jueves, 27 de diciembre de 2018

YO: EL PEOR FIEL

Su primer robo fue cuando tenía 20 años y asegura que fue por desesperación. El pasado 5 de octubre fue detenido tras estar prófugo. Leandro Romero tiene 28 años y está procesado por el delito de robo agravado. En una nueva confesión con Mauro Szeta habló sobre su paso por la cárcel y sobre el último robo que lo dejó tras las rejas, luego de asaltar un minimercado el pasado 5 de octubre. Nació en San Martín, se crió en Loma Hermosa y asegura que nunca se drogó alcohol y que tampoco toma alcohol. De chico se dedicó a trabajar debido a que su padre falleció cuando él era un nene. Su primer robo fue cuando tenía 20 años y dice que fue por desesperación, tras ser despedido de una empresa textil.

Al poco tiempo consiguió un trabajo y durante años no volvió a delinquir. Pero siete años más tarde se quedó nuevamente sin trabajo y como tenía tres hijos y su mujer estaba embarazada, decidió comprar un arma en una villa de Chacarita y salió a robar. Dice haber golpeado puertas y enviado CVs a varios lugares y no conseguir nada. Después de comprar un arma fue a robar un supermercado, pero cuando se iba la policía lo empezó a perseguir. En la huida recibió un balazo en la espalda, pero pudo escapar. Estuvo con pedido de captura y prófugo. “Fueron cinco meses y cinco días”, recuerda con exactitud. Al mes de estar prófugo, cometió otros robos y el 5 de octubre pasado fue detenido. Mientras estuvo prófugo escribió un diario de fuga que actualmente conserva un amigo. Su cuarto hijo nació el mes pasado, mientras él estaba detenido en la Unidad 53 de Malvinas Argentinas. Dice que ver a su mujer embarazada a punto de parir yendo a visitarlo le  Generaba muchísimo dolor. Leandro espera ser condenado en estos días.
La entrevista de Mauro Szeta y el análisis de Laura Quiñones Urquiza para Telefé Noticias aquí

sábado, 15 de diciembre de 2018

LOS DELITOS SEXUALES, LOS MENOS SEXUALES DE LOS DELITOS

Por Laura Quiñones Urquiza, exclusivo para diario PERFIL

El violador no viola porque está excitado, es violar lo que lo excita. Ciertos contextos, dinámicas de ataque, acciones, perfiles de víctima y palabras cuando interactúa con sus víctimas, son rituales que les dan satisfacción emocional que es precisamente, lo que van a buscar. Entre un ataque y otro, puede haber nuevos matices, pero en ese cúmulo de acciones y palabras, hay huellas psicológicas que son estáticas y sin ellas, no se completa ni concreta la fantasía que intentan recrear. 

ADN. El ataque sexual denunciable, no es únicamente del que se pudo extraer ADN del líquido seminal o del semen. He analizado hechos en los que el agresor era eminentemente un “froteurista” que abordaba a las víctimas y en las escaleras de los halls de los edificios lograba intimidarlas manoseándolas, las obligaba a masturbarlo o practicarle una felación bajo amenazas. En otros casos el agresor usó preservativos con los que huyó, o hasta iba depilado. No siempre la penetración es la norma, sino que se utilizan objetos para penetrar a las víctimas, para generarles el mayor dolor y daño posible, generándoles desgarros y pérdida de tejido, sin dejar los rastros de ADN.

En algunas declaraciones he leído que inmediatamente después de un ataque sexual, las víctimas se bañan por ignorancia, por el asco de tener impregnado el olor de su agresor o por ellas mismas, querían deshacerse de sus ropas, y hasta a veces, de sus cuerpos. Pese a eso, en sus relatos incluyen descripciones  de señas particulares en el cuerpo del autor, y presentan las lesiones típicas de defensa. En ese contexto de indefensión, son heridas visibles que, con suerte, sanan. El daño psíquico y la desconfianza les dura más tiempo y lo que perciben como vergüenza por no haber podido hacer o gritar, e incluso la vergüenza social, las inhibe de denunciar. A veces el silencio también, se debe a que piensan que no tienen la astucia o el prestigio de su agresor, porque creen que la Justicia puede ser injusta, porque hablan pero no las escuchan, o porque el miedo a represalias las paraliza. 

Tiempo. Aunque el tiempo que pasa es la verdad que huye, existen protocolos, medidas de prueba y especialistas de diversas disciplinas que intervienen con técnicas retrospectivas, por ejemplo, el análisis de testimonios y evaluación de testigos, y de exploración de la personalidad que, con los puntos de pericia correctos, podrían llegar a la verdad detectando contaminaciones y simulaciones. 

La doctora Alicia Poderti sugiere que para estos casos, es muy útil hacer un test lingüístico forense al sospechoso, porque puede arrojar muchas pruebas, sobre si hay o no, algún tipo de personalidad perversa, por cómo habla, cómo se refiere a los otros y a sí mismo. Nadie escapa de las palabras, son su huella digital.

En  casos de vieja data y donde la víctima habló como pudo y cuando se sintió fuerte, acompañada o contenida por otras víctimas para hacerlo, si el señalado es declarado culpable, su ADN indubitable debería ser ingresado a un registro de violadores, aunque no haya sido extraído del kit de abuso o recolectado en el lugar del hecho en aquel momento.

En otros escenarios, el violador las doblega con sumisión química al doparlas o les parten un ladrillo en la cabeza y las deja desmayadas, lo que las “relaja”, y por eso no presentan lesiones defensivas características, es así como muchas ni siquiera pudieron verle la cara a su agresor; simplemente cuando despertaron se vieron rodeadas de un lago de sangre, pedazos de un ladrillo foráneo en su dormitorio, sus ropas rasgadas y una ventana abierta con huellas de calzado. 

Son ejemplos de situaciones dramáticas, con las que nos topamos casi todo el tiempo quienes analizamos la anatomía de un crimen violento. 

Verosímil. Probablemente el modo o el tiempo de contar de una víctima no encaje con lo que algunos consideran verosímil, porque no coincide con lo instalado en la ficción, la realidad es que existen variables que incluyen amenazas e intimidaciones de todo tipo para controlar a la víctima. Especialistas en psicología del testimonio sostienen que, cuando se evoca un evento traumático de esa envergadura y se lo reconoce como propio, es muy difícil ponerlo en palabras sino que se somatiza

Cuando se relata se pierde el hilo o se confunden los tiempos por el peso de carga afectiva displacentera que irrumpe en la psique: el trauma de un ataque sexual fragmenta porque tiene el índice más alto de potencial traumatización. La huida y la lucha son respuestas defensivas ante el peligro, pero también lo es el congelamiento, es la disociación en el momento del trauma. 

Los eventos pueden evocarse en forma de blanco en el recuerdo pero con síntomas en el cuerpo, o como flashes desordenados, porque es tanta la angustia que se oprime la garganta y se experimentan cefaleas.

Sexo. El delito sexual es el menos sexual de los delitos, porque denigrar y aplastar la voluntad de otro es lo que esta erotizado. El autor suele saber que es un delito a “puertas cerradas”, juega con eso y mientras más desprevenida esté o ingenua sea su víctima, mejor; para otros mientras más débil, más fácil de desacreditar. En su mayoría, no son encantadores de serpientes, sino serpientes encantadoras. Los delincuentes sexuales suelen estar bien integrados a la sociedad, y los más difíciles de detectar son los pedófilos y pederastas. Y en las cárceles son sobreadaptados y no generan ningún conflicto

Columna 
Las víctimas ya hablaron; pero las heridas solo sanarán con la justicia, por Yael Bendel, Asesora General del Ministerio Público Tutelar

viernes, 14 de diciembre de 2018

YO FUI PANDILLERO: UNA PLAZA, ALCOHOL, DROGAS Y DELINCUENCIA

Tiene 33 años y está detenido desde hace tres meses en la Unidad 53 de Malvinas Argentinas. Una nueva confesión con Mauro Szeta. Jonathan Alejandro Barraza tiene 33 años y fue procesado por daños en la vía pública, con antecedentes por robo. Se crió en el barrio porteño de Palermo hasta los 15 años, cuando se mudó con su madre y sus seis hermanos a Floresta. A su padre nunca lo conoció. Fue el único de su familia que se dedicó a robar. Dice que empezó en el mundo de la delincuencia porque veía que todos usaban buena ropa y él no tenía recursos para comprarla. Formaba parte de una banda adolescente que paraba en la Plaza Güemes con las que se enfrentaban violentamente con las bandas de otras plazas. A mediados de los 90 y principios del 2000 recuerda que eran habituales ese tipo de peleas en Palermo. Comenzó a ir a la Plaza Güemes a los 13 años y en la bandita eran 20 chicos. Así empezaron los robos a locutorios de Las Cañitas y Colegiales. Además fue motochorro y robaban al voleo. A los 15 años cayó preso por primera vez por el robo a un supermercado, estuvo dos meses en un instituto de menores, salió y a los 16 años volvió a caer detenido. “Uno no roba sólo por el dinero, también por adrenalina y poder. La adrenalina se vuelve un vicio”, asegura. Fue a la escuela nocturna, pero abandonó luego de asaltar una estación de servicio y encontrarse en el mostrador a su compañero de banco. Recuerda que se quedó petrificado y por la vergüenza dejó de ir al colegio. Dice que nunca lastimó a nadie, no hacía más que asustar. Una sola vez se tiroteó con la policía en pleno Belgrano luego de robar un locutorio. Tiene una renguera leve producto de una pelea callejera. Desde hace tres meses está detenido en la Unidad 53 de Malvinas Argentinas, en una causa por "daños". Estaba en la casa de su pareja en Ciudadela y comenzaron a discutir. Dice que estaba muy drogado y sacado, y que salió a la calle a buscar lío. Le pegaba con un fierro a los autos que pasaban y llegó a romper varias lunetas hasta que la policía bonaerense lo detuvo. La última vez que cayó detenido por robo fue en 2013, estuvo preso en Devoto y salió en 2014, ocho meses antes de cumplir condena. El delito que cometió ahora, daño a la propiedad, es excarcelable, pero por sus antecedentes lo obligan a cumplir la condena anterior. 
Dice estar arrepentido de su pasado. La entrevista de Mauro Szeta y el análisis de Laura Quiñones Urquiza para Telefé Noticias aquí

jueves, 6 de diciembre de 2018

YO MATÉ POR IRA


Germán Ariel Ballesteros Tevez tiene ahora 29 años y fue condenado a cadena perpetua cuando tenía sólo 16 años por el asesinato de una nena de cuatro años que era su vecina. Cuando cumplió la mayoría de edad, le redujeron la pena a 15 años. La causa fue caratulada como “Homicido Criminis Causae”. En una nueva confesión con Mauro Szeta, Ballesteros Tévez habló del crimen y dejó entrever detalles de su infancia marcada desde el comienzo por el abandono. Cuando era sólo un bebé quedó a cargo de su padre biológico, que tenía problemas de adicción y lo golpeaba de forma feroz. A raíz de ello fue adoptado por una vecina del barrio de Rafael Calzada, aunque nada cambió y la violencia no se detuvo. La entrevista de Mauro Szeta y el análisis de Laura Quiñones Urquiza para Telefé Noticias, Aquí

CONCURSO POR EJEMPLARES DE LOS LIBROS "RASTROS CRIMINALES" Y "LO QUE CUENTA LA ESCENA DEL CRIMEN"

La imagen puede contener: Walter Rodrigo Asensio, texto
ATENCIÓN: @elforenseok, pronto dará a conocer las bases del concurso, relacionados a los conocimientos que comparte en sus #HilosCadavéricos sobre Medicina Legal, de sus redes sociales twitter e instagram

jueves, 25 de octubre de 2018

LUIS MARIO VITETTE SELLANES Y EL DESISTIMIENTO DEL DELITO

Por: Laura Quiñones Urquiza, exclusivo para diario Perfil 



Cuándo y por qué alguien decide abandonar el delito. Especialistas estudian las causas psicológicas y sociales que llevan a violar la ley. Pero, ¿se puede dejar atrás una vida criminal? Habla el protagonista de un golpe resonante.


Foto: Clarin.com ©

Mi oficio es confeccionar perfiles criminales de autores desconocidos, para reducir el número de sospechosos en una investigación en curso. Conocer a quién, por qué y para qué a través de un acto criminal particular. Pude hacer divulgación criminológica de algunas generalidades. Hoy mi interés también está en por qué aquellos que perseveraron en el delito durante gran parte de su vida deciden dimitir, abandonar el delito. ¿Es una cuestión de edad, enamoramiento, maternidad, paternidad o mejores oportunidades? Luego de cumplir condena, qué factores los hicieron anclarse en una vida prosocial y por qué el delito ya no ha vuelto a ser una opción. Sin duda, la vida –y las respuestas– de Luis Vitette puede dar respuestas a algunos de estos interrogantes Los hechos. 

En enero de 2006, cuatro hombres ingresaron a la sucursal Acassuso del Banco Río. Dos se cubrían el rostro con capuchas, otro estaba disfrazado de médico con un estetoscopio colgado del cuello y el cuarto vestía un elegante traje gris. Apuntaron a los 23 clientes y empleados con revólveres de plástico y los tomaron como rehenes. Parecía el acto de ladrones desesperados por no tener escapatoria. Falso: era una puesta en escena que les permitió escapar por un túnel con un botín de más de 20 millones de dólares. Por eso se lo conoce como “el robo del siglo”. Una pequeña parte del botín pudo recuperarse porque la esposa de uno de ellos se enteró de que tenía pensado abandonarla para irse con otra. A ese primer detenido le encontraron en su casa 700 mil dólares, 54 monedas antiguas y 33 relojes de lujo. En su momento, los medios consideraron al uruguayo Luis Mario Vitette Sellanes como “el cerebro” del plan, pero él dice que fue invitado a sumarse y asume el rol de ejecutor y fue quien llevó a cabo la negociación que permitió distraer a la policía y permitir la huida del grupo. Por una estrategia de sus abogados, le dieron por cumplida la mitad de la pena y logró ser expulsado de la Argentina rumbo a su país a los pocos años.


¿Qué lo llevó a abrir un negocio de joyas? ¿Qué lo atrajo de ese rubro? 
Mi oficio, mi profesión, porque yo en el año 1980 más o menos comencé a estudiar relojería en la Universidad del Trabajo del Uruguay, después me diplomé. 

¿Qué recuerdo placentero tiene de su infancia? 
Muchísimos, mi primario, jugar con mi abuela, jugar con mis padres, estamos hablando hace 55 años, cuando los chiquilines podíamos jugar en la calle, teníamos otro tipo de libertad, entonces la vida para mí era mucho más sana, mucho más feliz, eso recuerdo. 

Lo que se comenta es que usted tiene un coeficiente intelectual sobre la media; ¿cómo era Luis Mario en relación con su estudio y su vida social escolar? 
Bueno, me sorprendes con que en el ámbito forense se diga que tengo un coeficiente intelectual sobre la media, yo te diría que no. Lo que no soy es un delincuente común, no es que tengo un coeficiente intelectual elevado... y bueno, estudié como todos en aquella época, mi primario, un poco de música, un poco de idiomas, porque nuestros papás nos imponían eso, teníamos que saber idioma y estudiar música. Y mis estudios en la fe, pero me quedé impresionado de que se comente eso. Pero seguramente te deben haber dicho “guarda, que este es un psicópata medio manipulador” de la  información, pero intelectual sobre la media… bueno, no sé. 

Durante su adolescencia ¿hubo algún evento que lo impactó, relacionado con violencia, algo que usted haya considerado desagradable? 
Bueno, no sé, si hacés referencia a algún tipo de abuso sobre mi persona, no. Violencia física, y, yo practiqué boxeo desde muy chico, categoría “minimosca”, yo qué sé, 6, 7 años, después a muy escasa edad ya empecé a tener entradas en las comisarías y mi primer antecedente, que era muy joven, por insultar al presidente, se dice “putear”, perdón, por putear al presidente de la República Oriental del Uruguay, estuve preso en un cuartel, donde me daban algún correctivo propio de la dictadura, pero hechos de violencia cercanos a mi persona, no, no recuerdo. 

¿Cometió algún homicidio? 
No es mi juego, no voy a responder si cometí o no un homicidio, lo que sí voy a responder es que cuando tenía 19 o 20 años me vi involucrado en un hecho de homicidio por el cual yo quedé condenado y como único responsable. Si lo hice o no, no lo voy a responder, pero sí estuve preso por la comisión de uno. 

¿Cuándo fue la primera vez que robó un banco? ¿Qué sensaciones tuvo antes y durante ese hecho? 
Quiero decirte, yo ya lo he explicado hasta el cansancio, en medios periodísticos y alguna revista forense de Europa del este: yo no soy ladrón de bancos, esta fue la única vez que me vi involucrado en uno, yo, en realidad, mi especialidad es el escruche (robar en viviendas en ausencia de sus moradores, accediendo mediante el uso de forcejeo de puertas, ventanas o el escalamiento), como se va a llamar mi nuevo libro El escruchante, que espero que algún día lo lea y le guste. Yo me vi así arrastrado a un robo de banco, casi sin querer, sabiendo que iba a robar. La sensación es indescriptible, todo tipo de sensaciones en un segundo, y como también para entreverarte un poco y marearte más, no sé si podés sentir en ese preciso momento y describir una sensación, todo es después, porque esta vez, y que por eso quedó en la historia y todo el mundo habla de él, fue una cosa tan planeada, tan orquestada, que tuve que estudiar teatro, los movimientos, los pasos de comedia, ponerme monedas en la boca para distorsionar mi voz, fue todo tan preparado, era como, como ejecutar un plan tan previamente ensayado que no sé si tuve lugar para una sensación distinta de las que ya me imaginaba al momento de preparar el ilícito. 

¿Cuáles son las emociones posteriores a ese hecho? 
Sí, tal vez, placer, sentirme relajado, tarea cumplida, muchísimos meses de preparar esto para verlo que termina, que no termine mal. No digamos que termina bien, un ilícito no puede terminar bien, pero que no terminó mal. No importa si muchos meses después nos delatan y vamos detenidos. 

¿Qué ilícitos jamás hubiese cometido? ¿Cuáles le generan rechazo? 
Por mi ex condición de detenido, muchísimo rechazo, la violación, el violento atentado al pudor, el abuso de menores, todo eso me produce muchísimo rechazo. Pero más que mucho de eso, la corrupción de Estado, eso me tiene muy mal y por eso ando en Twitter (@luisvitette), ahí provocando. Yo digo, tengo un dicho viejo, solo para provocar, te digo: me equivoqué, yo robaba para tener poder, y es al revés, hay que tener poder para después robar. Entonces, yo elegí un oficio, profesión de ladrón para robar. Quien busque un cargo público y en vez de hacer el bien lo utilice en beneficio propio, eso me produce asco, pero muchísimo más asco que alguna violación. Y cuando hago referencia a los delitos sexuales, me gusta marcar una diferencia: que es quién lo hizo y a qué edad lo hizo, porque yo por ejemplo conozco uno de los casos de parricidio más asquerosos de la República Argentina y por el hecho de haber compartido una celda con uno de ellos... vos ya sabés el apellido pero yo no lo voy a nombrar, al tipo lo criaron, lo educaron, lo hicieron mamar desde chico que estaba bien mantener relaciones con su mamá, entonces yo no puedo decir que eso es ser violador o abusador, pero obvio que cuando él comenzó a ir a la escuela, al secundario y se enteró de que eso estaba mal, mató a sus padres. 

¿Qué lo llevó a pensar el delito como una opción? 
Resulta que por allá por el año 80 y pico tuve la necesidad de evadirme. Ni siquiera una fuga, de evadirme del triste penal de Punta Carretas, de acá de Montevideo, porque vi que se aproximaba un motín. Todos los internos estábamos armados con armas de fuego, entonces, qué hice, pedí una audiencia con el juez, fui y le dije “mire señor, estoy preparado para reintegrarme”, y me dijo “Vitette, matemáticamente le quedan dos años y medio para la Ley de Pacificación Nacional, Ley de Media Pena. Le dije “pero mire, señor juez, tengo mi trabajo, tengo mi taller de joyería, en la cárcel afuera extramuros, por favor, por favor”… y decidí escapar, faltar a una visita transitoria. Al evadirme e irme para la Argentina, un prófugo no tiene muchas opciones, y la más fácil, la más tentadora, es delinquir, sobre todo cuando uno viene de estar mucho preso. Enseguida quiere drogas, señoritas, baile, joda, y lo logra a través de la comisión de ilícitos, entonces es así. Una atrae la otra y la otra y la otra, uno va agarrando oficio, profesión, decide qué tipos de delitos hacer y por suerte o por desgracia con eso conseguí un dinero, monté dos empresas en la Argentina, tenía una casa en el barrio de Congreso, otra en Once, propietario de un departamento y una camioneta para mi esposa, otra para mí, estaba bien. Hasta que alguien viene y me tienta con este proyecto faraónico, que primero parecía una tontería, después me lo fueron ahondando. Entonces ahí llegamos otra vez al robo del Banco Río. 

¿Alguna vez tuvo adicción a algo? ¿Qué rol tuvieron las drogas en su vida? 
Sí, sí, ¿qué rol jugaron?, destruirme la vida, fui adicto a la cocaína hasta el año 1990, lo reenmarco para que veas las distancias, el alcohol lo dejé en 1990, después seguí con la adicción al cigarrillo hasta 1996, y desde esa época hasta ahora, ni fumo, ni tomo, ni me drogo, ni siquiera las drogas más tontas, las más simples, ni psicofármacos para dormir. Entonces, ¿qué rol jugaron? El rol de tener que salir a robar para comprar la droga, caer preso como consecuencia, para que me manden más drogas mientras esté preso, para que cuando vuelva a salir tenga que volver a robar para pagar la droga que me mandó cuando estaba preso y la que empiezo a consumir, debe de haber mil secuelas psicológicas, físicas: perdí todos mis dientes con la cocaína. Sí, una basura, el rol espantoso, arruinar mi vida, adicciones, todas, por suerte de 1990 hasta la fecha, nada. 

¿Cómo estaba constituida su familia y qué recuerdo tiene de ellos? 
Mi familia estaba constituida por papá, mamá, los tres hermanos, abuela, de mi abuelo tengo una imagen muy viejito cuando yo era muy chico, después tíos, un hogar bien constituido y de muy buenas costumbres, de hecho yo soy el único que tiene antecedentes penales. ¿Qué recuerdos? las mesas familiares, los mediodías, tengo muchísimos, pero muchísimos recuerdos de la infancia, de mi infancia, de hecho hoy, 6 de diciembre, cumpliría años mi papá, y no ha sido un día muy grato, pero en mi propiedad, en mi quinta donde yo vivo están las cenizas depositadas de mi papá. Ahí en el suelo que hay un arroyo, así que desde el amanecer no ha sido muy bueno, bueno así estaba constituida mi familia, y sobre todo las reuniones familiares,  recuerdo los almuerzos, las cenas, esperar a papá para empezar a comer, no levantarse de la mesa sin el visto bueno de papá, aquellas figuras patriarcas de los años 60 que se imponían, descendientes de italianos, con su sola presencia imponían respeto.

¿Qué víctima recuerda más y por qué?
La víctima que más recuerdo, y porque se cae de maduro, es la persona fallecida en ese ilícito acá en Uruguay, que me marcó para toda la vida, yo fui el único responsable y fui el único que quedó condenado por eso. 

Hoy se dedica al comercio y tiene una vida distinta. ¿Qué lo ha llevado a desistir del delito? 
Mi vida actual, yo fui criado y educado para lo que soy ahora, en otro grey, mi papá tenía bar restaurant, pizzería heladería, fábrica de pastas, yo fui educado para trabajar, a veces he dicho por ahí que encontré mi camino, mi destino, en el camino que siempre quise evitar, porque yo fui educado para ser lo que soy ahora, un trabajador, levantarme temprano todos los días, pelear con el proveedor, rezongar por los impuestos, ahorrar luz, porque es luz comercial, yo fui educado para esto y ¿qué me lleva a sostenerme acá? Y mi doble moral, mi educación católica, yo sé que lo otro estaba mal, así que no solo yo sé que cometía un delito, que era delito, también era pecado para mí y mi gremio, y ¿qué es lo que me sostiene acá? Y, saber que esto está bien y que lo otro estaba mal, aunque lo haya llevado adelante durante tantos años. 

¿Qué le diría Luis Vitette Sellanes al Luis adolescente, cuando todavía no había ingresado en su vida ningún problema con la ley? 
Este Luis Mario ¿qué le diría?, lo he dicho hasta el cansancio, que ha sido un estúpido que se ha dejado llevar por el camino equivocado y arruinado su vida, en realidad no arruinado su vida, no ha vivido, ha estado ausente de la vida. Ha estado preso la mitad de su vida y la otra mitad no de muy buena manera, así que este Luis Mario a aquel lo odia, le diría que es un estúpido, siempre lo he dicho muchas veces, aquella fantasía que jugamos sobre todo cuando estamos metidos hasta el cuello, decimos ¡Uy si pudiera retroceder en el tiempo!, si pudiera retroceder 60, 55 años, en el tiempo nunca haría nada que me lleve preso, nunca haría nada al margen de la ley, ni siquiera sabiendo que tengo muchísimas posibilidades de no ir preso, no lo haría, eso es de Luis Mario al otro. 

CRIMEN DE LA NIÑA SHEILA AYALA




El análisis completo para Staff de Noticias

CRÍMENES VIRTUALES Y REALES CON LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Autora: Laura Quiñones Urquiza, exclusivo para Diario Perfil 


Todo empieza con la vulnerabilidad de nuestros teléfonos y computadoras. Pero crece y escala hasta los sistemas más sofisticados de empresas y organismos públicos, para transformarse en uno de los problemas de seguridad del siglo XXI.


Sin dudas, la serie Mindhunter, es la que mejor plasma la obsesión que tenemos los perfiladores criminales por entender quién, por qué y para qué. Quizás compartimos con los médicos u otras profesiones esa pulsión de conocer para entender. Ahora imagine esa curiosidad llevada a comprender cómo funcionan las máquinas, por ejemplo un semáforo o una alarma de auto, cómo se puede acceder para encenderlos, apagarlos, modificarlos o mejorarlos, con métodos no tradicionales.


La conducta de hackeo resulta atractiva porque quien lo ejecuta pareciera cabalgar en dos realidades distintas: la real y la virtual. El hacker es sobre todo, un gran curioso en la búsqueda de desafíos constantes, con habilidades específicas y a veces con una inteligencia superior a la media. Es una actividad con bases sociales e identidad colectiva, en ocasiones basada en el anonimato. Muchos se conocen virtualmente por sus seudónimos, pero no personalmente. La comunidad horizontal de las agrupaciones hackers sustituyen los lazos verticales del mundo real.

Seguridad. El hacker contribuye a la seguridad de los sistemas, su labor también se orienta a encontrar las fallas de seguridad y reportarlas, incluso colaboran en investigaciones criminales para cazar a productores de pornografía infantil o craquean, rompen páginas web que distribuye ese material.

Su generosidad es para con los futuros usuarios y la sociedad, porque con sus hazañas e irrupciones permiten mejorar la seguridad informática. En realidad, son el único test sólido para comprobar vulnerabilidades. Muchas empresas contratan hackers y exponen sus productos para que ellos los “rompan” y digan cómo lo hicieron: la idea es mejorar, es el progreso.

Al igual que en perfilación criminal, en el caso de los ha-ckers no importa la apariencia o los logros académicos que ostenten, son las habilidades y los resultados positivos los que dicen más que las palabras. Steve Jobs y Bill Gates, comenzaron siendo hackers e innovaron, logrando crear grandes imperios informáticos.

La ética del hacker y el espíritu en la era de la información, fue ampliamente descripta por el programador y doctor en filosofía finlandés Pekka Himanen. También existe Hackstory.es, iniciativa de Mercé Molist, que plasma toda la historia de esta actividad en la Península Ibérica. En el país con un enfoque metodológico para profesionales, lo hicieron Sallis, Caracciolo & Rodríguez con el libro Ethical Hacking.

Nuevas tecnologías. El ciberdelito responde al continuo desarrollo y la dinámica de las nuevas tecnologías. Está emparentado con los delitos de cuello blanco, cometidos por personas que poseen o aparentan determinado estatus y atacan la economía, se caracterizan por el abuso de confianza y la ausencia de violencia al principio.

En la década del 80, los delitos informáticos apuntaban a inutilizar la información de las computadoras o redes telefónicas y así lograban que algunos teléfonos públicos pudieran hacer llamadas urbanas e interurbanas sin costo. Probablemente los movía el afán de rebelión hacia las grandes empresas corporativas.

En los siguientes diez años, además de la inutilización de la información aparecieron los manifiestos. El hacker dejaba un mensaje y se daba a conocer con su seudónimo a nivel internacional y ganaba prestigio en el bajo fondo virtual. Uno emblemático fue el de The Mentor, que transmitía su sensación de incomprensión y rebeldía con el fin de buscar reivindicación y el reconocimiento, al igual que los manifiestos del Zodíaco, Jack “El Destripador” y Ted Kaczynski (Unabomber) con “La Sociedad Industrial y su futuro”.

Desde el 2000, el hackeo se asocia erróneamente a diversos delitos como el robo y venta de información confidencial al mejor postor. En este estadío, se aprovecha la vulnerabilidad de determinados sistemas y se conforma una especie de crimen organizado.

Aparecen los ataques a estructuras críticas de la seguridad nacional, bancos u objetivos como universidades, colegios, aplicaciones de software, robo de credenciales para a-cceder a servicios económicos y financieros como en el caso Carbanak, una campaña APT (Ataque Persistente Dirigido) descubierta por la compañía Kaspersky Lab.

En esa campaña, ciberdelincuentes de diversos lugares del mundo infectaron con malware a través de mails, las computadoras de empleados de más de cien bancos de treinta países, y llegaron a controlar transferencias de dinero y cajeros automáticos. Desde un lugar de Europa se hacía una transferencia internacional por computadora y, al momento, un cómplice retiraba ese dinero en un cajero automático de Asia sin siquiera apretar una tecla. También manipularon los saldos manualmente, de manera que al momento de hacer la transferencia, la cuenta de origen no reflejara ninguna diferencia de dinero con lo que tenía originalmente, así tuviera miles de millones de dólares. Finalmente el cerebro de esto fue atrapado en Alicante, España y se lo llamó el “Robin Hood moderno”.

Antídotos. Los ciberdelincuentes también se crean y envían virus dañinos a la comunidad virtual luego de haber creado “el antídoto” para los mismos, que se venderá como producto salvador de última tecnología. Un ciberataque apoteósico fue Wannacry, que infectó computadoras domésticas, secuestró sus datos, exigió un pedido de rescate para devolverlos y habría sido llevado a cabo por el Grupo Lázarus.

Estos y otros ciberdelitos serán analizados en las X Jornadas Nacionales sobre Imagen, Comunicación y Redes Sociales el 11 de septiembre en la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

CAJEROS QUE "ESCUPEN" DINERO, por Martin Tartarelli

En 1983 se estrenó la película Juegos de Guerra, en la que David Lightman, un joven talentoso con las computadoras, lograba infiltrarse en los sistemas informáticos y alterar sus calificaciones en el colegio, emitir boletos de avión, realizar llamadas sin costos y hasta ingresar en un juego gestionado por la Agencia Nacional de Seguridad que simulaba guerras termonucleares. Como en esa época no se hablaba mucho de computadoras, la mayor parte del público podía pensar que todas esas posibilidades eran pura ciencia ficción… Sin embargo, para muchos otros se habilitó un universo enorme en donde ya no volveríamos a ver estos dispositivos del mismo modo.

Con el pasar de los años la realidad superó la ficción y la infiltración a sistemas educativos, aerolíneas, telecomunicaciones y todo tipo de organizaciones se volvieron más y más frecuentes día tras día, implicando la necesidad de convertirse en tema en agenda para todas las organizaciones a nivel mundial.

Actualmente, los sistemas informáticos operan en todo el mundo, asegurando nuestra información financiera, protegiendo nuestra privacidad e inclusive manteniendo nuestra red eléctrica. Entonces, a medida que los ataques informáticos y las filtraciones de datos crecen, las organizaciones están obligadas a preguntarse cómo defender la información de forma eficaz.

La realidad es que los ciberdelincuentes cada vez se hacen más fuertes: dejaron de ser personas independientes y se convirtieron en grupos organizados, donde poco a poco fueron transformando su blanco de ataque. Ya no dirigen sus ataques a usuarios finales (comúnmente, llamados “el eslabón débil de la seguridad”) sino a entidades mucho más grandes y complejas, como bancos o redes, entre otros.

Hace pocos días, el FBI alertó a entidades financieras sobre una creciente modalidad de robo a través de una técnica denominada “Jackpotting”. Esta técnica es operada en cajeros automáticos (ATM) y no requiere de la fuerza ni de la violencia, sino que se activa ejecutando un código malicioso (Malware) dentro del equipo con el objetivo de vaciar o expulsar todo el dinero disponible.

Los cajeros automáticos poseen diferentes formas de ser gestionados y uno de ellos es mediante USB, donde es posible conectar un teclado o insertar un software que actúa en función de aquello que los atacantes deseen y programen.

El FBI cree que estas organizaciones pueden atacar a instituciones financieras (bancos y procesadores de pago), y obtener datos de las tarjetas individuales con el fin de clonarlas para que puedan ser utilizadas en los cajeros automáticos de la misma forma que su versión original. Ya se conocen varios casos similares como el del The National Bank of Blacks­burg que, a través de un ciberataque, en 2016, perdió más de dos millones de dólares.

En 2010, el neocelandés Barnaby Jack presentó en la Ekoparty, la conferencia de seguridad informática que se realiza anualmente en Buenos Aires, una técnica que permite hacer escupir dinero a un cajero automático. En el escenario del Centro Cultural Konex mostró, en tiempo real, cómo vaciaba un cajero ubicado en la ciudad de Los Angeles.

Es importante comprender que en Argentina existe una enorme falta de conciencia acerca de estas problemáticas porque, si bien el Banco Central exige controles que promueven la protección de los activos informáticos, no incluye o no trata ciertos temas de manera más exhaustiva. Por otro lado, es interesante destacar que la responsabilidad de la operación de cajeros automáticos está compartida entre el banco y los fabricantes del dispositivo, creando una línea muy delgada y difusa al momento de tomar ciertas decisiones.


miércoles, 17 de octubre de 2018

LA CASA DEL HORROR


Mauro Szeta junto a la Dra. Blanca Huggelmann, la perfiladora criminal Laura Quiñones Urquiza y el Dr. Miguel Angel Miñones recorren y analizan para Telefé Noticas, la mansión de la calle 48 entre 11 y 12, de la ciudad de La Plata donde 25 años atrás, un domingo de noviembre, Ricardo Barreda aniquiló a toda su familia y luego se fue con su amante a comer y a un hotel alojamiento: aquí

YO SOY UN PRESO MUY CONFLICTIVO

"De mis 37 años, estuve 20 años en cana. Tengo más de 11 tiros en el cuerpo y más de 40 puñaladas por pelearme en la cárcel”. En la cárcel tuvo muchos problemas y peleas, “yo era el terror de todos en la cárcel, era el cuco, no me aceptaban en ningún pabellón", la historia de Diego Rojas recluido en la Unidad Penitenciaria Nº 36 de San Martín. Una entrevista de Mauro Szeta y el análisis de Laura Quiñones Urquiza para Telefé Noticas, aquí

miércoles, 22 de agosto de 2018

X Jornadas Nacionales sobre Imagen, Comunicación y Redes Sociales

X Jornadas Nacionales en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, organizadas por el Dr. Fernando Tomeo​ y donde compartiré panel de Cibercrimen con los Dres. Macarena Pereyra Rozas, Daniel Monastersky​ y Facundo Malaureille Peltzer, abogados especialistas en ciberdelitos​. Mi enfoque estará orientado a la criminogénesis de las ciberpandillas y al Efecto Lucifer 2.0. Debo agradecer al Dr. Philip Zimbardo, creador del Experimento de la cárcel de Stanford por su tiempo y generosos aportes en nuestros intercambios. Inscripción gratuita:  http://www.derecho.uba.ar/institucional/deinteres/2018/x-jornadas-nacionales-sobre-imagen-comunicacion-y-redes-sociales


miércoles, 1 de agosto de 2018

CONGRESO ASOCIACIÓN ARGENTINA DE PSIQUIATRAS 2018


DELINCUENTES SEXUALES, miércoles 5 de septiembre a las 17.30 h. Sala Luis Alberto:
El proceso de una investigación de delitos sexuales, qué rastros vinculan a un agresor en distintos hechos y qué pruebas se utilizan en cada etapa de la investigación judicial. El análisis de la conducta de estos hechos basados en evidencia, centrado en el tipo de ataque, los aspectos prácticos y expresivos de la violencia, el análisis criminológico y lingüístico de las verbalizaciones del victimario, con miras a confeccionar un perfil del probable autor que reduzca el número de sospechosos y oriente a la investigación criminal.
La entrevista psicológico forense con las víctimas y los victimarios, metodología utilizada para el diagnóstico en ambos a través del análisis psicológico forense de las producciones colectadas a través de lo observacional, los dichos y las técnicas de exploración psicológica administradas. Informes e inscripción: http://www.aap.org.ar/

ENTREVISTA A GEORGE CHRISTIE SOBRE LA DIMISIÓN DEL DELITO

Por Laura Quiñones Urquiza para revista Expresión Forense (Nº 51 Agosto 2019)

George Christie

En 1986 George Christie fue absuelto por el cargo de conspiración para asesinar a un traficante de drogas, sin embargo, pasó un año en prisión antes de su absolución. En 1998 se lo acusó de 59 hechos relacionados con distribución de drogas, purgó otro año en prisión y se declaró culpable de conspirar para vender medicamentos recetados, declaró no impugnar la acusación por una declaración de impuestos falsa. El 6 de julio de 2007, se lanzaron bombas molotov en dos tiendas de tatuajes, Scratch the Surface y Twisted Ink, ambas ubicadas en la zona de Ventura. Se pensó que estas tiendas tenían conexión con los MC Mongols, enemigos tradicionales de los Hells Angels, sin embargo al menos en la zona de Ventura, no existía enemistad entre ambos grupos. El 12 de agosto de 2011 Christie fue acusado junto a Benito Hurtado, Brian Andrew Russell, Kyle Douglas Gilbertson y Richard Reeves Russell III, de extorsión y del ataque con bombas incendiarias de julio de 2007, cargos federales de conspiración con el uso de fuego o explosivo para dañar la propiedad. El 2 de septiembre, fue liberado con una fianza de US$ 200,000 y arresto domiciliario, la cual se inicia en de 2013. En febrero de 2013, luego de un acuerdo con la fiscalía, se declara culpable de dos cargos de conspiración y en agosto, fue sentenciado a servir un año en el Instituto Correccional Federal de La Tuna, ubicada en Anthony, Texas. Hoy Christie, alejado de la que fue reportada por el FBI como una pandilla de motociclistas, se convirtió en escritor, no solo contó sus memorias y reflexiones sobre su época como presidente de los Hells Angels, sino que incursionó en la creación de una novela. 
George Christie junto a Mickey Rourke
Sé que escribió sus memorias en su primer libro “Exile on Front Street: My Life As a Hells Angel” y que de joven fue un artista del tatuaje, lo que me llama la atención es su incursión en la creación de un libro de ficción  
Habla de mi último libro Marked, bueno yo quería dejar un registro de cómo percibía la cultura del motociclismo de proscritos a fines de los 60’ y cómo comenzó a cambiar con el tiempo. Primero quería, cuando tuve la idea de escribir el libro, hacerlo sobre el primer club de motos al que me uní, luego surgieron varias preguntas sobre los  Hells Angels, entonces usé este mítico nombre de clubes de motos y básicamente tomé parte de mi historia y experiencias reales pero escritas e interpretadas a través de la ficción en una novela. Mucho de este libro está basado en algunas de las experiencias que me tocó vivir o historias que me contaron personas con las suyas.

¿Hay algún recuerdo placentero que recuerde de su infancia?

Si, el de mi primer contacto con la cultura de club de motociclistas llamado Outlaws (fundada en 1936), esto me lleva a una imagen mental a mediados de los 50’, cada domingo mis padres y yo salíamos, no teníamos mucho dinero, estábamos en el negocio gastronómico y mi familia era Griega por parte de ambos padres, íbamos siempre a restaurantes étnicos en el Valle de de San Fernando al sur de California, había un italiano que tenía un restaurante, un día luego de un almuerzo y charla, escucho en una conversación la voz de mi padre que estaba en la esquina de la vereda hablando, y en eso oigo el rugir ensordecedor de un motor, me asomé, caminé hacia allí y veo la imagen mítica de una motocicleta con grandes tubos y caños de escape ruidosos manejada por un hombre vestido con una chaqueta cruzada esperando el cambio de luz en el semáforo, ese fue el primer Outlaw que vi. Fue como si todo se detuviese y comenzara a suceder en cámara lenta, cuando el semáforo cambió de color el motociclista arrancó, y el hombre que hablaba con mi padre estaba muy ofendido y comenzó a transpirar y en ese momento escupió en la vereda, nos miró a mi padre y a mí y le dijo: "estos son tus Estados Unidos", no dije nada pero seguro que era una metáfora para mi, pensé "si, estos son mis Estados Unidos" y ya sabes, salté a la parte trasera de la moto y nunca más me saqué esa imagen de la cabeza. Luego en los 60 cuando dejé la escuela, me enrolé en la marina y en 1966 compré mi primera motocicleta. 

¿Qué edad tenía?
En 1966 tenía 18

¿Cómo eran sus padres, su familia?
Mis padres eran griegos ortodoxos y tradicionalistas, cumplían muchas tradiciones cuando íbamos a casa de mi abuelo los feriados a cenar, nadie comía antes que él parta el pan, entonces comenzábamos a comer. Eran distintas tradiciones griegas que nos inculcaron desde pequeños pero nos fuimos americanizando, creo que esa influencia conflictuó a mis padres, porque pensaban que no debían permitirme hacer determinadas cosas, mis padres eran muy amorosos, estrictos en ciertas cosas, nunca hubo violencia física, me explicaban las cosas y me dejaban expresar mi opinión, aunque no siempre me dejaban a hacer lo que quería. Mi padre era un patriarca en nuestra la familia y mi abuelo, de toda la familia, mi abuela y abuelo se criaron en Grecia, ella vino a los Estados Unidos cuando tenía 13, se casaron y vivieron felizmente juntos, hasta que fallecieron. Fue una familia tradicional.

¿Cómo le iba a en la escuela en lo académico y al socializar con sus compañeros?
Me llevaba bien con algunos chicos, pero cuando llegué al principio me sentía un forastero, por eso es que encajé tan bien con el estilo de vida de los clubes de motociclistas proscritos. Éramos griegos, éramos diferentes, pienso que esa es una de las cosas interesantes de este país, lo siento desde chico y veo que ahora al país tan divido y la gente quiere sacarse algunas personas de otras culturas de encima, aislarlos. Pero no siempre me sentí un extraño, no es que me haya ido tan bien en la escuela pero hubo un momento de mi vida escolar en que me hicieron una prueba de inteligencia durante la secundaria, que me trajo problemas porque veían que tenía calificaciones sobresalientes y pensaban que hacía trampa porque tenía calificaciones de estudiante promedio, pero era una calificación parcial porque nada me interesaba, nada de la escuela.

¿Hay algún episodio violento que recuerde de aquellas épocas?
No de violencia, pero de chico tenía sobrepeso y eso me afectó de diversas formas, tenia temas con gente que no me aceptaba por ser gordo y en la secundaria tomé la determinación de perder mi sobre peso y de pronto, cuando percibieron mi cambio físico me di cuenta que me trataban como si fuese alguien distinto y comenzaban a aceptarme, y yo no estaba preparado para ese cambio de actitud y pensaba: “si no te gusté al principio, no te gusto en lo absoluto”, no me daba cuenta que mi imagen física había cambiado a otros, pero yo, no cambié en mi interior.

Entonces ¿fue usted victima de bullying?
Si, intentaron hacerlo, tuve algunas luchas físicas pero nada más, creo que estaba muy impactado, no sé, la maldad de los chicos, los chicos pueden ser muy malos y eso me afectaba.

¿Qué delito considera aberrante?
La producción de pornografía infantil, tradicionalmente en el sistema penal de aquí, los violadores y pedófilos, deben ser aislados del resto de la población carcelaria porque son objetos de ataque. Pienso que hacerle hacer algo a alguien contra su voluntad es un delito terrible o lo que sea, tengo una filosofía respecto a las mujeres y eso es lo que pensaba y lo que me atrajo de la cultura de clubes de motociclistas proscritos. Hay una diferencia, yo me veo como un proscrito, pero no como un criminal, pienso que la sociedad confunde la percepción de un motociclista proscrito y de un criminal, a los motociclistas proscritos los ven como criminales, como gente dedicada al delito.

Claro en castellano existen las palabras delito y crimen, la segunda es para nombrar delitos graves como homicidio, violación, secuestro, entre otros… 
La sociedad mete a todos en la misma bolsa, pero en la prisión hay colores, hay una cultura y una estructura, no interactúan, no  se los mezcla, están separados unos de otros, se respetan pero no interactúan entre ellos. Pederastas y violadores son objeto de ataques, es como que la gente en el sistema carcelario tiene reglas que hay que respetar, están como ofendidos porque la sociedad los pone a todos en una única categoría, la de criminal, por haber quebrantado la ley y entrar al sistema carcelario o de prisión, varias categorías delictivas, pero en una sola.


¿A qué edad le interesó la cultura del motociclismo?
A mediados del 55, cuando vi aquel motociclista en la calle

¿Qué edad tenía aproximadamente?
A mediados de los 50, supongo que entre 8 y 10 años cuando vi al primer Outlaw

¿Por qué los Hells Angeles?, ¿Qué lo hizo querer ser parte de ellos? 
Eran personas que tenían sus propias reglas, estándares, había un pequeño grupo, todos nos conocíamos y sabíamos quiénes éramos, comenzamos en el sur de California principalmente a fines de 40’ y comienzos de los 50’, hoy es un fenómeno global, están en todas partes, es popular. Lo que me atrajo al principio fue andar en moto, pasar buenos momentos y no estar con los cánones sociales, de la sociedad, no estar comprometido con la sociedad. No sé si sabe que los primeros motociclistas de los Outlaws eran veteranos de guerra, no sé si lo sabía

Si, lo sé
Entonces sabrá que quizás sufrían de alguna tipo de Trastorno de Estrés Post Traumático sin diagnosticar, ellos actuaban juntos en misiones, confiaban el uno en el otro como hermanos, dependían mutuamente, y cuando volvieron a casa fueron desplazados, ¿sabe?, el mundo se les puso patas arriba, ellos se enrolaron voluntariamente en una armada que los llevo a Europa o al Pacífico dependiendo la misión militar que les tocara. Regresan a un mundo distinto, sumado al padecer estrés post traumático sin diagnosticar porque antes ni se sabía que existía. Estos hombres inicialmente crecieron en el centro de los Estados Unidos y de pronto se les enseñó, en cierto sentido, a convertirse en asesinos con un sentido patriótico y todo eso, pero aún así el ir al campo de batalla sin importar de qué lado estas, si eras un chico de 18 o 20 años que debe matar a diario para poder sobrevivir, de algún modo debe impactarte.

¿A qué edad tuvo su primer problema con la ley?
La primera vez que tuve un problema con la autoridad fue mientras estaba en la marina, y tuve una corte marcial que automáticamente me dio de baja, pero fue una buena baja porque tuve la oportunidad que el Departamento de Defensa me requiriese, así que hice el pase allí. Quizás esto se relacione con aquellas calificaciones sobresalientes en el test de intelecto. La marina había invertido mucho dinero en formarme como fusilero de marina. Me fui de ahí y comencé en el Departamento de Defensa como resolutor de problemas de comunicaciones y tuve que custodiar secretos de inteligencia de importancia. Pero cuando el departamento de Defensa descubre que era miembro de los Hells Angels me informó que debía hacer una elección: seguir trabajando allí o abandonar al club, así que renuncié a mi empleo.

¿Qué importancia tenían para el grupo la vestimenta, los parches y los tatuajes?
Creo que hay algún motivo subliminal respecto a eso, habrás escuchado de algunos hombres que prestan servicios acá se tatúan, usan uniforme y regresan a la vida civilizada, y como te dije antes, pienso que hay un factor psicológico, por el que se sienten fuera de lugar pero no locos, entonces ¿qué hacen?, comienzan a usar el mismo estilo de ropa y siguen tatuándose, es así como tiene sentido para mí. Yo usaba mi uniforme de marino constantemente, tenia libertad para usar otra ropa, pero usaba mi uniforme cuando me fui de la milicia y empecé a manejar mi moto en los clubes me vestía con chaleco, botas, chaquetas especiales, insignias características que me identificaran como parte de un grupo, igual que en la milicia, porque eres parte de un batallón o escuadrón y luces una suerte de emblema que te identifica como parte de esa unidad.
Me interesa su opinión respecto a ese tipo de grupos, ¿le parece que algunas personas podrían perder su individualidad, deshinibirse y llegar a tener a conductas antisociales?
Bueno, es una pregunta muy compleja, no soy profesional, pero quizás tenga que ver con algún resentimiento por actos que no transmitieron un mensaje que no tiene nada que ver con lo que es el ser parte de un club de motociclistas, quizás algún comportamiento en la milicia los convirtió en seres rudos y  con algún resentimiento hacia la sociedad haciéndolos hacer algo de esto. Era un mensaje perfecto para los que transitaban la juventud en aquel tiempo, cuando yo era un niño, cada semana teníamos que  escondernos abajo del pupitre, estos simulacros eran constantes para prepararnos ante un eventual ataque nuclear, pienso que eran tiempos muy complejos las cosas estaban cambiando drásticamente, fuimos de la Guerra Mundial a Corea, una guerra casi olvidada en los Estados Unidos, y entonces, uno de nuestros grandes aliados durante la guerra, es que nos volvimos competentes con nuestros políticos y nuestros políticos eran del comunismo capitalismo y hubo mucha gente que se metió en problemas por tendencias antisociales, no eran necesariamente gente estúpida, a veces eran personas brillantes, al menos gente que emerge de ellos como lideres fuertes, me refiero a que algunos líderes fuertes ya tendrían tendencias antisociales. Me parece que en los 70’ en la cultura de los clubes de motociclistas cuando confrontabas con una pelea física, pero después a la noche te los encontrabas en los bares, desayunabas con ellos, era una suerte de camaradería extraña pero a finales de los 70’ y pienso que los Hells Angels tuvieron un rol importante en Los Angeles, yo fui miembro en Los Angeles y llegué a ser el presidente, tuvimos una confrontación muy violenta con el club The Mongols hubo gente que fue asesinada, gente que explotó, se volvió muy pero muy violento y mucha gente en los 60’, ¿no sé si sabe del teniente Lynch, del Informe de Thomas C. Lynch?

Algo leí…
Bueno en 1965 el Fiscal General de California Lynch, comenzó a decir que los Hells Angels y otros clubes de motociclistas proscriptos eran organizaciones criminales, y comenzó a perseguir y arrestar gente. Tengo que decirte que una de las cosas que vi que cambió es que hay verdaderos límites estrictos en las cárceles, códigos estrictos y comencé a notar, esta es mi visión personal, que los miembros de los clubes de motos cuando recuperaban la libertad, comenzaban a imponer las reglas carcelarias a los miembros del club, y esto tiene un sentido, y pienso que se establecieron varias líneas, los clubs de personas de raza blanca no admitían personas afroamericanas y viceversa, empezó una cuestión de color, éramos amigos de los clubes de afroamericanos, pero no los admitíamos como miembros del club, ni sus clubes admitían personas de raza blanca, y también, ¿sabe que hay mujeres miembros desde los 60’?, estaba Mother Ruthe entre varias otras, eran verdaderos miembros y llevaban parches distintivos, eso comenzó a cambiar de a poco cuando la gente volvía de prisión, ellos imponían esos estándares carcelarios “debemos hacer esto”, “debemos hacer esto otro”, y como cuando estalló la guerra, a los Mongols –un club de motociclistas-  fueron advertidos de no hacer algo, había una gran tensión entre ambos clubes y advertencias, siguieron adelante peleando a los Hells Angels como club, y en tres o cuatro meses cuatro de ellos murieron, les dispararon cuando iban en sus motos, hubo bombas en el centro de Los Angeles, una en un negocio de motocicletas y mató a dos de ellos, y esa dinámica del grupo de proscritos comenzó a volverse realmente seria, ya no podías sentarte a negociar ni hablar, había un gran nivel de violencia, lo que pasó es que cuando fui a prisión en el 86’, me culparon de ordenar el homicidio de un vendedor de drogas, algo que no hice. Lo que pasó es que el gobierno envió un informante que me dijo que iban a matar a ese vendedor, ese hombre era de una pandilla carcelaria, pero a su vez era un informante secreto del FBI, y me dijo: “vamos a matar a este vendedor”, y dije: “no me voy a meter en ese lío, si quieres mátalo”, así que no hice nada ilegal y por eso no fui encontrado culpable, quizás si desde lo moral, pero realmente no pensé que fueran a matarlo, pero ¿sabes? Esos son los parámetros y la dinámica de ese mundo, todos saben las reglas, mi sensación fue que ese hombre rompió una regla así que tiene que sufrir las consecuencias, éramos un especie de sociedad para adentro, con sus propias reglas, regulaciones, sistema de justicia, entonces una de las cosas que encontré cuando estuve preso, es que si caes en un penal y te encuentras con miembros de un club rival, no te peleas allí, es como si fuese una amnistía y cuando salí en 1987, me avine a esta especie de ley de amnistía carcelaria implícita que traté de aplicar a todo el mundo, y me mantuve en esa búsqueda por muchos años, para que los clubes de motociclistas dejaran de pelear, que sean como en los 60’ y es de eso de lo que hablo en mi último libro y en mi autobiografía.

¿Qué rol tuvieron las drogas o las adicciones en su vida?
He tenido el lujo de poder alejarme de cualquier cosa que me reduzca, solo usé las drogas en forma recreativa hasta los 27 probablemente, lo que pasa es esto, yo soy de los 60’, era amigo de los músicos de Grateful Dad, toda gente del ambiente del rock, de Dennis Hoper, Peter Fonda, David Carradine que eran actores, todos ellos eran amigos míos y nos drogábamos, estábamos de fiesta, pero tuve el lujo de irme o parar cuando quería, pero hubo gente que no. He visto cómo la droga destruía personas fuertes y buenas por su adicción. La adicción a las drogas es mala, preferiría verla legalizada y que el gobierno eduque a la gente, y respecto a la gente que no pueden educar para que no la use o no se puede controlar, quisiera que el gobierno los asista porque esto impacta demasiado en la sociedad. Cuando apareció la Metanfetamina pensé que era una gran droga para los motociclistas proscriptos, creía que era perfecta para nosotros, porque la tomabas, conducías 500 millas, estabas de fiesta toda la noche, ingerías más en la mañana y volvías a tu casa, pero entonces, vi cómo lentamente destruía a las personas, yo lo hacía en ocasiones, iba a la zona de los bares, pasaba el fin de semana, tenía un gran momento y regresaba a casa sin volver a tomarla en 3 ó 4 meses, pero hubo gente que se volvió adicta y cayó en un espiral del abuso de sustancias 

Es decir que usted siempre pudo controlarlo…
Si, lo cual es un verdadero lujo pero mis amigos cercanos, mis hermanos no tuvieron esa habilidad, y no creo que sea porque soy más fuerte o más reflexivo que ellos, pienso que tiene que ver con cómo está compuesto tu cerebro, tus receptores, son los que hacen más aceptable una adicción que otras personas, yo nunca tuve problemas de adicción, pero por otro lado, me ejercitaba en exceso y hacía dietas. Quizás las drogas no me afectaban del modo esperado, pero lo sustituía con otras cosas, no sé, adivino de modo salvaje. Pero reflexionando ahora que tengo 70 años, reflexiono sobre lo sucedido en mi vida y hablo rara vez con mis ex compañeros, porque comenzaron a ignorarme cuando me salí del club, debe saberlo, así que me excluyeron de todo tipo de reconocimiento, aun conservo muchos amigos, recientemente hablé con un ex compañero que tampoco quiere que se sepa que me habla porque hay sanciones estrictas para quienes rompen las reglas, y especialmente porque Sonny Barger –un líder de los Hells Angels- y yo tenemos un problema. 

¿Alguna vez cometió un delito?
No voy a decir específicamente cuál pero en los 70’, principios de los 80’ yo era capaz de hacer cualquier cosa para salir adelante, en cierto sentido si hubiese tenido que salvar a mi familia, si hubiese tenido que delinquir para sacar adelante a mi club de motociclistas, no habría tenido reparos porque sentía que era mi deber. Lo mismo cuando era marino, presté juramento e hice ciertas cosas y siento era el mismo contexto, éramos una sociedad con normas y me comprometí con mi club y con esa sociedad, y sabes, dispuesto a hacer cualquier cosa que sintiera que era moralmente correcto para lograr un objetivo. ¿Tiene sentido esto para usted?

Si, por supuesto. Me preguntaba cómo fue esa primera vez, qué sensaciones habrá tenido antes, durante y luego de ese primer hecho
Me gustaría que lea mi último libro Marked, ahí hablo de un marino que va a Vietnam y se le asigna la misión de matar personas, es un francotirador, ahora, cuando él regresa a su casa, arrastra mucha culpa por lo que hizo, qué es lo que estaba bien y qué es lo que no, y vuelve a su club de motociclistas, pero el club estaba cambiando y para poder sobrevivir en el club, llega a un punto en que debe tomar una decisión, si se compromete consigo mismo y sus ideales, porque es el único modo que tiene para sobrevivir, no voy a contar el final porque me gustaría que sea leído. Pero es un ejercicio de moral, autocontrol y de lo correcto o equivocado, y cómo uno compite en la sociedad, a veces para ser exitoso socialmente y alcanzar tus objetivos, debes comprometer tu moral, es como con algunas personas, no sé cómo se dice…

¿Disociarse?
Si, muchos dictadores comienzan con buenas intenciones ¿correcto?, pero cambian si ven que obtendrán beneficios para la sociedad. Lo que ocurre es el espíritu es mucho más fuerte que la carne, la carne es muy débil y muchas personas cuando son puestas para ejercer el poder se vuelven débiles, y esa es una de las cosas que se agravó conmigo en los Hells Angels, había dos tipos de reglas, unas para los líderes y más abajo otras para los miembros en general. Algunos de los líderes sentían que tenían ciertos derechos y que no tenían que cumplir las del resto, sé que me desvié de tu pregunta, pero pienso que inicialmente cuando quiebras tus códigos morales o las leyes, creo que con el tiempo uno se convierte en un simple psicópata, pero pienso que si a lo largo del tiempo uno respeta su esencia pero de vez en cuando la quiebras, te verás tarde o temprano en una encrucijada, habrás de tomar una decisión moral, o reescribes tus propios códigos para beneficiarte fácilmente o te conviertes en alguien como todo el mundo, pierdes tus altos estándares, a veces tu visión. Como líder debes tener visión y compartirla con las personas a las que lideras, pero si vas a liderar y compartir tu visión, debes también ser un ejemplo durante el camino.

¿Cuánto tiempo fue miembro de los Hells Angels?
Durante casi 40 años 

¿Por qué se fue del grupo?
Lideré por 35 años, me fui porque sentí que nos estábamos convirtiendo en la gente contra la que nos revelábamos, ya no éramos lo que pensábamos en un principio, estábamos alejados de nuestras ideas y pensamientos iniciales, de la sociedad a la que nos revelamos, tuve que tomar una decisión, si continuaba por ese sendero o me enfrentaba por lo que creía y reflexionaba y pagaba el costo. Hice una reunión para comunicárselo a todos, les dije que algunos se habían convertido en hostigadores, que ya no estábamos unidos por la afición a las motocicletas o la hermandad, sino enfocándonos en nuestros egos y la gente cumpliendo nuestros deseos.

¿Qué reflexión le diría el George Christie de hoy a George Christie a los 12 años?
Que puedes lograr aquello para lo que te prepares mentalmente… le diría al de 12 años que puedes convertirte y lograr lo que desees, pero debes dedicar todo tu esfuerzo en ello, esta capacidad de reforzamiento la heredé de mi madre, pero tengo otros parientes incluyendo mi padre, y no digo esto en un mal modo, pero tenía a mi padre diciéndome: “debes saber el lugar que ocupas en la sociedad para poder llegar lejos, porque tenemos limitaciones”, y me di cuenta que lo que me limitaba era yo mismo.

Aparte de tatuador ¿tuvo algún otro oficio?
No me dediqué a eso, pero si fui un empresario ya que tuve una tienda de tatuajes, una agencia para promocionar conciertos, compañía de fianzas, administré del estudio de abogados de mi hija. Sí hice tatuajes, pero no era mi forma de ganarme la vida.

¿Tiene algún estudio superior? 
No

¿Qué cosas la interesaban? 
Me interesaba mucho la historia

¿A qué se debe? 
Si estudias historia vas a aprender mucho del futuro porque la historia tiende mucho a repetirse, entonces lo que uno intenta hacer es estudiar historia e intenta entender qué aspectos vuelven, al estudiarla vas a tratar de no cometer los mismo errores. Me encanta Julio Cesar, Aníbal, quizás Roma no hubiese sido tan grandiosa sin Aníbal que fue como un cuco para Roma durante su período. Lo mismo con Alejandro Magno, pienso que no los hizo sentir menos, sino que abrazó a un pueblo haciéndose parte de ellos. Mi mirada estaba puesta en negociar con otros clubes de motociclistas, intenté usar esas formulas para hacerlos sentir que estábamos todos en un mismo nivel y que no me acercaba a ellos por condescendencia e hice amistad con la gente de Bandidos, Outlaws, The Mongols, de algunos miembros de los Vagos. Durante ese tiempo nos hicimos amigos de todos nuestros enemigos y por todo esto, hago un tributo a las lecciones de mis libros de historia.

Es una forma interesante de desarrollar habilidades sociales…
Es una forma única, con uno de los clubes de motos con el que tuvimos buena relación durante años eran los Bandidos, y cuando estuve en la prisión en Texas esta última vez, hace 3 años, compartí la celda con su líder. Aunque fuimos antagónicos en  algún momento, nuestra amistad en las calles duró muchos años, al enterarse que yo iba a estar preso en la misma cárcel, me guardó un lugar junto a él.  

¿Le gustaría compartir un mensaje con nuestros lectores, especialmente con los estudiantes de ciencias forenses?
Pienso que a medida que progresen en sus carreras, mientras investigan y estudian los hechos, en lo que debieran mentalizarse es no hacer de sus objetivos o misiones, una búsqueda personal. Tienen que indagar desde un campo llano y nivelado, afrontarlo honestamente, de manera justa y sin prejuicios, nunca te tomes las cosas como algo personal, porque cuando lo haces se te nubla el juicio e influye negativamente.
 


Fuente: http://www.onepercenterbikers.com/george-christie/