jueves, 29 de agosto de 2019

PSICÓPATAS INTEGRADOS


Psicópatas Integrados, Delincuentes Sexuales, Potenciales homicidas y Criminología del Desarrollo en el programa "4 Caras Bonitas"  conducido por Diego Sucalesca acompañado por Anabel Cherubito, Tamara Bella, Pollo Cerviño y Hernán Villar, en Canal de la Ciudad

sábado, 24 de agosto de 2019

CAPACITACIÓN A MAGISTRADOS Y FUNCIONARIOS DE MISIONES

La imagen puede contener: 3 personas, incluido Laura Quiñones Urquiza, personas sentadas e interior

Acto de apertura del Taller de Técnica de Perfilación Criminal aplicada a Delitos Sexuales y Homicidios, a cargo del Dr. Froilán Zarza, Presidente del Superior Tribunal de Justicia y de la Dra. Liliana Mabel Picazo, Ministra del STJ, quienes resaltaron la importancia y la perspectiva distinta de abordaje para este tipo de delitos. El perfilado es una técnica de investigación criminológica mediante la cual pueden llegar a identificarse y determinarse las principales y distintivas características de personalidad, de relación social y de comportamiento de determinados delincuentes, basándose en las evidencias observables en el crimen, o la serie de crímenes que se han cometido, en la forma en la que se han llevado a cabo, y en el estudio de los diferentes escenarios en los que éstos han tenido lugar. El objetivo principal de esta técnica es colaborar en la investigación de determinados delitos, aportando información de utilidad a la policía para la captura de un delincuente desconocido. Asimismo intenta separar a los delincuentes de la población general, por lo que se constituye en uno o más de los instrumentos del proceso de la identificación individual de los mismos. El taller se dictó en dos módulos, uno sobre delitos sexuales y el otro referido a homicidios y participaron ministros, magistrados, funcionarios y agentes del poder judicial de las ciudades de Eldorado y Posadas

YO SOY MUY MALO: SECUESTRÉ, MUTILÉ Y MATÉ

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Cristian Alejandro Grippo, más conocido como “Lulo”, tiene 26 años y está condenado a 5 años y 6 meses de prisión por doble robo calificado con el uso de arma. Lleva tres años detenido. Previamente tuvo una condena por secuestro extorsivo. Nació en San Isidro, en la villa La Cava. El padre está preso, tiene cuatro homicidios en su haber, con una condena a 34 años de prisión; su madre trabaja como empleada administrativa en la municipalidad, pero lo abandonaron al año y medio de edad y fue adoptado por otra familia donde sufrió maltrato. Tiene nueve hermanos de su familia adoptiva. De su familia biológica, él fue el tercero. A sus dos hermanos sí los cuidaron, a él lo dejaron. El padre adoptivo le ponía muchos límites y falleció cuando él era un nene. Fue en ese momento que su mundo se derrumbó. “A los 10 años me fui de la casa para empezar a tener lo mío”, cuenta. Se fue a vivir a la villa Cri Cri en Garín y comenzó a vivir junto a otros chicos de la misma edad que eran pibes chorros. Su primera arma la compró en la villa. Él fue el único de todos sus hermanos que se convirtió en delincuente. Los chicos empezaron a crecer y de hurtos pasaron a robo a mano armada; luego supermercados, más tarde entraderas y finalmente comenzaron a secuestrar.  Dice haber sido el líder del grupo delictivo conocido mediáticamente como “La banda de la metra”. “Yo daba vueltas solo, llegaba a la casa y daba las indicaciones, a mí me gustaba ajustar”, recuerda. Salían a robar todos los días. “Una vez maté a un transa del barrio que me baleó la pierna, después que disparó fui al otro día y le di dos tiros en la cabeza”, dice sin ningún tipo de culpa. “El primer secuestro fue después de una entradera, el tipo no tenía plata y lo llevamos a dar vueltas por varios lugares. Lo tuvimos cinco días, le decíamos que si no nos daba plata íbamos a matar a la mujer y a los hijos. Así y todo, el tipo no largaba la plata, recién al cuarto día nos la dio, mientras lo tuvimos secuestrado le pegamos bastante y yo le corté el dedo pulgar”, cuenta. Para esa altura en el aguantadero tenían un verdadero arsenal. En la villa se hacían respetar a los tiros, si alguien les disputaba el territorio Lulo iba y lo baleaba a sangre fría. “Una vez a uno que nos faltó el respeto le metí un tiro en la panza”, asegura. En la cárcel siguió con métodos de violencia. “Como yo no tengo visita, yo acá vivo robándole a los otros presos, a mí no me interesa estudiar, yo lo que quiero es tener mi carnet de limpieza (llevar adelante el pabellón), y adonde llegaba me tenía que apuñalar con cuatro o cinco para sacarlos del pabellón y quedarme con el lugar. Llegaba, esperaba que se fueran los polis y arrancaba con la faca”, explica su forma de vida tras las rejas. Tiene un tatuaje en el antebrazo que dice “Perdono, pero no olvido”. “A mí me traicionaron mucho, te soy sincero cuando salga de acá voy a matar a un par que se quedaron con cosas mías”, lo dice mientras abre grande los ojos como cada vez que cuenta alguno de sus delitos. No se arrepiente de nada, lo único que le duele es haber dejado sola a su hija y, por momentos, haber roto la relación con su familia. La entrevista de Mauro Szeta y el análisis de Laura Quiñones Urquiza Aquí

CAPACITACIÓN A LA POLICÍA DE SANTIAGO DEL ESTERO



Acto de clausura, encabezado por el comisario general Gabriel Gómez, Director General de Inteligencia Criminal, junto a  Laura Quiñones Urquiza, especialista en Criminal Profiling  que capacitó a 60 cursantes, funcionarios de las Divisiones de Homicidios y Delitos Complejos y Trata de Personas de la Policía de Santiago del Estero en técnica de perfilación y análisis de la conducta, aplicados a la investigación criminal aplicada a la investigación de crímenes sexuales y homicidios, entre otros delitos



SEMINARIO DE CRÍMENES EXÓTICOS

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LOS ESPERAMOS junto al Lic. Walter Gorbak para estudiar una serie de crímenes atípicos y complejos, hacia el sinuoso camino de su resolución, abordándolos desde una visión interdisciplinaria de la Escena Del Crimen a través de la Criminalística y en Criminología, la conducta criminal con la Técnica de Perfilación. Algunas opiniones de nuestros alumnos del grupo que finalizó los jueves: 
Para INSCRIPCIONES y mayores datos: Aquí

SECUESTROS VIRTUALES

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A Jorge Guillermo Ivanoff le dicen "El Gitano" y está procesado por extorsión y tentativa de extorsión. Lleva tres años y dos meses detenido. Es miembro de la comunidad gitana y primo del padre del chico que atropelló a un ciclista y luego chocó inconsciente con un auto en avenida Beiró. Dice que sus hijos estuvieron con él en el cumpleaños al que asistió. Nació y se crió en Floresta, su padre trabajaba con empresas metalúrgicas, les vendía herramientas de corte. Su madre era ama de casa. Tiene cuatro hermanos, él es el mayor. Hizo el colegio sin problemas y ya finalizando la escuela comenzó a comprar y vender autos. La crisis del 2001 lo golpeó fuerte, perdió una casa y tuvo que irse a vivir a Posadas con sus cinco hijos. En Misiones se hizo amigo de un rosarino que compraba y vendía autos, su rubro. Sin embargo, había algo que dice que no sabía: su nuevo amigo era parte de la banda narco que competía con Los Monos por el monopolio de la droga en el Litoral, Los Arriola, y en los autos que transportaban llevaban droga. Todo cambió el día que, durante un operativo, desarticularon la banda y él también cayó preso. "Cuando se comunicaban hablaban de zapatillas y pantalones según el tipo de droga que enviaban en los autos, yo estaba en las escuchas, pero no tenía nada que ver. A mí me involucraron por ser gitano, no declaré nunca por miedo a que me mataran adentro y me comí 8 años. Cuando salí no tenía un centavo en el bolsillo, pero había aprendido un par de cosas estando en cana”, contó.En su estadía en la cárcel observó cómo hacían desde adentro los secuestros virtuales, veía que era sencillo y que sus compañeros de esa manera obtenían los números para la recarga de las tarjetas telefónicas, algo que en prisión es plata. “Llamabas al azar y le decías que tenías al pibe y lo ibas llevando, por la desesperación te terminan pasando ellos mismos todos los datos. Si por ejemplo te contestaba que no tenía un hijo, le decía: te hablo de tu hija no te hagas el pelotudo; o si no tenía hijos era un sobrino, y así entraban como caballos.” En la calle volvió a vender autos, pero decidió empezar a hacer secuestros virtuales esporádicamente. “Yo no lo hacía todos los días, sólo cuando estaba apretado”, dice. “Hacía lo mismo que vi en la cárcel: llamaba, se asustaban, pero ahora en vez de comprarte tarjetas telefónicas, te sacaban la plata en un bolso a la puerta de la casa o te la tiraban por el balcón. Sacaba casi 30 mil pesos por robo, éramos tres en la banda. Ojo, nunca apreté con fierro, mi arma era el teléfono”, se jacta. Cayó en la localidad de Alberti el 3 de mayo de 2016. “Teníamos la idea de robar ahí, porque en los pueblos chicos es más fácil, llamás y a los 10 minutos pasás por la puerta de la casa”, relató. La policía los detuvo al voleo por tener un auto desconocido en el lugar. “Por ser gitano me pusieron todos los robos que se hicieron en Mercedes, Chivilcoy y alrededores, nos exigieron que devolviéramos la plata, de robos que no cometimos, a todas las víctimas. Tuvimos que poner 240 mil pesos y quedamos detenidos igual. Él único de los tres que está en la cárcel ahora soy yo porque soy gitano.” La entrevista completa de Mauro Szeta con el análisis de Laura Quiñones Urquiza para Telefé Noticias Aquí