viernes, 5 de septiembre de 2014
EN LA MENTE DE GRANDES CRIMINALES
Entrevista para Semanario DEMOCRACIA del Diario Crónica
http://www.cronica.com.ar/article/details/13616/en-la-mente-de-grandes-criminales
Por Cristian Re
cre@cronica.com.ar
No es un trabajo como cualquier otro por una simple razón: el objeto de análisis. Violadores, asesinos, abusadores, pedófilos, pederastas, toda esta gama de seres que generan miedo y rechazo en el común de las personas son, para María Laura Quiñones Urquiza, su modus vivendi y su pasión. Perfiladora criminal y Diplomada en Criminología, Criminalística y Derechos Humanos, es una de las profesionales más prestigiosas de nuestro país, fuente permanente de consulta, tanto en el ámbito de su especialidad como en los medios de comunicación, donde despeja dudas sobre casos criminales de resonancia.
Pero su historia es particular, ya que recorrió otros senderos hasta llegar al actual: “En realidad, creo que la vida me fue conduciendo hacia este camino que era, para mí, el menos pensado. La verdad, si bien de chica tenía un modo de pensar y de analizar cosas que no era el habitual, nunca me imaginé que éste iba a ser el camino. Yo me había preparado, hablo inglés, portugués, francés, ruso, estudié hebreo y había terminado una carrera en el exterior, que era la de Turismo Receptivo y Aviación Comercial. Cuando comienzo a trabajar de esto en una agencia de turismo, la verdad es que me parecía muy violento el ambiente de trabajo porque, en realidad, yo soy una persona muy pacífica, no me gusta la violencia, no me interesan las novelas de terror, no consumo películas de terror ni policiales, todo eso no me atrae. Luego comencé a estudiar psicología y, en cuarto año, faltándome muy poco, me di cuenta de que la neurosis, el atender personas, la clínica, no era lo que a mí me interesaba. Lo que sí me resultaba interesantísimo era la parte psiquiátrica que tenía que ver con alteraciones mentales, y más aquellas alteraciones que eran extrañas y que tenían que ver con impulsos agresivos, violentos, delictivos, homicidas, criminales…”.
La clasificación de “violenta” que le dio a su profesión de turismo está sustentada en que “era muy competitiva entre mis pares y yo no tengo una mentalidad así. Lo loco es que tengo cierta naturalización de los hechos que analizo. Siento que ahí adentro puedo moverme como un pez en el agua. Hay conductas delictivas que a mí mucho no me interesan, como los secuestros, el narcotráfico o la narcocriminalidad, que es interesante, pero que a mí no me atrae hacer investigación sobre eso. Otro ejemplo es el terrorismo. Lo que sí me interesa es violencia criminal, lo que tiene que ver con delitos sexuales con adultos, con niños, los homicidios, delitos informáticos, que para mí es apasionante porque sale de la regla”.
SU LUGAR EN EL MUNDO
Mientras intentaba satisfacer su curiosidad, María Laura encontró el lugar indicado para desplegar toda su innata capacidad de análisis y razonamiento: “Por cosas de la vida, un día paso por la Universidad de la Policía Federal –yo ya era fana de Osvaldo Raffo y de Hugo Marietán- y pregunto sobre la diplomatura en Criminología. Me aceptan, ingresé y me pasó que en cada ejercicio de criminalística, criminología y derechos humanos era felicitada, algo que nunca me había pasado. Eso me parecía raro. Al tiempo, hago un curso que dictaba Vicente Garrido Genovés, uno de los criminólogos más prestigiosos y brillantes de Europa, con la Universidad de Valencia, y era un curso de perfilación criminal. Entonces, cuando había que entregarle la tarea y los ejercicios, Vicente me decía ‘no sé para qué me los das, si nunca puedo corregirte nada’. Yo pensaba que me lo decía en un tono gracioso, que me estaba cargando, hasta que un día me pregunta si podemos escribir un libro juntos. Tuve la oportunidad de dar conferencias en Europa, en Latinoamérica y colaborar en investigación criminal".
Leé la nota completa en la edición impresa del semanario Democracia de esta semana.
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