Autora: María Laura Quiñones Urquiza
Pedófilo es aquel que consume material pornográfico infantil. Pederasta es quien lleva a cabo las relaciones sexuales con niños, y que además puede llegar a producir este material que alimenta al pedófilo.
Hablamos de dos perfiles distintos: el pedófilo además de esta perversión, padece más alteraciones sexuales como voyeurismo exacerbado y masturbación compulsiva.
La diseminación de pornografía infantil en el ciberespacio se ha convertido en una auténtica epidemia: varía desde un erotismo sutil hasta formas de pornografía violenta, donde directamente se hace participar a niños de actos sexuales sádicos, de tortura, sexo grupal y otras variantes.
Sin duda representan episodios traumáticos a largo plazo con efectos colaterales graves, entre los que la humillación y vergüenza aparecen como los más "suaves".
Entre los pederastas, el coleccionismo de pornografía infantil podría ser utilizado para intentar deshinibir a un niño al que se desea abusar.
Se valida el acto frente el niño que observa sonrientes a otros chicos en situaciones escabrosas, y que en esas condiciones de presión psicológica del adulto podría identificarse y acceder a lo que le dicen que es "natural", cuando en realidad es aberrante.
Los pederastas, suelen tener personalidades de base psicopática o trastorno narcisista de personalidad, cuyos principales rasgos son un fuerte egocentrismo, manipulación, insensibilidad, simulación y una gran capacidad de seducción y análisis de las víctimas más vulnerables. Son verdaderos depredadores.
Fuente: http://www.clarin.com/policiales/Desbaratan-rama-local-mundial-pedofilos_0_486551478.html
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