David Parker Ray, el asesino de la caja de juguetes. Fabricó las herramientas de tortura, salvo la silla ginecológica que usó con sus "esclavas sexuales". Paradigma del crimen perfecto: 1.500 trofeos, 40 mujeres y ningún cuerpo se encontró. Todas fueron fotografiadas y filmadas en su cámara de torturas con químicos para doparlas y provocarles amnesia. Solo una escapó y pudieron detenerlo. La historia de uno de los criminales más violentos y sádicos de la historia que llevó a la realidad su fantasía desde los 13 años
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