jueves, 29 de diciembre de 2011
PROGRAMA TEXTUALES
lunes, 19 de diciembre de 2011
CASOS DE INFANTICIDIO PREOCUPAN A ARGENTINA
BBC Mundo, Argentina
En los pasados dos meses, una serie de asesinatos de niños en Argentina ha conmocionado a la sociedad, que sigue con espanto los pormenores de la investigación de cada uno de la media docena de casos.
Es difícil prender la televisión sin enterarse de alguna novedad sobre el "caso Nicole", el "caso Tomás" o el "caso Gastón", por nombrar a sólo tres de los brutales crímenes que han puesto el foco sobre la violencia contra los más chicos.
Los asesinatos no tienen relación entre sí y cada uno tiene un contexto propio, pero la criminóloga María Laura Quiñones Urquiza dijo a BBC Mundo que todos tienen algo en común: las víctimas fueron asesinadas "cuerpo a cuerpo" (por asfixia, golpes o cortes), es decir, sin el uso de armas de fuego.
Para la experta -una perfiladora criminal- esto revela que los agresores veían a esos niños como "cosas" sobre las que descargaron su violencia, aprovechando su supremacía física y la vulnerabilidad de los pequeños.
Otra característica en la mayoría de estos crímenes es que el asesino actuó por venganza contra los progenitores de las víctimas.
Esa es una de las principales teorías detrás del clic asesinato de Candela Sol Rodríguez, la niña de 11 años cuyo secuestro y muerte en agosto pasado dio pie a la seguidilla de infanticidios.
Al igual que en ese crimen, la muerte de Nicole Milagros Rodríguez, de 5 años, a comienzos de noviembre, también se atribuye a una "vendetta" contra el padre de la niña.
FEMICIDIOS VINCULADOS
Pero más allá de esos dos casos, los especialistas aseguran que la mayoría de los infanticidios que se cometen por venganza contra los padres no son contra la figura paterna, sino contra la madre.
"Nosotros lo llamamos ‘femicidio vinculado’ ya que es una forma de violencia contra la mujer que se lleva a cabo indirectamente, a través de la figura del hijo", dijo a BBC Mundo Fabiana Tuñez, coordinadora general de la Asociación Civil "La Casa del Encuentro", que apoya a víctimas de abuso doméstico.
Según un informe del Observatorio de Femicidios –creado por el organismo en 2008 para monitorear los casos de abuso- en 2011 fueron asesinados 17 menores en Argentina con el objetivo de "castigar" a las madres.
¿Por qué se ataca a los niños en vez de a las mujeres?
"Porque es pegarles donde más les duele", afirma Tuñez, una opinión con la que coincide la criminóloga Quiñones Urquiza.
El caso más famoso que aparentemente encuadra dentro de este tipo de crimen es el de Tomás Dameno Santillán, de 9 años, quien fue muerto a golpes a mediados de noviembre.
El único detenido y principal sospechoso del delito es la ex pareja de la madre.
SIN ESTADÍSTICAS
Los expertos coinciden en que uno de los mayores problemas para combatir la violencia contra los menores es que no existen registros oficiales que den cuenta del problema.
El informe del Observatorio de Femicidios se elabora sobre la base de lo que publican unos 130 medios argentinos. Sin embargo, los propios autores del estudio admiten que las cifras reales son mucho mayores, ya que la prensa sólo recoge algunos de los casos.
Para fomentar la prevención de estos crímenes el diputado de la Unión Cívica Radical (UCR), Julio César Martínez, presentó recientemente ante el Congreso nacional un proyecto de ley que propone la creación del Programa de Prevención de la Violencia Familiar en el ámbito del Ministerio Público.
En sus fundamentos, Martínez resaltó los casos de Tomás, Candela y Nicole, además de las 17 víctimas de "femicidio vinculado" denunciados por La Casa del Encuentro.
Según el legislador, el maltrato infantil suele darse en un contexto de violencia intrafamiliar y puede ser controlado.
EFECTO CONTAGIO
Quiñones Urquiza considera que un programa de prevención puede ayudar a detectar los síntomas de abuso y puede prevenir la muerte de los niños.
La especialista también observó que la gran cobertura mediática que están recibiendo los recientes infanticidios puede ayudar a mejorar la visibilidad de una problemática que muchas veces pasa desapercibida.
No obstante, la criminóloga también destacó un aspecto negativo del interés de los medios: la posibilidad de que tanta exposición esté generando un "efecto de contagio criminal", al inspirar a personas con tendencias violentas a replicar lo que ven por la TV.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/12/111215_argentina_infanticidio_vs.shtml
viernes, 9 de diciembre de 2011
ASESINATO EN MASA EN MENDOZA, ESQUIZOFRENIA Y SÍNDROME DEL NIÑO EMPERADOR
ANALISIS DEL VIDEO EN FACEBOOK DE ADALBERTO CUELLO
lunes, 5 de diciembre de 2011
viernes, 2 de diciembre de 2011
SENTIDO DE JUSTICIA PARA SI MISMOS

Análisis publicado el día Lunes 28 de Noviembre de 2011 en el diario "El Clarín"
Se considera asesino en masa al homicida que mata más de tres personas en un mismo escenario: colegio, plaza, casa, oficina.
Generalmente, son atraídos por los lugares que cumplen con patrones que activan sus sentimientos de humillación, odio, envidia o desprecio, aún tratándose de agresores inimputables como fue el caso de Ted Kaczinsky, conocido como Unabomber. Con un cociente intelectual de 170 y diagnóstico de psicosis esquizofrénica, enviaba cartas o paquetes bomba y disfrutaba del poder y control que le daban matar a distancia.
Otro caso es el de Anatoli Onoprienko, en Ucrania, diagnosticado con psicopatía. Es decir, que conservaba el juicio crítico y tenía conciencia de la realidad . El sabía lo que hacía y simplemente le daba placer matar familias enteras. Su sadismo incluía a niños, con quienes se ensañaba por la envidia que le causaba ver cómo ellos podían crecer dentro de una familia constituída.
En este tipo de asesinos, sentir que hacen justicia para sí mismos les da a su dinámica la frialdad que los ayuda a aniquilar todo lo que allí encuentran . La impunidad y el escape los lleva a la ambición de tomar más vidas.
En el caso de La Plata, cada uno de los pasos por los ambientes de la casa que dio el agresor en camino hacia su objetivo fue preciso y efectivo, porque es probable que su accionar haya sido analizado previamente. Entonces hizo de su cómodo escenario –la casa del crimen era desde hace mucho tiempo una “casa de mujeres”, con abuela, madre y nieta y amigas de todas ellas como habitantes y visitantes permanentes– un banquete de sangre .
Las víctimas fueron el blanco de su sadismo y lujuria homicida en un probable orden de prioridades. La sorpresa, múltiples heridas contusas y punzocortantes por ira desplazada, indicarían su confusión respecto a las personas y el cuerpo que las sostiene de que matar, para él, era todo.
De ser un solo agresor, las manchas de sangre que se llevó de sus víctimas podría ser indicador de un hombre que vive solo, de contextura y preparación física importante, porque cuando para él comienza la acción, con confianza, precisión y contundencia derribó la resistencia de 3 adultas y una nena.
Su lógica criminal habla de un costo–beneficio, donde el riesgo de descargar su violencia criminal le daba la tranquilidad de haber cumplido con lo que para él era necesario.
http://www.clarin.com/policiales/crimenes/Sentido-justicia-mismos_0_599340081.html
domingo, 6 de noviembre de 2011
Análisis lenguaje gestual del Presidente HUGO CHÁVEZ para Revista Venezolana 6to Poder
LA VENGANZA COMO MOTIVACIÓN (Bullying)
Análisis publicado en la edición impresa del diario El Clarín el 28 de octubre de 2011
jueves, 3 de noviembre de 2011
ANDERS BREIVIK y el uso de la Tecnología para la violencia Criminal. Narcisismo, Paranoia y Redes Sociales.
Mi participación en C5N sobre el hallazgo del cuerpo de la niña Candela Rodríguez
Parte 2
Comunicación Telefónica con Fabián Doman en el Programa Mañanas Argentinas, donde le digo mi hipótesis del ajuste de cuentas, que a pocas horas de desaparecida la niña Candela Sol Rodríguez, comenté al periodista Facundo Pastor durante una entrevista que me hizo en América 24.
lunes, 5 de septiembre de 2011
Entrevista en C5N por el Caso Belsunce
sábado, 27 de agosto de 2011
Una horda motivada por la crueldad

Hay un líder que conduce y otro que mantiene el equilibrio del grupo y duda. El más sádico, necesitó mantener el control y la sumisión de las jóvenes, pero también de los cómplices, que son objetos a los que manipuló alentándolos a cometer el delito y estimulando el distanciamiento emocional con ellas e incentivándoles el afecto sádico acumulado.
La finalidad de ser el último en atacar es observar el martirio de las víctimas para incrementar su excitación sexual. Se anima a ser él mismo cuando puede desplegar y conectar en la realidad el sexo y la violencia, con escenas que no le son ajenas porque las ha fantaseado previamente. El ataque relámpago contribuye a deshumanizar a la víctima: menor interacción previa al ataque, mayor la posibilidad de cosificación.
Quien debuta con esta violencia criminal suele no tener antecedentes penales, pero sí conductas antisociales manifestadas anteriormente que fueron pasadas por alto o no reveladas, ya sea por la seducción hacia la víctima o el temor que le inflingió.
Por supuesto que el alcohol o algún que otro narcotizante actúan como desinhibidores, pero hay una proclividad a la conducta violenta que se revela cuando el patrón victimal y la oportunidad aparecen.
La fuerza en la interacción con las víctimas en la escena hablaría de un alto coeficiente de alienación voluntario, aunque el juicio crítico y la conciencia de realidad se encuentren conservados. Se observa no solo al reconstruir la dinámica: el método de aproximación, cómo las ropas fueron arrancadas, las víctimas inmovilizadas, golpeadas, insultadas (es decir, menoscabadas). Importante es cómo han sido abandonados los cadáveres, posando en posiciones humillantes, denigrantes en el lugar del hecho, además del ultraje post mortem innecesario para cometer el delito, donde no se ha querido respetar ni siquiera la paz de los muertos.
http://www.clarin.com/policiales/crimenes/horda-motivada-crueldad_0_543545883.html
http://www.clarin.com/sociedad/ultimas-turistas-francesas-asesinadas-Salta_0_542345963.html
lunes, 22 de agosto de 2011
Nueva serie de televisión "Killer Instinct"
La serie “Killer Instinct” consistirá de 13 episodios con muchos de los casos de asesinatos de alto perfil en los que ha trabajado mi gran amigo y colega Mark E. Safarik, Director Ejecutivo de Forensic Behavioral Services Inc. (FBI Ret.) y co-autor en el artículo Piquerismo.
El video promocional de la nueva serie podrá verlo a continuación:
Para encontrar el canal ClOO en cada área, deberán ingresar a la página de inicio ClOO, http://www.cloo.com/, y buscar a través del código postal.
viernes, 27 de mayo de 2011
Piquerismo
Existen diversos modos en que un homicidio se lleva a cabo, los distintos estilos nos hablan en relación a las diferencias entre quienes los ejecutan, sobre sus múltiples preferencias de a quién, dónde y cuándo atacar, además del por qué, o mejor dicho el para qué. La ira extrema que lidera a ciertas conductas violentas, es aparentemente una cuestión que tiene que ver con la víctima, tal diferencia se refleja en los homicidios, como por ejemplo al disparar o envenenar lentamente a una persona, donde el asunto no parece requerir una confrontación tan directa, cercana y personal.
La habilidad de reconocer y diferenciar las diversas manifestaciones conductuales en escenas criminales violentas de complejidad, especialmente aquellas que comprenden asesinato serial, víctimas de homicidios múltiples en un mismo escenario (asesinato en masa) y homicidios sexuales, proveen, información clave, entre otras cuestiones, se debe contar con la habilidad de comprender el significado de la presencia o ausencia de ciertos comportamientos que se relacionan entre sí. Cuando se conduce el análisis del comportamiento que se manifiesta en la escena de un crimen violento, es importante evitar sobre enfocarse en un único aspecto y solo darle importancia a ello, pues es la totalidad de las circunstancias y la singularidad de su variable lo más importante, además del cómo y por qué ocurrieron. Tanto testigos y victimología toman un papel esencial en la investigación criminal.
No es muy común en este tipo de escenas de homicidios, observar victimas que han tenido heridas cortantes e incisas significativas. Sin una comprensión total de la dinámica en la escena criminal o la historia experiencial de haber examinado un gran número de homicidios que revisten apuñalamiento y cortes. Hay una tendencia a clasificar la observación de un excesivo número de este tipo de lesiones, y casi siempre, clasificarlas como “matar por demás” (1), y no como demostración de la parafilia descripta como piquerismo. Literalmente, existen cientos de parafilias, algunas son más conocidas y comunes que otras, tal es el caso del voyeurismo, exhibicionismo y pedofilia. Las conductas sexuales desviadas existen en un continuo de variedades y severidad, algunas pueden ser clasificadas como criminales, mientras que otras representan formas incómodas de comportamiento. El piquerismo es una parafilia que junto con otras como la flagelación, antropofagia y necrosadismo, suelen ser asociadas al homicidio por placer. (Arrigo & Pourcell, 2006).
El término Piquerismo, proviene del vocablo francés piquer que significa punzar, pinchar, penetrar con un instrumento dotado de fuerza viva y con el que se indica un tipo particular de parafilia, es decir de alteración sexual, respecto al modo predilecto de obtención de placer y que consiste en la búsqueda de su incremento, teniendo como mecanismo lesivo el deslizamiento, penetración con el filo y/o punta aguzada idónea, cuyo efecto en el cuerpo humano con cada una de ellas o combinando ambas a la vez es la punción, separación o distensión en la geografía corporal, exceptuamos aquí a las lesiones defensivas o aquellas inflingidas para controlar a la víctima y cometer el delito, es decir consistentes con el Modus Operandi.
El piquerismo esta reconocido como una de las parafilias menos prevalentes, sus características esenciales son la recurrencia, fantasías sexuales de carácter excitatorio, necesidad sexual o comportamientos que incluyen 1) objetos inhumanos, 2) el sufrimiento o humillación de uno mismo o del partenaire, o 3) niños o personas que no han dado su consentimiento para ello y que ocurre por un período superior a los seis meses (DSM IV, 2000). El piquerismo generalmente refiere a la penetración de carne humana, aunque a veces también es practicado con animales.
Esta parafilia representa una de las variantes del sadomasoquismo, con frecuencia la zona objeto son los genitales, glúteos, senos o zona toráxica superior, e inclusive el rostro. Si es practicada con consentimiento de ambas partes y sin generar daños clínicos relevantes, es considerada un aderezo más dentro del acto sexual con tintes sado-masoquistas.
En casos de muerte violenta donde se observa este mecanismo agresivo, pareciera reflejarse una confusión respecto a la relación entre las personas y el cuerpo que las sostiene. En otros, donde el rostro también es mutilado con heridas punzantes superficiales también en forma de signos o letras, pretendería incluso, rotular a la víctima a modo de justificativo. El tipo de arma habla de un estilo de vida, conocimientos previos, además de las elecciones personales de los victimarios, de cómo el cuerpo es tratado cuando ya ha finalizado el período agónico y sigue siendo apuñalado para satisfacer las necesidades agresivo-sexuales del autor, donde no solo el cuerpo de la víctima si no también su “ser”, cumplen el rol de objeto. Es de vital importancia la reconstrucción cronológica y temporal de las lesiones.
El piquerismo en casos de serialidad, podría reflejar cómo el victimario ve su propio cuerpo, cómo ha construido su propia imagen e historia personal y el modo de satisfacer su auténtica sexualidad, quizás, de modo inconsciente, con fantasías sustitutivas de penetración. Los ataques motivados con ira difieren las motivaciones sexuales, éstos suelen poseer localización específica, a veces agrupada, la fuerza y rapidez con que han sido ejecutadas son notorias cuando las mismas poseen diagnóstico de vitalidad, y, a pesar de no tenerlo otras, ambas abundan, aún variando su intensidad. Es como si en realidad se buscara matar por demás.
Diagnóstico Diferencial:
Cuando la ira toma al agresor, se destaca el poco interés en perpetrar el goce sádico, quizás, buscando otros modos de agredir el cuerpo, no siendo evidente en estos casos el propósito de extender la vida de la victima y que sea testigo de las agresiones, sosteniendo su dolor para poder gozar con su sufrimiento.
Los casos de homicidio durante crisis epilépticas psicomotoras o equivalentes, con actos automáticos en corto circuito, no deben ser confundidos con piquerismo, sus heridas se caracterizan por su multiplicidad, son agrupadas y contundentes, pero difieren de aquellas llevadas a cabo por ira o piquerismo, en que su grado de conciencia es menor, hasta crepuscular durante el hecho, por ende el agresor se encuentra alejado de la vigilia, su juicio crítico y contacto con la realidad se encuentran suspendidos. Funciones psíquicas como la voluntad, pensamiento, atención, afectividad, lenguaje entre otras, no poseen cualitativa ni cuantitativamente una normalidad, razón por la cual se lo puede declarar inimputable. Las injurias tendrían una connotación funcional, a modo de descarga motriz.
El rango de actividades piqueristas, puede variar desde punzar a propósito una sola vez con un instrumento afilado, puñaladas múltiples y cortes de gravedad en una zona erótica, por ejemplo pechos, pezones y zona genital, o realizar cortes elaborados como apuñalamiento, mordeduras y mutilación en la víctima (Myers, 2002). En homicidios, esta actividad se observa en heridas pre y post mortem.
(1) “Matar por demás” es un término que ha sido utilizado en demasía en varias investigaciones, con la finalidad de describir las injurias excesivas. El uso de este término es delicado ya que no ha sido definido ampliamente y no cuenta con una estandarización. En la Unidad de análisis del comportamiento y como fue descrito por Robert Ressler (Douglass, Burguess, Burguess y Ressler, 2006) es utilizado para describir las heridas causadas hasta por demás, es decir aquellas que ya no son necesarias para causar la muerte. Desafortunadamente, “matar por demás”, no posee una definición que amplíe la cantidad mínima, nivel o severidad de las injurias, o si estas fueron inflingidas pre o post mortem, además de si es conveniente incluir las injurias clasificadas como defensivas o de naturaleza superficial (Safarik & Jarvis, 2005).