sábado, 30 de abril de 2022

ANÁLISIS DEL CASO DEL PRESUNTO ASESINO EN SERIE DE RAMALLO

Asesinos en serie. Cuando matar se convierte en un estilo de vida

Qué necesidad psicológica intentan saciar y qué los motiva a cometer los homicidios

Por Laura Quiñones Urquiza para diario LA NACIÓN

Se denomina “asesino en serie” a aquel que mata a tres personas en tres distintos eventos con un período de enfriamiento emocional o de “latencia” entre ellos. También se lo puede llamar “asesino múltiple’', porque se cumple el criterio de al menos tres víctimas. Hoy en día, para algunos especialistas en criminología basta con matar de este modo a dos personas para entrar en esa categoría, aunque, por ejemplo, no es así para la Ley en los Estados Unidos.

Tres eventos -homicidios- nos hablan ya de un estilo de vida, de un modo de resolver la frustración a través de la violencia extrema. Pero hasta acá podríamos también estar refiriéndonos a un sicario o un asesino a sangre fría. Lo que diferencia de estos a un asesino en serie es la necesidad psicológica que experimentan y que los motiva a salir a matar.

La elección de las víctimas, cuando los ataques no son espontáneos, lleva mucho tiempo de planificación, de fantasías previas que es necesario recrear, una y otra vez, hasta llevar a la realidad, aunque para muchos la realidad no llegue a esa perfección que ensayan en su cabeza. Finalmente, la satisfacción emocional que obtienen con cada ataque eleva su autoestima y los hace sentir “compensados”, pudiendo reintegrarse socialmente con un modus vivendi que no suele levantar sospechas.

No es raro que quienes los conocen refieran que la violencia fue ejercida con diversos matices, pero no con todo el mundo.

Una de las características de los agresores seriales es la ambición de ir por más a través de la impunidad, el escape, del uso y abuso ejercen con cada víctima.

En el caso del presunto asesino en serie de Ramallo, el criterio de elección estaría orientado a las relaciones o, mejor dicho, a personas conocidas o cercanas (la propia familia). Y esto no es raro: varios tienen imposibilidad de establecer nuevas relaciones o ganarse la confianza de distintas personas y prefieren pasar desapercibidos. No todos son carismáticos y grandilocuentes: eso es un mito.

En este caso, quizás eliminar al primer miembro de la familia-el hermano-, si el objetivo era exterminar al resto, era una decisión que le permitiría deshacerse de alguien que sí sospecharía o notaría algo extraño en la muerte de su sobrina o de su madre, no dudaría en pedir que la justicia investigue y sería el más difícil de manipular, porque según lo que trascendió, incluso para el personal sanitario no eran personas que presentaban riesgo de muerte.

En esas hipotéticas circunstancias, el modus operandi o método necesario para cometer el delito lo habría favorecido al ser el amo y señor de la escena luego de que las muertes ocurrían, porque como hijo, y al igual que con el personal sanitario, e incluso los asesinos en serie disfrazados de médicos o enfermeros, lo raro es que no estén allí luego de los fallecimientos. Y como hermano, padre o hijo ¿quién dudaría de sus buenas intenciones?

La aserción de poder suele ser una de las motivaciones habituales de los agresores seriales. Optar por la posibilidad de recurrir siempre al mismo establecimiento hospitalario, aunque no sea lo más práctico, podría haber servido para revivir los presuntos crímenes anteriores, porque este es uno de los pocos aspectos en que la ficción no miente: la mayoría de los asesinos en serie vuelve a la escena del crimen cada vez que se sienten “poca cosa”; así reavivan el momento en que pudieron salirse con la suya y seguir adelante con el modus vivendi que los reintegra socialmente, respetando las mismas normas que todos, hasta que aparezca una nueva víctima.

El tercer hecho en un agresor serial es decisivo: al consumarlo, ya ha decidido que esto es también parte de su estilo de vida. Con la impunidad de los ataques van generando un nivel de autoconfianza y arrogancia al lograr salir caminando y sin sospechas, como en los dos anteriores crímenes. Pero esta sensación de omnipotencia suele llevarlos a cometer errores.

No sería casual que sea su madre, con quien quizás haya tenido un vínculo afectivo, sin dejar de ser una víctima necesaria, la que lo llevó al olvido de ocultar el envase con la sustancia con la que habría envenenado a la tercera víctima, dejando la impronta de huellas dactilares que procesarán los criminalistas y que podrían conducir la pesquisa hacia él.

Porque otra de las características de los agresores seriales es la ambición, que a veces lleva al agresor serial a un punto de saturación y caída. Seguir leyendo

lunes, 18 de abril de 2022

LOS ASESINOS EN SERIE SE HACEN

 

Entrevista de Rafael Alberto Sagárnaga López para ¡Oh!, la revista Dominical del diario Los Tiempos de  Bolivia. Con fotos de Juan Ferrari. Se puede leer Aquí 

jueves, 7 de abril de 2022

ESTAFAS VIRTUALES, CÓMO PROTEGERSE.

"Mucha gente cae en estafas en redes sociales por error, cuando está baja de autoestima o vulnerable"

En Viva la Tarde por radio Sarandí de Uruguay, Laura Quiñones Urquiza, diplomada en criminología forense y criminalística, dio consejos sobre como evitar estafas en redes sociales.

Series como “El estafador de Tinder”, o “Inventando a Anna”, sirvieron como ejemplo de casos de estafa en los que podríamos caer. ¿Cuál es el perfil de este tipo de delincuentes?

"Yo investigo temas relacionados al ciber crimen desde el 2009. Desde el 2011 conozco casos de extorsión a personas que mandaron fotos eróticas. Lo más grave de todo es que esto pasa con menores también", dijo Laura Quiñones diplomada en criminología forense y criminalística en Viva la Tarde.

"El amor o sentirse importante para alguien es una puerta de entrada. Mucha gente cae cuando está baja de autoestima o vulnerable. Depende mucho de la habilidad del delincuente de cuello blanco. Generalmente estos casos no suelen tener violencia hasta que son descubiertos", dijo.

"Lo que tiene la tecnología es el avance y la dinámica. Hoy cada seis meses aparecen nuevos programas tanto para proteger tu IP como para conseguir un Malware y obtener todos los datos", señaló. "El 'fishing' es uno de los métodos actuales más utilizados. Trabajé con una persona a la que le clonaron su foto y redes, y ofrecían venta de dólares que terminaba siendo una estafa", explicó Quiñones.

Para Escuchar la entrevista Aquí

PERFIL DE LOS ESTAFADORES Y EL PODER DE LA PERSUASIÓN

 


SE CONTAMINA LA INVESTIGACIÓN PARA DEFINIR UN PERFIL CRIMINAL CUANDO NO SE ES OBJETIVO


Luis Cárdenas López entrevista a Laura Quiñones Urquiza para MVS Noticias de México, la perfiladora criminal argentina, dijo que en el área que trabaja se deben caracterizar por la objetividad y la falta de emoción al analizar los casos, ya que de lo contrario se puede contaminar la investigación. Comentó que vino a México para participar en una conferencia en la que presentará un caso de una víctima que fue ofrecida como ofrenda. Destacó que como perfiladora debe analizar el cómo se localizan las heridas en el cuerpo e identificar el tipo de crimen, ya que puede haber muchas variantes como el placer sexual,  placer por el dolor o la tortura. Nota de MVS Noticias: Aquí

¿CÓMO ENTENDER LA MENTE DE UN CRIMINAL?

 

La reconocida especialista en perfilación criminal Laura Quiñones Urquiza, autora de "Rastros criminales" y "Lo que cuenta la escena del crimen", visitó nuestros estudios. Junto a ella repasamos y analizamos conductas delictivas de algunos asesinos célebres y además le preguntamos, ¿Cómo logra dar con el perfil tentativo del probable asesino? Escuchá la entrevista Aquí


ASESINOS SERIALES, ENTREVISTA PARA EN LA MIRA DE URUGUAY

 


CRIMINOLOGÍA FORENSE

Entrevista para el programa Voces del Éxito de WQ Radio y emitido por 102.1 FM de Ecuador, para visualizar la entrevista: Aquí





 

 

Disponible desde hoy en los kioscos de revistas de todo México y en las sucursales de tiendas Sanborns , con entrevista de Manuela Melchor Ortega sobre Stealthing, Violencia Contra La Mujer, Grooming, Gaslighting y Microagresiones. Con fotos de Juan Ferrari


También se puede adquirir online: Aquí 

 

VIOLENCIA DIGITAL: TRAS LAS HUELLAS DEL PSICÓPATA


La Dra. Gladys Martínez entrevista a Laura Quiñones Urquiza para Proyecto Aurora, sobre Psicópatas integrados. Violencia psicológica. La Manipulación como herramienta. Características básicas para reconocerlos



HOSTIGAMIENTO DIGITAL - RECITO ABIERTO PARA EL SENADO DE LA NACIÓN ARGENTINA

 

En este capítulo hablamos de hostigamiento digital junto al presidente de la Asociación Argentina de Lucha Contra el Cibercrimen, Luis Nocera; la diplomada en criminología Laura Quiñones Urquiza; la periodista y víctima de ciberacoso Silvina Balonchard, y con la senadora por Neuquén Lucila Crexell, autora del proyecto de ley que busca incorporar al Código Penal el delito de hostigamiento digital.

QUÉ ES LA PERFILACIÓN CRIMINAL, ENTREVISTA A LAURA QUIÑONES URQUIZA - EXPRESIÓN FORENSE

 


TED BUNDY: DENTRO DE LA MENTE DE UN ASESINO SERIAL

Diego Rojas para Infobae

En la serie estadounidense Casados con hijos (que inspiraría el megaéxito de la versión argentina protagonizada por Guillermo Francella y Florencia Peña), el padre de la familia se llama Ed Bundy. Le faltó una "T" para llamarse como uno de los más famosos asesinos seriales, y primero en ser objeto de una cacería policial a lo largo de varios estados norteamericanos donde había cometido sus crímenes durante los años setenta: alrededor de 30 secuestros y asesinatos de mujeres jóvenes con ciertas características físicas similares, el pelo largo lacio, una belleza límpida, una muerte violenta o la desaparición física de sus cuerpos por siempre. Ese era el primer "chiste" de la serie, que se estrenó en 1987, tres años antes de la ejecución del homicida Ted Bundy, según la definición del criminólogo Robert Ressler de "asesino serial", cuyos asesinatos "pasan a ser psicológicamente necesarios y se repiten con más de tres personas en lapsos de tiempo separados".

La señal Netflix estrenó la miniserie Conversations With a Killer: The Ted Bundy Tapes (traducida al español como Conversaciones con Ted Bundy), que recopila las grabaciones de las conversaciones realizadas por dos periodistas en 1980 con el criminal encerrado en una cárcel de Miami, en el pasillo de la muerte, donde esperó que se cumpliera su condena a la silla eléctrica durante más de diez años. El producto es realmente perturbador y permite conocer con mayor profundidad los acontecimientos que llevaron a la pena de muerte a Bundy a las audiencias que se acerquen a la miniserie, de gran calidad. Por otro lado, en estos momentos se filma en Estados Unidos una película sobre el juicio que condenó a Bundy, que se escapó dos veces de su detención antes de asistir al tribunal que lo sentenciaría a morir.

Joven treintañero, criado en una familia cristiana, de cualidades físicas agraciadas (por no decir un galán de telenovela), seductor, con un título en psicología y con inclinaciones políticas, Bundy establecería una relación amorosa con una mujer que, cuando culminó, lo llevó a buscar jóvenes de características físicas similares a su gran amor para violarlas y asesinarlas salvajemente. Entre los casos reconocidos y los estimados sin denuncia, se calcula que mató a alrededor de 30 mujeres entre 1974 y 1978. Pero, ¿qué es lo que hacía que chicas jóvenes que podrían haber sido sus víctimas asistieran a las jornadas del juicio para verlo de cerca y admirarlo? ¿Qué fascinación provocan los asesinos seriales entre la gente?

"En el caso de Ted Bundy la gente quedó impactada por el estereotipo del sweetheart, el chico modelo norteamericano", dice a Infobae Cultura Laura Quiñones Urquiza, especializada en perfilación criminal y autora de Rastros criminales y Lo que cuenta la escena del crimen, además de ser la única especialista latinoamericana no residente en los Estados Unidos que coescribió artículos con agentes del FBI como Mark Safarik y Thomas Neer de la Unidad de Ciencias del Comportamiento de la mítica escuela de Quantico. "Era lindo, entrador —continúa—, sumamente carismático con las chicas, estudiante, activista político. Era todo lo que una madre hubiera querido como pareja para sus hijas. Por eso impactó y dejó una marca profunda en el imaginario social estadounidense".

—Los crímenes de Bundy fueron cometidos cuando aún no estaba afianzado el término "asesino serial". ¿Cómo influyó en los estudios que realizaba el FBI sobre este tipo de crímenes?

—Eso está bien explicado en la serie Mindhunter basada en el libro de John Douglas. En la serie (que también emitió Netflix) el personaje que caracterizó a Douglas es quien tiene más actividad o es presentado como el más talentoso, pero Ressler es quien tiene en realidad más participación al punto que denomina en la realidad el término "asesino en serie" para designar a los homicidas que matan a más de tres personas en distinto escenario con periodo de enfriamiento emocional y que matan por una necesidad psicológica.

—La serie de Netflix muestra a un hombre muy inteligente pero que a la vez incurre en pasos en falso o errores infantiles por un egocentrismo banal o dificultades académicas. ¿Prevalecía uno de los polos en su personalidad o convivían el genio seductor y el hombre dominado por deficiencias intelectuales?

—Él tenía un trastorno de psicopatía. Hay un error que señala que todos, absolutamente todos los psicópatas son inteligentes. Esto no es así. Lo que sí tienen todos es una gran astucia, una gran audacia y una gran capacidad para el mal. Eso es indiscutible y es lo que los hace tan talentosos para hacer daño. La mayoría no está tras las rejas, por el contrario, los que están tras las rejas son sociópatas, que se comportan como psicópatas porque el contexto social los ha llevado a eso. Pero no porque sean psicópatas por una cuestión genética. De todas maneras, una persona puede nacer con una composición genética que lo predispone a la psicopatía y no la desarrolla, como el caso del neurocientífico James Fallon, quien tiene un cerebro, digamos, similar al de los criminales más crueles y que están diagnosticados como psicópatas, pero él nunca desarrolló esas conductas. Es, como dicen los estadounidenses, la "naturaleza" contra la "crianza". En Fallon la crianza actuó como factor de protección. No creo que todos los asesinos en serie tengan una sobrada inteligencia y los errores que cometen los realizan por descuido, porque tienen el ego tan inflado y creen que están tan especializados que se olvidan del azar o de algún factor "x". Otra idea errónea es que todos los psicópatas son carismáticos. No es cierto. Muchos son mosquitas muertas, por eso es que perseveran con tanto éxito haciendo daño y nadie imagina que son capaces de ello, ya que son intachables en sus conductas, apocados, pero su lado B puede ser bastante siniestro.

—¿Por qué no hay asesinos seriales de esta naturaleza en la Argentina?

—En la Argentina hay muchos crímenes sin resolver o mal resueltos con culpables adentro que no son los verdaderos culpables. Por eso arribó al país el Innocence Project. Yo no puedo afirmar ni negar que haya o no asesinos seriales en la Argentina. Si es que hay, los hay en mucha menor cantidad porque lo que abunda en el país es el delito común, desde el delito de corrupción que es un crimen de cuello blanco, así como los delitos que tienen que ver con el contexto social.

—La odontología forense fue fundamental para inculpar a Bundy. ¿El perfilado criminalístico se complementa con la ciencia médica?

—La perfilación criminal utiliza todos los datos que dan los especialistas. Desde el médico legista que hace la autopsia, el odontólogo que saca las huellas dentales, el médico que acude al lugar del hecho, la fotografía forense. Todos los datos son relevantes para perfilar a estos criminales.

Las mordidas que realizó Ted Bundy sobre sus víctimas SEGUIR LEYENDO

ENTREVISTA A LAURA QUIÑONES URQUIZA

Foto Paula Salischiker

"Con cada caso me agarra una obsesión tal que hasta no terminarlo no tengo paz."


Laura es técnica en perfilación criminal, diplomada en Criminología Criminalística y Derechos Humanos del Instituto Universitario de la Policía Federal. Su trabajo consiste en confeccionar perfiles criminales de agresores desconocidos en casos de homicidios, delitos sexuales a mujeres y niños, y cibercrímenes sexuales y amenazas reiteradas durante la etapa de investigación.

Es una de las pocas especialistas en perfilación criminal en Argentina. Hace más de 10 años que trabaja para juzgados de instrucción, fiscalías y fuerzas policiales de todo el país. Laura recibe el dictamen del criminalista y las autopsias del caso en cuestión –asesinatos, en su gran mayoría-, y luego de un exhaustivo análisis genera una hipótesis sobre la personalidad, el sexo, la edad, la ocupación, el nivel socioeconómico y el estilo de vida del posible autor del delito. Los jueces de instrucción, los fiscales o los policías usan su “informe técnico consultivo” para la investigación que llevan adelante.

Este informe es esencial, ya que sirve para reducir el número de sospechosos; surge de una observación y análisis detallado del expediente, lo cual incluye: autopsias, declaraciones de las víctimas, de los testigos, alrededor de 200 fotografías -a veces solicita más para poder avanzar- así como las pericias informáticas. “Lo que uno observa es el delito, al delincuente y la escena, en eso se basa un perfilador, analizo las acciones, los actos, cómo hace ciertas cosas el asesino o delincuente, no su realidad psíquica”, explica Laura.

Y aclara algo que siempre ha generado confusión, sobre todo por las películas y series: “Los que van al lugar del hecho son el criminalista y el fotógrafo forense, quienes hacen una selección de fotos que me envían; claro que para mí pueden haber otras, y eso es lo que tengo que pedir, pero la persona que hace perfiles no va a la escena del crimen, ésa es una distorsión que hacen en Hollywood. Yo trabajo con el dictamen del criminalista, mi material de análisis es el expediente desde que se abre la causa. Por ejemplo, si es un ataque sexual leo la declaración de la víctima, su ampliación de denuncia en sede, la investigación del criminalista, y miro las fotos”, señala Laura.

Laura cuenta que su trabajo es una constante adrenalina desde que recibe la causa, y que si pide más datos, ello puede requerir esperar; y a veces, la burocracia y los tiempos de los juzgados y de la policía no coinciden con los suyos y le demandan una espera con la que sufre muchísimo. Laura pierde la noción del tiempo cronológico al estar trabajando; también confiesa que es sumamente obsesiva con su labor, repasa mil veces cada expediente y revisa otras mil veces cada informe consultivo antes de presentarlo. 

Esta profesionalidad le ha generado resultados positivos que han sido de gran ayuda a las investigaciones para las que fue convocada. “Mi lema es ‘mejor decir poco y decir bien que decir mucho y decir mal’, porque eso puede entorpecer la investigación; existe el peligro de irse de boca, como si esto fuera una lotería”. Es que Laura se compromete a fondo en cada caso y sabe que todo lo que dice puede cambiar el rumbo de una investigación.  

En la práctica, el lugar del hecho que analiza esta perfiladora criminal está lleno de marcas si está bien preservado y se sabe procesar. La observación profunda que hace Laura la lleva a ver detalles tan mínimos como la colocación de los zapatos de la víctima después del ataque como ejemplo de un ritual llevado adelante por el asesino repetido en varias fotos; ésas son las cosas que va descubriendo y que nadie más tiene en cuenta. Asimismo, en las declaraciones de las víctimas hay detalles que cuentan que no son tan importantes, y por otro lado otros que se pasan por alto y que a veces resultan fundamentales.

En su trabajo, Laura utiliza el método inductivo, que es el estadístico, y el deductivo, para entender por qué esa víctima le resultó interesante o apetecible al autor del hecho: “Creo que tiene que haber un balance, por eso combino ambos métodos en el llamado ‘método mixto’ del criminólogo español Vicente Garrido”, a quien Laura señala como su maestro, quien junto a David Farrington de EE.UU. es el criminólogo más importante del momento. 

Los materiales que recibe para analizar son muy densos y fuertes. Laura siempre espera lo peor a la hora de ver los expedientes: está claro que no es una profesión para cualquiera y que requiere una visión del mundo diferente a la personal. “Yo hago propia una lógica que no es la mía, entonces es romper el hielo con alguien y poder entender y ver lo que ve esa persona, comprender el uso de un arma, el método de control, cómo se aproxima a la víctima, qué conflictos tiene y qué no está dispuesto a hacer, comprenderlo a través de la violencia que el mismo sujeto expresa”, sostiene. Es así que durante la etapa de análisis de un caso, la cabeza de Laura funciona con una especie de “para-lógica”: “Tenés que ver y adaptarte al pensamiento del sujeto que estás buscando”.  

¿Y qué la sorprende a esta altura luego de tantos casos violentos analizados? “Por ejemplo, en casos de material de explotación sexual infantil espero ver lo que veo, pero a mí lo que me sorprende son detalles que puedan hablarme más del sujeto. No cómo mató o el sadismo que usó, a la hora de trabajar lo que me sigue sorprendiendo es que uno realmente -si busca bien, si va con cierta asepsia, y sabiendo que el 70% te lo va a enseñar la persona a la cual estás analizando- puede llegar a encontrar cosas interesantes”. 

“Cuando trabajo mi cabeza está a mil, creo que la curiosidad y tener la humildad en el sentido de que lo que vas a hacer es aprender de algo cuando te llega el expediente es fundamental. Vos no le vas a decir al tipo quien es él, él te lo va a decir a través de sus actos, vas a aprender quien es él por cómo hace las cosas y nunca podés decir ‘éstos siempre hacen lo mismo’”, señala Laura. 

Considera que la obsesión es una de las características que mueve a los perfiladores criminales así como el deseo de llegar a la verdad y conseguir justicia para la víctima. Laura recuerda que en su primer caso la víctima era una mujer que ejercía la prostitución; enseguida pudo notar que quién la atacó tenía un ritual: luego del crimen se bañaba y dejaba todas las pertenencias de la víctima ordenadas, no se llevaba nada y tampoco se retiraba inmediatamente de la escena del crimen. “Ahí te habla de una persona que hace rituales que no los puede dejar de hacer ni en su casa, así analizo los patrones no criminales del sujeto y a través de eso se puede saber quién es”, explica. 

Hasta el momento nunca se planteó dejar esta profesión, a pesar de lo duros que puedan llegar a ser algunos crímenes. Por su experiencia y conocimientos, Laura es habitual fuente de consulta de medios de comunicación nacionales e internacionales y de fuerzas policiales y judiciales del exterior. Además, asesoró técnicamente para el guión de la película Muerte en Buenos Aires, fue columnista en radio Rock and Pop y en Telenoche (noticiero de Canal 13). Actualmente escribe para los diarios La Nación y Perfil. 

A lo largo de su trayectoria, Laura dictó seminarios de perfilación criminal en Latinoamérica y en Europa. Es coautora de artículos criminológicos junto a perfiladores de la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI, y ha publicado artículos en revistas científicas especializadas. Brinda clases en la Universidad Hartmann de México en el Diplomado de Análisis de la Conducta Aplicado a la Investigación de Homicidios, y Criminología Forense en la Universidad Abierta Interamericana. Está preparando para dictar un Diplomado de posgrado sobre Violencia de género para aprender la investigación criminal con perspectiva de género, del que participarán la antropóloga feminista Rita Segato y la experta en comportamiento criminal Mary Ellen O'Toole del FBI. SEGUIR LEYENDO