investigaciones y facilitaría que el malviviente continúe su actividad delictiva como consecuencia de ese falso testimonio. Observemos como la relación asimétrica muta, patológicamente, en una de complicidad.

Este encubrimiento no obedece al temor por las posteriores represalias del delincuente, si no a algo mucho más profundo y que roza la esfera afectiva: una fase melancólica donde uno recuerda a aquel amigo que nos salvó la vida y a quien agradeceremos retribuyendo con el silencio. La imputabilidad de quien tiene este síndrome podría ser puesta en duda.

Pueden padecerlo personas cuyo desarrollo cognitivo cursa con normalidad, así como también sus posibilidades de representarse el consecuente peligro que la comisión de obstruir una investigación policial promete. Como víctima, requiere la asistencia psicológica o psiquiátrica para recordar, elaborar y poner en palabras la situación traumática, amén de las consecuencias del stress post traumático. Me pregunto si este síndrome ¿no será una defensa subconsciente para velar y retardar el estrés post traumático?.

La memoria es selectiva y normalmente las huellas mnémicas sufren alteraciones con el correr del tiempo, muchas de las alteraciones son cualitativas, es decir en su calidad, como por ejemplo Ilusiones del recuerdo, amnesias lacunares (parciales), etc.

En algunos países a la víctima se le brinda apoyo psicológico o el patrocinio de un letrado, no siendo parte del proceso judicial y teniendo las mismas obligaciones que cualquier testigo.

El Código Procesal Penal Argentino en su LIBRO SEGUNDO DE LOS DELITOS, Título I de los Delitos contra las personas, Capítulo XII y sobre el falso testimonio reza en su Art. 275, que será reprimido con prisión de un mes a cuatro años, el testigo, perito o interprete que afirmare una falsedad o negare o callare la verdad, en todo o en parte, en su deposición, informe, traducción o interpretación, hecha ante la autoridad competente.

Si el falso testimonio se cometiere en una causa criminal en perjuicio del inculpado, la pena será de uno a diez años de reclusión o prisión.

En todos los casos se impondrá el reo, además, inhabilitación absoluta por doble tiempo del de la condena. (texto conforme ley Nº 23.077)

Los testimonios no son verdades absolutas por más idoneidad que tenga el testigo, ya que los hechos van a ser descriptos y empañados de subjetividad, consecuentemente pueden ser tendenciosos inconscientemente o sufrir la omisión de detalles importantes para el esclarecimiento de los hechos.

Aunque del testimonio de muchos testigos sobre un mismo hecho puede que se obtenga algún dato objetivo, derivado de que muchas subjetividades coincidan en que les fué impactante un detalle en general, aún así, solo se los puede considerar verdad auxiliar de la justicia. ¿Cuán confiable es entonces el testimonio de quien padece síndrome de Estocolmo?, ¿son imputables su error, omisión o deformación de los hechos?

La apresurada exigencia de dar testimonio, puede evidenciar la discapacidad momentánea para cumplir con el requerimiento de informar fehacientemente sobre los acontecimientos.



PSICÓPATA - COMPLEMENTARIO: SEDUCCION, COERSION, MANIPULACION


Para el vínculo entre el psicópata y su complementario, haremos hincapié en que aquí en un principio no hay lugar a la relación asimétrica víctima – victimario, pues existe una satisfacción que la complementaria obtiene a cambio y que no le habría sido revelada hasta antes de conocer a su psicópata.

Analicemos el perfil de esta pareja, como por ejemplo la de una mujer golpeada o que padece un maltrato psicológico de larga data y a quien le cuesta desprenderse de la posición inferior a la que es sometida por su psicópata. Psíquicamente sitúa al Otro como un superior omnipotente, del que según ella, dependen su bienestar y en algunos casos el sentido de su vida. Así, se otorga para lo que él disponga: seducirla, opacarla, ridiculizarla, golpearla, seducirla, repito: para lo que su Otro disponga.

Anclada en ese vínculo patológico donde el peligro de perder a su redentor, vulnera la unidad de su Yo, queda a merced del Otro. Puede incluso permutar el sufrimiento, la humillación obtenida, en algo positivo que le permite mantener a ese motor gracias al cual ha podido superar barreras represivas, descubrir nuevas experiencias, encontrar satisfacciones distintas que no se hubiese atrevido a explorar, sin un particular sentido de libertad patrocinado por su psicópata.

El vínculo con esta suerte de parásito, la aísla en un pozo del cual es difícil emerger. La ruptura de esta dinámica garantiza un duelo, vivenciándose como sentimiento de culpa por correrse de la escena, por intentar convertir este círculo vicioso en virtuoso. El común denominador es el de no saberse objeto, cosa, instrumento, de no acusar este cachetazo al narcisismo. Difícilmente la decisión de finalizar esta relación provenga de la complementaria, pues su hastío, muchas veces se convierte en deleite gracias a la manipulación de su psicópata.

Algunas complementarias admiten encubrir delitos o crímenes por amor, y hasta llegan a cometer actos osados o contrarios a su ética de toda la vida.

Quizás el psicópata por aburrimiento decida finalizar el circuito, frente a lo cual irrumpiría el Síndrome de Estocolmo en la complementaria, ella queda enganchada a su recuerdo, a ese deseo inscripto, a esa dinámica y puede que solicite ayuda psicológica o con el tiempo encuentre un nuevo psicópata. Otra de las posibilidades es que intente resolver la incógnita de por qué ha sido abandonada, si ella ha hecho todo, absolutamente todo lo que él le pedía y aún así la dejó, pero ninguna de sus interpretaciones racionales pueden explicar este vínculo irracional, por ello probablemente, la complementaria en la búsqueda patológica de su re-equilibrio, se humille, ruegue, prometa lo que sea a cambio de volver son su psicópata y ante la negativa de éste, lo justifique avergonzada culpándose por no haberlo dado todo, pero lo raro es que para poder manipularla y controlarla, el psicópata hace mucho que la despojó hasta de sus seres más queridos, dejándola sin nada más a qué renunciar, salvo, a su condición de complementaria.


(*) En medicina, se conoce como síndrome a los síntomas que manifiesta padecer un paciente, sumados a los signos que se observan, siendo este conjunto (en el Síndrome de Estocolmo) de origen desconocido, aquí radica una de las diferencias principales con la enfermedad: el desconocimiento de la etiología.



BIBLIOGRAFIA:


PSICOPATOLOGIA DEL SINDROME DE ESTOCOLMO, Un Ensayo Etiológico - Andrés Montero Gómez
EL COMPLEMENTARIO Y SU PSICÓPATA, Dr. Hugo Marietan – Editorial Ananké, año 2008.

martes, 8 de julio de 2008

ALGUNOS PERFILES CRIMINALES DEL CCM II

Autor: María Laura Quiñones Urquiza


DESORDEN DE PERSONALIDAD ANTISOCIAL

Por lo general existen desordenes de conducta en la juventud, falta de sociabilidad y establecer vínculos fraternales con las amistades. Otra característica es la llamativa irresponsabilidad quasi adolescente durante la adultez. La intolerancia a la frustración, a las leyes, al NO, es también notoria. Por lo general esto les genera un afán de venganza y descarga. Hay refracción al castigo. Suelen llegar a la explotación de su propio cuerpo o el de los otros por dinero. Poseen necesidades primitivas, algunos delincuentes pueden encajar en esta clasificación.


PERSONALIDAD ANTISOCIAL POR PODER


Una de las personalidades más difíciles de detectar, pues saben como manipular a otros, ya sea victimizándose o invocando al sentimiento de culpa de los otros.

Son predadores indirectos, es decir físicamente no poseen grandeza, pero su inteligencia les permite convencer a otros de actuar por ellos, por lo general son personas vulnerables o que cuentan con un status o logro en su vida, lo cual no los inhibe a actuar por ellos. Un ejemplo, son las personas que simulan ser cándidos, prístinos e inmaculados cristianos, pero esto es una pantalla para poder esconder sus verdaderas intenciones de aislamiento, control y manipulación sobre sus víctimas.


DESORDEN DE CONDUCTA

La mitomanía o compulsión a mentir, la búsqueda de destrucción de la propiedad ajena, es decir lo que tiene valor para otros, la crueldad con los animales y el carácter pendenciero se notan ya desde la niñéz.

Durante la adolescencia se manifiesta el carácter impulsivo y el deseo de comenzar incendios. Esta piromanía, no obedece a un síntoma epiléptico. No siempre esta personalidad es manifiesta o explosiva, puede formar parte de una personalidad implosiva e insidiosa: cínica. Los asesinos y pirómanos seriales encajan en este perfil.


DESORDEN DE PERSONALIDAD NARCISISTA

Estas personalidades se caracterizan por sus aires de omnipotencia, les gusta auto designarse con “cargos” o roles que nadie les solicita, su altanería es muy notoria, más aún si no son ni han logrado de lo que se jactan.

La frustración, la falta es insoportable, tal es así que desata su ira, pero no de un modo acorde a la situación, si no más bien desquiciado. La envidia por el éxito ajeno les es insoportable y suelen inventar un motivo para dividir a las personas.

Un ejemplo de ello es el sol negro de las familias, ese psicópata alrededor del cual giran los otros miembros del círculo familiar, deponiendo sus propias voluntades, proyectos, vidas en pro del cariño, aceptación o sanación de este psicópata narcisista.


PSICOPATIA

Abusan de la generosidad y confianza porque todo se lo merecen, por eso nunca piensan en agradecer la ayuda que se les da. El resentimiento que llevan dentro los convierte en seres egoístas. Son insensibles frente al sufrimiento que han causado al manipular a sus víctimas, es por eso que hasta tienen el descaro de culparlas por creer en ellos. La inflación yóica, el creer que todo lo pueden por ser el hecho de ser ellos, los hace incluso tomar actitudes arriesgadas, tentar al azar, por ejemplo arreglar cables eléctricos sin saber una pizca de electricidad. También tienen rasgos de conducta antisocial. Ejemplo de personalidades psicopáticas son los estafadores.


NARCISISMO MALIGNO

Cursan con conducta antisocial, sadismo y paranoia. El deseo inconsciente de sentirse tan importantes que son admirados, perseguidos y posible objeto de algún complot hace que recluten personas con personalidades influenciables (crónicas o transitorias) o personas co-dependientes con quienes formará un núcleo familiar y a quienes “hipnotizará” con su magnetismo, llevándolas a actuar en masa en pro de su ideología, que por lo general carece de sustento contundente, pero es su pasión lo que contagia y atrapa a los otros. “Están conmigo o están contar mí”. Un claro ejemplo son los jefes de algunas sectas.


SADISMO SEXUAL

Consiste en el acto real de humillar, golpear o hacer sufrir un dolor sustituyendo la unión amorosa entre los sexos. Cuando entre sus consecuencias encontramos trastornos clínicos relevantes, podríamos hablar de patología. En ocasiones solamente es una fantasía recurrente o un deseo de ver a otros hacerlo, lo cual basta para el aumento de la libido sexual. Es el par antitético del Masoquismo.

La excitación se produce al saberse controlando la situación, humillando a su víctima y la eyaculación al lograr que la misma padezca un dolor corporal inhumano. En el caso de los violadores, el temor y dolor infringido a la víctima es suficiente para poder eyacular, en algunos casos no es necesaria la penetración, la misma puede ser sustituida por objetos punzantes o punzo cortantes, que por desplazamiento representan psíquicamente al miembro masculino. Probablemente la sorpresiva predisposición o falta de temor en su víctima, haga que al violador se le anule la libido sexual.


SADISMO

La humillación ajena los hace sentir elevados, es una situación que cada vez se va tornando más violenta, manipuladora y con menos reglas. No existe la ética, el remordimiento, un ejemplo es el típico psicópata cotidiano como por ejemplo, un jefe de oficina sádico, que goza con ridiculizar a sus empleados y ostentar así su poder, aquí no hay miras al placer sexual. Las aptitudes académicas no son parámetro para estos casos, pueden ser desde actuarios a jefes de albañilería.


NECROFILIA


Esta parafilia con relación a la elección de objeto, se caracteriza por el enamoramiento con los cadáveres. Mirar, oler, penetrar o tocar cadáveres en distintos estados de descomposición sustituyen a una relación sexual normal. Tornándose patológica cuando es la única manera de satisfacción sexual y no como variante.
Aquí se juega una fantasía entre lo real y lo irreal, la búsqueda de sometimiento absoluto del objeto sexual. Si esta acompañada de otros rasgos contundentes de psicopatía, puede ser considerada un perfil criminal de relevancia. Pueden incluso llegar a matar a personas que eligen, para poder mantener relaciones con su cadáver.





Bibliografía:

CCM II, J. Douglas, A. Burgess, A. Burgess, R. Ressler

jueves, 26 de junio de 2008

LA CRIMINOLOGIA Y SUS INICIOS

Por: María Laura Quiñones Urquiza


Criminología fue una denominación otorgada por el antropólogo francés Pablo Toppinard en el año 1879, con ésta unifica a la sociología, antropología, biología, y psicología criminales en una ciencia. En los inicios se analizaba a la conducta delictivo criminal desde el positivismo y como un producto biológico o social. El hombre es un ser social, no un ser sociable, por ello la criminología en sí misma, nace a partir de las sociedades y los conflictos de control social que se evidencian en conductas disvaliosas del hombre con respecto a otros hombres, por lo tanto, su objeto de estudio siempre estuvo presente.

Su temática fue tratada con anterioridad a su nacimiento por FILOSOFOS como:

Platón (427-347 AdC)
Para quien los que cometían delitos eran personas enfermas incurables y por lo tanto con el castigo encontrarían el modo de librarse de lo injusto, ya que todo castigo justamente impuesto traía aparejada la corrección del delincuente en su propio provecho, y haciendo sufrir al reo se producía en los demás temor, por ende esto los hacía mejores. Apunta a un saber de totalidades, parte de supuestos o principios básicos y desde el punto de vista de las formulaciones es un saber objetivo, sistematizado y universal, pero tratándose de la conducta del hombre, no serviría realmente para la prevención de la comisión de delitos.

Santo Tomás de Aquino (1225-1274)
Para Santo Tomás de Aquino la práctica efectiva de la rectitud es conducida por virtudes morales como justicia, prudencia, templanza y fortaleza; las cuales previenen el vicio y la criminalidad.

Niccolò Macchiavelli (1469-1527)
Ocupándose de lo que sería el área de prevención de la criminología, proponía que los pocos ejemplos de severidad son mucho más eficientes que los príncipes, quienes con demasiada clemencia, dejan engendrar desórdenes acompañados de necesidades y rapiñas. Para él el amor resulta de la clemencia y el temor despierta con la severidad.


Entre otros filósofos se destacaron: Lucio Anneo Senneca (4 AdC -65 dC), François Marie Arouet “Voltaire” (1694-1778)

ABOGADOS como:

Santo Tomás Moro (1478-1535)
Quien a su vez fue un encumbrado político sostenía una posición socio genética del delito, para él las desigualdades, los factores económicos, las guerras, la ociosidad son sus principales generadores, así como también el entorno social y los errores de educación. Idealiza una Isla o país imaginario donde todo le pertenece a todos, ya no dando lugar a las disputas.

BIOLOGOS como:

Charles Darwin (1809-1882)
Quien hablaba de atavismos para justificar las conductas desviadas. Esta corriente biologista aduce estos comportamientos a factores filogenéticamente heredados.

MEDICOS como:

Hipócrates de Cos (Siglos V– VI AdC)
Fue el primero en situar las enfermedades mentales dentro de la medicina e identificó seis enfermedades: frenitis, manía, melancolía, epilepsia, histeria y enfermedad escitia. También clasificó a los TEMPERAMENTOS DESVIADOS basándose en un supuesto desequilibrio bioquímico hormonal en: temperamento colérico, sanguíneo, melancólico y flemático.

ANTROPOLOGOS como

Pablo Toppinard (1830 -1911)
Quien renombró estos estudios científicos dandoles el nombre de Criminología.


El delito era considerado en la antigüedad como una conducta desviada, despreciable, destructiva y antisocial, producto en algunos casos de personalidades enfermas. Para otros era la consecuencia de la imposibilidad que tenían algunos seres de diferenciar lo justo de lo injusto, incluyéndose aquí también a un factor educativo paupérrimo. A su vez era visto como la manifestación de emociones básicas, cuya barrera represiva era ineficaz. Según los romanos el delito era reforzado positivamente por el concepto de impunidad. Glaucón decía: “ningún hombre podría resistir la tentación de apoderarse de los bienes ajenos, en tanto que podría impunemente tomar en el mercado lo que quisiera, entrar en las casas ajenas para cometer abusos deshonestos con quienes se les antojara”

Actualmente la criminología abarca las áreas sociales, penales, legislativas y prevencionales.


PILARES SOSTENIDOS POR LA ESCUELA CLASICA:

* Existencia de un orden superior (derecho natural) al que debe subordinarse el derecho positivo.
Teniendo en cuenta que para el derecho positivo la moral es autónoma y propia de cada individuo, no considero descabellado que haya un derecho superior que prime en todo hombre: el bien común, y que se desprenda de un contrato social al cual estan sujetos y comprometidos todos los miembros de la sociedad. Si no hubiese un contrato social que garantizara la protección del hombre y su propiedad privada, estaríamos a merced de un totalitarismo o continuaríamos en aquella época cuando la libertad individual era privilegio de unos pocos.

* Método abstracto, deductivo y formal. Dicho método es lo que marca la mayor diferencia con la escuela positiva, pues esta última se rigió por un método empírico-inductivo-experimental.
Creo que para estudiar, preveer y rehabilitar la conducta de algo tan poco estático como es la conducta del hombre el método empírico – inductivo – experimental es el correcto como base de la ciencia de la criminología, probablemente el ideal de hombre que se desprendió de la filosofía (abstracto-deductivo-formal) haya servido en los comienzos para aproximarse al por qué de las conductas delictivas.

* Libertad racional del hombre. El hombre es un ser libre, que puede elegir, y por ello, es moralmente responsable de su desobediencia a la ley.
No siempre el hombre es dueño de sus actos, acá no se contemplan los síndromes o noxas cerebrales como lo puede ser la epilepsia del lóbulo temporal que puede ocasionar actos en corto circuito: agresivos, rotundos y con oscurecimiento de conciencia, llevando a quien la padece a masacrar a otras personas, tampoco se contemplan otros desórdenes o trastornos groseros de la personalidad como las esquizofrenias.

* Normalidad del delincuente. Nada distingue al hombre delincuente del que no lo es. Todos los hombres son cualitativamente iguales.
Concuerdo con la definición de que "cualquier hombre es potencialmente víctima o victimario de un acto delictivo o criminal" (J. C. ALEGRETTI), si bien hay trastornos de personalidad antisocial, en los cuales la comisión de crímenes o delitos son parte de su estructura psíquica o un modo de ser en el mundo, un hombre común, respetable, honesto, puede cometer un crimen pasional llevado por un acrecentamiento del afecto y una inhibición del pensamiento.

* Prioridad del hecho sobre el autor. A modo de adelanto se indica que esta es una de las grandes diferencias existentes entre la escuela positiva y la escuela clásica, ya que esta última prioriza el delito en sí por sobre la persona que lo comete, por sobre el delincuente.
Me parece que este tópico obvía la defensa propia, donde uno puede hasta cometer un homicidio defendiendo su propia vida, aquí se cometería un delito pero como consecuencia de una legítima defensa, lo cual no es condenable por la moral, el derecho positivo ni las principales religiones. Considero un gran error omitir el contexto en que los delitos son cometidos.

* El delito no es un fenómeno social ni individual. Es un ente jurídico
Me parece que si el hombre es un ser social, el delito es un fenómeno social, pues las normas que rigen al hombre dentro de una sociedad son consecuencia de ello y es por esto que tipifica las conductas desviadas cometidas por el hombre hacia otros hombres y sus bienes.

* Rechazo de la investigación de las causas individuales en la apreciación convencional de la desviación, en la adjudicación por definición de lo desviado, así como el rechazo de la valoración negativa de lo desviado. Ello permite establecer un parentesco entre la escuela clásica y el labelling aproach del siglo XX.
El labelling approach o “rotulación” sirve también en otras ciencias para el diagnóstico y posterior tratamiento, creo que tratándose de un perfil criminal es interesante este aspecto para conocer el abordaje que se debe hacer para reformar su conducta

* Las penas deben ser retributivas acorde al daño
Pienso que el que las penas sean retributivas acorde al daño, es algo utópico porque eliminando al principal creador y propulsor de un genocidio, no podríamos retribuir todas las muertes ocasionadas durante el mismo.
En algunos casos la pena de muerte para determinados crímenes o delitos que son constantes en un sujeto, una compensación monetaria para las víctimas de algún ilícito o la cárcel podrían considerarse.
Esto también me retrotrae al código persa de Hamurabbi: ojo por ojo diente por diente, de este modo se cerrarían las puertas para la compresión y estudio de las conductas criminales, si bien hay perfiles que a mi entender pueden ser reformados y otros no, tampoco creo q la solución sea una muerte por otra muerte, ya que es primordial comprobar si el delito es culposo. Si no partiendo de esta línea de pensamiento, estaríamos obviando los casos fortuitos y accidentales que se pueden dar, por ejemplo en los accidentes de transito.

BIBLIOGRAFÍA:
Manual de Criminología, Lic. Juan Carlos Allegretti

jueves, 5 de junio de 2008

CINE E IMPULSOS HOMICIDAS

Por: Maria Laura Quiñones Urquiza


REPULSION

Director: Roman Polansky
Protagonistas: Catherine Deneuve, John Fraser, Ian Henry

En esta película el director y la magistral actuación de Deneuve lograron plasmar el proceso de retracción libidinal esquizofrénico característico previo a un brote, donde el psicótico repliega toda esa libido, esa energía productiva desde los objetos/ personas hacia sí mismo, creando un mundo de fantasías primordiales, posteriormente intentará reconectarse con el mundo de una manera ya patológica mediante el delirio, en este caso puntual se presenta como impulsos homicidas.


LOS 400 GOLPES (Les quatre cent coups)

Director: Fraçois Truffaut
Protagonistas: Jean Pierre Léaud, Albert Remy, Claire Maurier.

Para quienes hemos leído a autores como Françoise Dolto, esta película aclara el panorama de aquella época donde los niños diferentes o rebeldes eran etiquetados de problemáticos y recluidos en nosocomios parecidos a cárceles juveniles, donde incluso algunos de ellos eran enjaulados, no es muy difícil imaginar que estos lugares hayan sido semillero de “niños cobayos” (DOLTO). La pregunta sería cómo puede un preadolescente “reformarse” siendo apartado de su hogar, sin contención en pleno tránsito hacia la adolescencia, donde su psique aún está formándose y precisa internalizar figuras parentales positivas para así lograr una identificación para en el futuro adaptarse al mundo que le tocará vivir. A todo esto la problemática que se plantea en torno al protagonista, el estilo de vida hogareño, el discurso materno donde él es sentido como un lastre inservible y molesto. La sorpresa de ver a su madre tener un affaire con otro hombre diferente a su padrastro, hacen de él un candidato potencial a todo tipo de resentimiento hacia las figuras de autoridad. ¿Niños agresivos o niños agredidos?



MAR ADENTRO

Director: Alejandro Amenábar
Protagonistas: Javier Bardem, Belén Rueda, Lola Dueñas

La eutanasia esta tipificada como delito en muchos países, en este caso se comete un homicidio. Desde el punto de vista criminológico y psicológico no deja de ser interesante el dilema ético que se plantea, ya que hasta qué punto no es lícito moralmente dejar morir a alguien que lo desea fervientemente, justificándose en lo que salta a la vista, cuando las posibilidades de vivir una vida plena se ven agotadas y desde larga data. La posición omnipotente y culposa de quien ayuda a Ramón Sampedro a morir.


NUNCA HABLES CON EXTRAÑOS (Never talk to strangers)

Director: Peter Hall
Protagonistas: Rebeca de Mornay, Antonio Banderas

Una psiquiatra forense padece una psicosis disociativa, vivendo una realidad paralela como consecuencia de un desorden de personalidad múltiple, probablemente la elección de su profesión, es un factor desencadenante para identificarse con la vida de algunos de sus pacientes.


LOLA

Director: Bigas Luna
Protagonistas: Angela Molina, Assumpta Serna, Feodor Atkine

Acá se puede apreciar el vínculo del psicópata Mario y su complementaria Lola, a quien vuelve a acosar manipulándola 5 años después de terminada la tormentosa y destructiva relación.


ALTA TENSION (Haute Tension)

Director: Alexandre Aja
Protagonistas: Cécile de France, Maïwenn Le Besco, Phillipe Nahon

El trastorno de personalidad múltiple de Marie, la protagonista, se refleja en impulsos homicidas desquiciados. La imposibilidad de unificar un solo yo en ambas personalidades que se encuentran divorciadas una de otra. La dismorfopsia (alteración del yo corporal) el verse metamorfoseado frente a un espejo.


MR. BROOKS

Director: Bruce A. Evans.
Protagonistas: Kevin Costner, William Hurt y Demi Moore

El respetable, pretigioso y emprendedor señor Brooks padece de una Psicopatía esquizóide, es instigado por un alter ego imaginario a premeditar y ejecutar asesinatos seriales, su otra conciencia le aprueba y desaprueba el modus operandi. Su período de enfriamiento se ve suspendido a modo de celebración por sus éxitos laborales.


MATADOR

Director: Pedro Almodóvar
Protagonistas: Eva Cobos, Nacho Montes, Assumpta Serna

Un torero retirado extraña sus días de ruedo, sintomatizando una Necrofilia y asesinando a sus amantes inmediatamente después del clímax.


TESIS

Director: Alejandro Amenábar
Protagonistas: Eduardo Noriega, Ana Torrent, Rafael Martínez

Un jóven estudiante de cine y asesino serial produce cintas de snuff. Su empatía utilitaria, belleza, capacidad de improvisación y habilidad de ocultar sus verdaderas intenciones, reflejan claramente el perfil de estos psicópatas.


ANATOMIA I (Die Anatomie I)

Director: Stefan Ruzowitzky.
Protagonistas: Franka Potente, Benno Fürmann, Anna Loos.

En pro de la ciencia se forma una sociedad secreta entre profesores y alumnos en la universidad de Hiedelberg, un auténtico sadismo en masa disfrazado de juramento hipocrático.

PERDITA DURANGO

Director: Alex de la Iglesia
Protagonistas: Rossie Perez, Javier Bardem

Romeo Dolorosa, nieto de una bruja caribeña y su novia Perdita Durango forman una Alianza entre Psicópatas que va ganando adeptos con sus ritos criminales.

lunes, 7 de abril de 2008

ESQUIZOFRENIA E IMPULSOS HOMICIDAS

Autor: María Laura Quiñones Urquiza


Antes de exponer la semiología general de los estados y cursos de esta entidad psiquiátrica, quisiera recordar que no hablamos meramente de objetos de estudio, si no más bien de seres humanos que sufren, que padecen. El avance de la industria farmacológica actual permite que estos pacientes puedan ser bien medicados logrando así una mejor calidad de vida. Por supuesto, es necesario un control periódico del tratamiento. Antes de comenzar deberemos diferenciar a la esquizofrenia de la demencia, dejando esta última un deterioro global progresivo e irreversible en las funciones psíquicas. Con fines didácticos me limitaré a describir algunos de los síntomas más notorios durante el período de estado, es decir cuando se observa la riqueza y variabilidad de los síntomas, evitando escribir sobre la dinámica psíquica, ecuaciones estructurales en el discurso, vías de formación de síntomas, etapas de fijación libidinal y rasgos de personalidad de la vida cotidiana de estos pacientes.

La psicosis esquizofrénica (1) es una patología, es decir un conjunto de signos y síntomas, pero en este caso con alteraciones groseras en la personalidad, Esquizofrenia significa mente dividida, disgregada, según algunas escuelas es de base cerebral, específicamente en el tálamo, es decir en uno de los filtros más importantes que tenemos para la captación del mundo externo. Esto hace que el paciente tenga sensaciones nuevas, vivencias que experimenta como extrañas, es decir hay un antes y un después de estas vivencias, o sea, del primer brote. El paciente percibe el mundo externo tal como lo percibe un intoxicado con mezcalina o LSD, pero en este caso sin necesidad del mismo, todo tiene “ese no se qué”, ya nada se percibe como antes. Si hablamos de las esquizofrenias auténticas: Todo es un proceso químico endógeno, es decir producido por el propio organismo del paciente. La carga genética del Acido desoxírribo nucléico (ADN) traería consigo esta patología, pudiendo o no manifestarse de padres a hijos, pero en general alguien del vínculo primario o secundario de una familia la ha padecido. Es decir, es el modo de enfermar, algo así como el órgano de Shock que tiene el paciente para enfrentar el stress.

Los brotes esquizofrénicos en su mayoría son formas de aparición brusca de la enfermedad y pueden tener un tiempo de duración diferente. Lo que colabora para la aparición de estos brotes es un factor desencadenante, es decir una situación que convoque la esencia de las personas: enamoramiento, desengaño amoroso, casamiento, paternidad, adolescencia, presiones laborales, etc.

Cabe destacar que cada brote va dejando un déficit irrecuperable en algunas funciones psíquicas, es decir involucionan ó el pensamiento, la percepción, la conciencia, la memoria, la atención, la afectividad, la volición, la motilidad, el lenguaje, el instinto de conservación, etc. Durante el período de estado de la enfermedad, se pueden observar diversas alteraciones cualitativas y cuantitativas de todas las funciones.

Generalmente el primer brote aparece en la adolescencia y se lo denomina hebefrenia, no suele ser percibido por los familiares ya que es confundido como rebeldía o una retracción propia, característica del adolescente, pues su sintomatología no es muy florida, salvo algún episodio realmente alarmante: intento de suicidio, automutilación, francas alucinaciones, etc. Pero esto no quiere decir que no hayan aspectos que deben ser tomados en cuenta en aquellos brotes camuflados: no es lo mismo un adolescente (Ej. clase media) que se fuga de la casa por malos tratos y va a casa de un amigo a refugiarse y lleva consigo los objetos mas apreciados por él, a otro que se fuga de la casa, desprovisto de equipaje para dormir en la calle, come de la basura y todo esto sin razón, es decir sin manifestar un conflicto, ó un adolescente que pasa 10 días o semanas sin bañarse (esto en el sentido más estricto).

La esquizofrenia cursa con síntomas como alucinaciones auditivas: voces ajenas que le dictan, le cuentan, le informan, le ordenan, o que es el hijo de Dios, o que debe matar a la madre o al padre o a alguien para salvar al mundo, ó que debe pertenecer a determinado cuadro de fútbol, etc. éste es el famoso delirio de INFLUENCIA.

En el esquizofrénico el razonamiento es correcto (dependiendo de su déficit, es decir de la cantidad de brotes), el modo de percibir el mundo es incorrecto (falla talámica), ante estas alucinaciones auditivas el paciente construye también el delirio de cerebro telepático, donde (por una alteración cualitativa de la conciencia: el yo en oposición al mundo externo) percibe que hay en él una transparencia que hace que los otros adivinen, lean, sepan o le saquen sus pensamientos o que hace que el dolor ajeno (Ej. post quirúrgico) sea vivido, sufrido, padecido como propio. En el caso de Van Gogh se dice que el célebre pintor se cortó la oreja para dejar de escuchar las voces que lo atormentaban (automutilación). Cuando el delirio aparece, la esquizofrenia ya es vieja, debido a que ante esta multiplicidad de sensaciones extrañas el paciente después de experimentarlas un largo tiempo, finalmente encuentra "racionalizar" el sintoma, es decir darle una explicación, pero su conclusión termina siendo patológica.

Muchos pacientes cuentan que escuchan sus propios pensamientos en un volúmen amplificado o en eco, a este síntoma se lo denomina: Eco o sonorización del pensamiento. Suele también ocurrir que no tienen registro del dolor, ó sufren el desconocimiento de partes de su cuerpo, por ejemplo: vivencia de desaparición de un brazo, lo que responde a una alteración del yo corporal conocida como asomatognosia, en este caso acompañada de una alucinación negativa, es decir la NO percepción de un objeto real y presente. También describen sentir el desplazamiento de lugar de algún órgano interno: el hígado en el muslo o que su corazón ha sido convertido en vidrio o la sangre en caldo de verduras congelado (alucinaciones cenestésicas). La asomatognosia total se observa en algunas esquizofrenias catatónicas, donde el paciente permanece inmóvil hasta por días, tal como si fuese una esfinge, dándose esto por la vivencia de desaparición del propio cuerpo, algunas corrientes psicológicas opinan que ocurre por una regresión al vientre materno. Esto también se conoce como síndrome de Cottard y suele darse en personas con lesiones cerebrales en el lóbulo parietal (zonas 1, 2, 3, 5, 7, 39, 40 y 43)

Existen casos de personalidad múltiple (falla en la unidad del YO) donde una personalidad desconoce la existencia de otra y ambas conviven en el sujeto que ignora esta falla: un día es un monje tibetano, al otro día un bebé de 3 años, al otro día un presidente, y viste, habla y actúa de modo sorprendentemente diferente en cada personalidad, tiene núcleos delirantes correspondientes a cada Yo (no siempre bien sistematizados), por eso se dice que estas personalidades están divorciadas. En algunos casos los pacientes suelen hablar de sí mismos en tercera persona.

Se pueden observar interceptaciones del pensamiento: mantienen una conversación que pueden interrumpir por un breve lapso con minutos de silencio y cara de asombro, justificando posteriormente que en ese lapso le fue robado el pensamiento, la conciencia de este hecho, hace que se lo distinga de una ausencia epiléptica frente de la cual el paciente no es conciente. Suelen desdoblarse en soliloquios: hablan solos (según nosotros) pero ellos hablan con la persona que le envía las órdenes ó habla con las voces ajenas que están en su cabeza ó con alguien que esta con ellos (alucinaciones visuales).

A veces las voces que ordenan matar se traducen en Impulsos homicidas y por despersonalización no reconocen como suyos la decisión o deseo de tales acciones. En cualquier peritaje psicológico (Batería de test de exploración de la personalidad), en las entrevistas psiquiátricas, consultas médicas y en las historias clínicas se evidencia la patología.

Todas sus sensaciones le provocan perplejidad por lo novedosas y no sabe contarlas con palabras conocidas, por lo cual inventa palabras para describirlas (neologismos), su lenguaje puede ser amanerado (rebuscado) o su discurso suele carecer de una conexión consecutiva, es decir que en la cadena de oraciones la primera tiene relación con la cuarta, más no con la segunda o la tercera, no pudiendo llegar a terminar la idea principal a pesar de intentar retomarla apoyándose en las ideas secundarias, esto se refleja en el modo inconexo entre oración y oración, lo que no quita que el contenido cumpla con las leyes asociativas lógicas, simplemente la idea principal presente en el comienzo del discurso, se va debilitando hasta desaparecer.

También llegan a tener alteraciones en el curso o ritmo de su pensamiento, a modo de ejemplo esta la rigidez en el pensamiento de las esquizofrenias paranoides, donde la idea de ser perseguido o perjudicado perdura en forma pétrea por más explicaciones lógicas que se le den, a pesar de pruebas concretas de que lo que el paciente piensa no existe. Aquí el delirio esta sistematizado, es decir su trama para quien lo escucha por primera vez es coherente y siempre refleja una desconfianza perenne hacia los demás y la firme convicción de un COMPLOT.

En la esquizofrenia los movimientos suelen ser extraños, incluso pueden llegar a los manierismos (movimientos estereotipados, repetitivos, sin sentido a modo de descarga) o a las ecomimias: imitar como una sombra los movimientos de la persona que tienen enfrente.

El signo del espejo (Schneider) es PATOGNOMÓNICO (clave e irrefutable), el paciente recurre compulsivamente a mirarse en un espejo buscando ver si el derrumbe psíquico se refleja en su rostro, lo que demostraría que tiene conciencia de que algo le ocurre pero no sabe describir qué. Muchas veces el espejo le devuelve una imagen con su cara deformada (dismorfopsias), mas grande o mas pequeña (dismegalopsias), incluso se mira y ve reflejada por ejemplo la cara del Britney Spears (síndrome de Socías) aquí la alteración está en la identidad del YO.

La desorganización afectiva también se evidencia en estos cuadros, las personas son cosificadas, es decir tratados como meros objetos ó muebles, les es quitado el afecto, el cariño, tal es así que pueden ofender a sus seres más queridos con sus dichos y esto sin el más mínimo sentimiento de culpa, esto se debe a que no pueden tamizar lo que es positivo o no para los vínculos con el otro, por momentos impera en ellos la necesidad de descarga de sus pensamientos utilizando la palabra, sea o no coherente lo que estan diciendo. De más está decir que no se trata de un acto voluntario del paciente, si no más bien de una de las manifestaciones de la esquizofrenia.



PROBABLE ESCENA DEL CRIMEN


Sin Premeditación

Formaría parte de un IMPULSO: conducta súbita y violenta movida por una fuerza o pulsión interna, incoercible e involuntaria. Puede no haber recuerdo del acto debido al oscurecimiento de conciencia, es decir de la lucidez, por lo tanto se observaría la desorganización en su ejecución, prueba del impulso es que sería ejecutado con testigos y sin huida de la escena primaria, dejando vestigios tales como huellas digitales, de zapatos, e incluso el arma homicida entre otros testigos mudos. Quizás, el paciente no cuente con antecedentes policiales. Reviste importancia la historia clínica del paciente y el factor desencadenante.


Con premeditación

EL delirio de influencia podría llevarlo a asesinar a personas de importancia o determinada etnia, por lo tanto existe la posibilidad de clasificar a las víctimas. Puede actuar siendo llevado por otro tipo de delirios como el celotípico, erotomaníaco, reivindicatorio, etc. En su círculo más intimo sería notorio el retraimiento paulatino con respecto a su vida social, pues la idea delirante toma al paciente.


INIMPUTABILIDAD Y DILEMA ÉTICO

El dolo, la representación y el desarrollo cognitivo en el fuero penal tienen que ver con la imputabilidad o no de los actores de hechos disvaliosos. En algunos países la responsabilidad de la medicación recae exclusivamente en la voluntad de estos pacientes, por lo tanto ¿hay responsabilidad en su impulso homicida?. No se obliga al paciente de alto riesgo a tomar medicación, ya que por lo general la decisión de cortar con la misma es tomada después de que alcanza una compensación química y estado de bienestar, es decir en un estado de lucidez aún siendo informado de su peligrosidad para sí y para terceros. De ejecutar un delito u homicidio solo es internado nuevamente en un neuropsiquiátrico y vuelto a la terapia medicamentosa, posiblemente con el diagnóstico de Demencia (en sentido jurídico) Transitoria.



(1) En cualquiera de sus formas: simple, hebefrénica, catatónica ó paranóide




BIBLIOGRAFIA:


CCM II, Second Edition. John E. Douglas, Ann E. Burguess, Allen G. Burgess and Robert K. Ressler.
DSM IV, Valdez 1995
PSICOSIS DISOCIATIVAS, CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE PSICOPATOLOGÍA IV “, Héctor R. Fischer y Col. Centro Editor Argentino, 1997.
DOXOGRAFIA SOBRE ESQUIZOFRENIA, Hugo Marietán -Revista Alcmeón, Volumen 10, Nº 1.