viernes, 2 de diciembre de 2011

SENTIDO DE JUSTICIA PARA SI MISMOS


Análisis publicado el día Lunes 28 de Noviembre de 2011 en el diario "El Clarín"


Se considera asesino en masa al homicida que mata más de tres personas en un mismo escenario: colegio, plaza, casa, oficina.


Generalmente, son atraídos por los lugares que cumplen con patrones que activan sus sentimientos de humillación, odio, envidia o desprecio, aún tratándose de agresores inimputables como fue el caso de Ted Kaczinsky, conocido como Unabomber. Con un cociente intelectual de 170 y diagnóstico de psicosis esquizofrénica, enviaba cartas o paquetes bomba y disfrutaba del poder y control que le daban matar a distancia.


Otro caso es el de Anatoli Onoprienko, en Ucrania, diagnosticado con psicopatía. Es decir, que conservaba el juicio crítico y tenía conciencia de la realidad . El sabía lo que hacía y simplemente le daba placer matar familias enteras. Su sadismo incluía a niños, con quienes se ensañaba por la envidia que le causaba ver cómo ellos podían crecer dentro de una familia constituída.

En este tipo de asesinos, sentir que hacen justicia para sí mismos les da a su dinámica la frialdad que los ayuda a aniquilar todo lo que allí encuentran . La impunidad y el escape los lleva a la ambición de tomar más vidas.

En el caso de La Plata, cada uno de los pasos por los ambientes de la casa que dio el agresor en camino hacia su objetivo fue preciso y efectivo, porque es probable que su accionar haya sido analizado previamente. Entonces hizo de su cómodo escenario –la casa del crimen era desde hace mucho tiempo una “casa de mujeres”, con abuela, madre y nieta y amigas de todas ellas como habitantes y visitantes permanentes– un banquete de sangre .


Las víctimas fueron el blanco de su sadismo y lujuria homicida en un probable orden de prioridades. La sorpresa, múltiples heridas contusas y punzocortantes por ira desplazada, indicarían su confusión respecto a las personas y el cuerpo que las sostiene de que matar, para él, era todo.


De ser un solo agresor, las manchas de sangre que se llevó de sus víctimas podría ser indicador de un hombre que vive solo, de contextura y preparación física importante, porque cuando para él comienza la acción, con confianza, precisión y contundencia derribó la resistencia de 3 adultas y una nena.


Su lógica criminal habla de un costo–beneficio, donde el riesgo de descargar su violencia criminal le daba la tranquilidad de haber cumplido con lo que para él era necesario.


http://www.clarin.com/policiales/crimenes/Sentido-justicia-mismos_0_599340081.html


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